Se
acercaba el día de acción de gracias, y con él dos cosas. La primera era
la visita de James a casa, la primera desde que se había ido a la
universidad, por lo que todos estaban felices y muy en especial Adam. La
segunda era para Drake, por fin le entregaría a su padre el dinero
perdido con las lechugas, para él sería demostrarle que también podía
hacer las cosas bien, entregarle un poco de lo que su padre le había
dado por años, esperaba que con eso Adam se sintiera muy orgulloso de él
por primera vez en la vida. El pobre muchacho no podía con los nervios,
el día en que su padre se enorgullecería de él estaba por llegar y
Drake se volvía loco de la emoción.
-pero hasta me has dado comisión, yo no quiero más que lo que te he prestado-
-a no importa, tomalo cómo una muestra de agradecimento por confiar en mi, además el dinero que quería para mi padre ¡ya lo tengo! no importa lo de más-
-Drake creo que nunca antes te vi tan feliz, eso me alegra mucho. He visto cómo tu vida ha sido tan solitaria y triste, sin momentos felices, y saberte ahora feliz me llena de alegría-
-es que hoy por fin podré hacer a mi padre sentirse orgulloso de mi, por primera vez le daré motivos para estarlo ¡le demostraré que yo también puedo lograr lo que me proponga! ¿cómo no estar feliz Lee? Este día tiene que ser perfecto, incluso bridaremos con chanpagne, y entonces le daré su regalo. No sabes, pero Will Hamilton ha tenido que ir al banco para demostrar que el dinero que iba a retirar era mío, y legal. Nunca un chico de mi edad ha cobrado tanto dinero. Me los han dado en billetes de mil, son poco comunes, casi nadie tiene ¡pero a mi me han dado quince billetes de mil! y están nuevecitos. Ya quiero ver la cara de mi padre, lo feliz que se pondrá-
-si, esperemos que se alegre mucho Drake, te has esforzado tanto para consegurlo y mereces que así sea-
-así será. James no tarda en llegar ¿iremos a al estación todos o sólo mi padre?-
-él quiere que vayamos todos a recibirlo, para que le demostremos lo mucho que lo hemos extrañado-
Llegaron a la estación, ahí ya se encontraba Valeria esperando a James, pero el tren aún no llegaba. Tuvieron que esperar un tiempo más hasta que las luces que avisaban la llegada del tren se encendieron. Cada persona buscaba a sus respectivos familiares, y los recibian con abrazos y besos. James bajó, y la primera en abrazarlo fue Valeria, él la tomó entre sus brazos, y le dio un par de vueltas en el aire mientras la abrazaba con mucha fuerza, después le dio un beso en los labios y le sinrió con sus ojos iluminados de felicidad. Luego abrazó a su padre, después a Lee, y por último a Drake. Todos subieron al ford de Adam y fueron a casa donde ya tenían el povo cocinado en el horno, un pastel de calabaza, y muchos adornos para la fiesta.
-Llegaste a tiempo, ya creía que no estarías para festejar acción de gracias-
-pero he llegado, y ya me volvía loco por estar en casa de nuevo-
-por cierto, yo sólo he venido a recibirte, pero tengo que volver a casa, mi padre no me perdonará si no estoy para partir el pavo. Así que me van a disculpar pero tengo que ir a casa, volveré mañana-
-a no te preocupes Valeria, ve a casa, James seguro que te acompañará-
-pues claro, vamos Valeria. Vendré más tarde-
Después de llevar a Valeria a casa, James regresó, pues ella no quiso que entrara, su padre no estaba de humor para tener visitas, y aunque James deseaba estar más tiempo con su novia, no tuvo más remedio que regresar a casa. Adam no imaginaba que el muchacho había regresado para no irse, la universidad fue un martirio para él, y no tanto por lo mucho que tuviera que estudiar, sino por que estaba lejos y solo, lo que más deseaba era casarse con Valeria y trabajar en el rancho. Sabía lo mucho que esto dolería a su padre, pero no podía seguir tan lejos de todo lo que amaba, no lo haría aunque se lo exigieran. Pero Drake se daría cuenta de lo que James tenía en mente, pues sabía distinguir muy bien los pensamientos en su hermano. Adam estaba en su habitación antes de la cena, Lee en la cocina terminando de preparar el pavo, Drake estaba en su habitación viendo los billetes tal y cómo lo había hecho desde que los tenía. Imaginaba el rostro de emoción de su padre, y se sentía feliz. Mientras su cabeza estaba perdida en los pensamientos, James llamó a su puerta, pues necesitaba habarle.
-Necesito hablar contigo-
-¿que pasa James?-
-yo sé que esto no te va a gustar, pero es que no puedo más ¡ya una vez me obligaron a irme! pero ya no puedo, y no volveré a la universidad-
-¿de nuevo con lo mismo?-
-es que no quiero estar lejos, no quiero ser administrador, ¡y no quiero irme ya!
-esta vez no te obligaré, sólo te pido que pienses en nuestro padre, en lo feliz que está por lo que has logrado, y en la decepción que se llevará con esto-
-lo siento Drake, pero no cambiaré de opinión-
-James te prometí que pagaría tus estudios, es lo que estoy haciendo ¡estoy trabajando para pagar tus gastos! estoy estudiando, atiendo los asuntos del rancho, ayudo con los deberes de la casa, estoy pendiente de mi padre ¡y todavía me queda tiempo para sentir envidia de tí! pero para tí los sacrificios que hacemos los de más no cuentan ¡sólo los tuyos! ya basta de pensar en tí, hay que sacrificarse, pues lo harás y no eres el único. Mi padre no ha estado bien, es la vista que le falla, pero también dolores de cabeza, ya no mira bien, y lo único que le alegra la vida es sentirse orgulloso de tí y de tus logros ¡no puedes dejarlo todo y acabar con la alegría de tu padre! Ahora sólo te pido que hagas un sacrificio, difícil pero necesario. Son unos años y ya, luego volverás y te casarás con Valeria y harás lo que tú desees, pero no acabes con esto ahora ¡por favor piensa en tu padre!-
-sabes que si acabé antes los estudios fue para huir de las burlas de los de más, y sólo por eso-
-pero él no lo sabe, piensa que te has ido porque quieres trabajar pronto para ayudarle a recuperar el dinero perdido, piensa que te preocupes por él ¡que eres el hijo mas bueno y noble que puede existir! me duele que no sea de mí de quién se siente orgulloso, pero más me dolería que enterarse de la verdad acabe por lastimarlo tanto que no lo pueda soportar. Ahora tu decides lo que debes de hacer-
-tienes razón, creo que todos estan sacrificando algo, y lo justo es que también lo haga yo. Volveré a la universidad y la acabaré, mi padre se sentirá tan orgulloso de mí, mucho más de lo que está ahora-
-te agradezco que lo pensaras mejor. Ahora debemos de arregarnos para la cena ¡le tengo una sorpresa a mi padre! ya verás lo feliz que se pondrá-
-¿y que es?-
-ya lo verás en un rato ¡ya lo verás!-
La cena comenzó, y la pasaron muy felices platicando de todo lo que habá vivido James en los últimos meses. Lo único de lo que se hablaba era de James y lo maravilloso que era. Pero por fin llegaba el momento de Drake ¡el momento que había deseado que llegara durante mas de un año! el momento que había deseado toda su vida. Lee estaba tan nervioso cómo Drake, no quería que nada saliera mal, pues el chico no lo soportaría. No encontraba cómo, pero al fin tomó valor y se paró ante su padre y le dijo.
-bueno antes de que acabe esta bella noche, yo quiero hacerte un regalo padre-
-¿un regalo? y eso que no es mi cumpleaños-
-no, pero es algo que mereces más que nadie. Toma, esto es para tí- Y entregó a Adam un pequeño sobre envuelto con un listón azul.
-vaya ¿que será esto? se mira muy bonito el moño-
- ¡más te gustará lo que hay debajo!-
-¿que es esto?- pero si es dinero-
-si. Es el dinero que perdiste con tu negocio de las lechugas ¡lo he ganado todo para ti!-
-pero ¿cómo conseguiste tanto dinero? ¿cómo lo ganaste?-
Drake guardó silencio por un momento, volteó a mirar a Lee, cómo tratando de pedirle ayuda, el chino sólo asintió con la cabeza.
-pues verás. Lo he ganado vendiendo frijoles. Los hemos sembrado y para cuando la cosecha estuvo lista, el precio subió, y los hemos vendido al triple de lo que cuestan-
-¿con frijoles?-
-si, todo el dinero es para tí padre, sólo para tí-
-pues no lo quiero ¡este dinero me quema!- y dejó el sobre encima de la mesa. Drake lo tomó y le xtendió de nuevo a su padre, quién esta vez lo rechazo.
-no puedo aceptar ese dinero ¡devuelvelo!-
-pero ¿a quién quieres que lo regrese?-
-¡a quién lo has robado!-
-yo no he robado, pagamos por ellos el doble de lo que les hubiera pagado otra persona. No puedo devolverlo al departamento de compras-
-entonces devuelvelo a los pobres hombres a quiénes les han robado-
-¡yo no los robé! pague por ellos. Por favor padre, toma el dinero-
-no lo quiero, no lo acepataré. Hijo entiende, yo trabajo en la oficina de reclutamiento, una firma mía envía a los chicos a la guerra. Unos vuelven sin brazos o sin piernas, otros ya no vuelven, y los que regresan completos ¡vienen con el alma destrozada! Yo no puedo tomar beneficios de ellos, tú sabes que has ganado tanto debido a la guerra, y no puedo aceptarlos porque sería tanto cómo aprovecharme de las personas que van a ella, de las familias que pierden a su hijos ¡ese dinero no ha sido bien ganado y no puedo aceptarlo!-
-¿por qué padre? lo trabajé para tí, y no lo quieres ¡no te entiendo!-
-hijo, no ha sido mi intención lastimarte, pero entiende que eso no está bien. Si quieres hacerme un regalo, has lo que tu hermano hace, lleva una vida decente, endereza tu camino, y se un buen hombre hijo ¡es lo mejor que me puedes dar, ¡ser un buen hombre en la vida!-
Drake estaba recargado sobre la mesa, con la cabeza cubierta con sus manos, sosteniendo el dinero y llorando en silencio. Al escuchar las palabras de su padre sintió que moría por dentro. Levantó la cabeza, miró a Adam, y se fue acercando a él hasta abrazarlo tan fuertemente cómo siempre deseó hacerlo, lloraba sobre su hombre sin consuelo alguno. Adam permanecía inmóvil y sin decir palabra. Después de unos segundos Drake soltó a su padre, y con un nudo en la garganta que le evitaba dejar salir las palabras logró apenas decirle -¡te odio!- y salió de la casa llorando cómo lo haría un niño. Tantos años evitó llorar frente a alguien, en especial frente a su padre, pero en ese momento Adam había dado una puñalada justo en el corazón de Drake, para el chico todo dejaba de tener sentido en ese momento ¡las esperanzas ya se habían acabado! al menos para él, se sentía tan perdido cómo nunca antes se sintió, la vida para Drake ya no importaba.
Me hizo llorar este capitulo
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