Un día a Drake se le metió la idea de que tenía que hablar con su madre, reclamarle por haberlos abandonado, y por disparar a su padre, pero sobre todo ¡por haberle heredado su maldad! y cuando al chico se le metía algo en la cabeza, ya nada podía sacarlo. Sin dudarlo, se fue a buscarla, era de día y sabía que nadie estaría en casa hasta la noche. Se subió al tren a Monterey cómo en las ocasiones anteriores, de polizonte, y caminó hasta la casa de Kate. Ahora ya no tenía miedo, queria hablarle, no se iría sin haberlo hecho. Llamó a la puerta, abrió una chica, una de las trabajadoras de burdel pensó Drake. La chica no quería dejarlo pasar, pero él le dijo que avisara a Kate que Drake Bell, uno de los mellizos Bell la buscaba, ella aceptaría dejarlo pasar. La chica aquella lo hizo esperar afuera, luego de unos minutos regresó, y le dijo que, en efecto, al escuchar ese nombre Kate aceptó dejarlo entrar. Así el chico entró a la casa, y lo llevaron hasta la oficina, en ese momento el miedo se estaba apoderando de él, pero ya era demasiado tarde para volver atrás, algo temeroso llamó a la puerta de Kate.
-adelante, la puerta está abierta-
Drake abrió lentamente, y pasó sin levantar la mirada, permaneció en silencio y sin mirar a Kate, notó que ella no llevaba sombrero, podía verla a la cara perfectamente, lo que luego hizo sin disimular. Después de un momento ella habló.
-no has venido a quedarte callado ¿o si?-
-no-
-pues di a que has venido-
-yo necesitaba verte-
-¿para qué?-
no lo sé. Por muchos años desee que estuvieras viva, y cuando me enteré de que así era, hasta me sentí feliz, pero ahora ya no sé que pensar-
-lo entiendo. Las veces que venías, yo no sabía quién eras sino hasta esa última vez-
-ya lo creo, no importa-
Un silencio se hizo presente de nuevo. Por un lado Kate que era mala, que jamás había sentido afecto por nadie, al mirar a ese chico que era su hijo, comenzaba a sentir algo extraño dentro de su ser. Definitivamente no era amor, pero algo le hacía sentir aquel chico de mirada perdida.
-Así que te llamas Drake ¿eh?-
-si, ese es mi nombre-
-y tu hermano ¿cómo se llama él?-
-se llama James-
-y ¿él es cómo tú?-
-No. Él es bueno. Pero claro está que yo si soy cóm tú-
-¿a que te refieres con eso?-
-pues que yo soy malo, así cómo lo eres tú-
-vaya ¡así que soy mala!-
-pues si. Has hecho casas muy malas, y en tu mirada se nota ¡no tienes sentimientos!-
-ya veo. ¿por qué dices que eres cómo yo?-
-porque yo también soy malo, eso lo he heredado de ti-
-¿que has hecho para decirte malo?-
-pues toda la vida he molestado a mi hermano, lo he hecho sufrir, también a mi padre, me he burlado de el sufrimiento de la gente, y muchas veces yo lo he causado. Disfruto de hacer cosas malas, aunque luego me arrepiento ¡pero da igual, las vuelvo a hacer!-
-entiendo, veo que eres cómo yo, o de lo contrario jamás me hubieras buscado, y hoy no estarías aquí. ¿Saben tu padre y tu hermano que estoy aquí?-
-no, mi padre cree que te fuiste al este, y James, bueno el piensa que has muerto cuando nacimos, lo mismo pensaba yo hasta hace algunos años. Yo no quiero que ellos sepan la verdad, sólo quería verte-
-y yo no deseo hacer daño a tu sufrido padre, ni al noble de tu hermano. Entiende una cosa, yo no los odio, sólo no me importan-
-si no nos odias ¿por qué le disparaste a mi padre? y ¿por que nos abandonaste? nosotros jamás te hicimos nada-
-y lo sé. Yo no esperaba quedar embarazada, no estaba en mis planes. Admito que hubo un tiempo en donde creí que los odiaba, pero después me di cuenta de que ni ese sentimiento podía tener por ustedes. Serán mis hijos, pero para mi son unos desconocidos, no siento ninguna clase de sentimiento al verte, tal vez sólo curiosidad-
-no me has dicho ¿por qué lo hiciste?-
-tenía otros planes para mi vida, ¡un esposo enfermo de amor, y un par de niños llorones no estaban en mis planes! A Adam le disparé porque el muy idiota no me quería dejar ir, me quería tener retenida en ese horrible rancho, y yo no lo iba a permitir ¡no dejaría que mis mejores años se pasaran en un sucio rancho! sólo por eso le disparé, piensa que si hubiera querido matarlo le habría disparado en otro lado, sólo quería hacerlo a un lado para irme. Él jamás me hizo nada, al contrario ¡me ayudo, y me amó siceramente! pero no podía atarme. Y ustedes, ni siquiera quería que nacieran, menos me importaba lo que les pasara-
-hubieras podido quedarte en el rancho, mi padre te amaba, tal vez hubieramos hecho una bonita familia ¡y yo no sería cómo soy!-
-amarme, él me creía de su propiedad, era cómo un objeto de adorno en su casa ¡me quería poseer! y a mi nunca nadie pudo mandarme, ni poseerme. Siempre con su moralidad, con su biblia ¡quería que me pudriera a su lado en ese rancho! y eso yo no lo podía permitir. Que ¿he dicho una broma o por qué te ries?-
-nada, es que lo que dijiste es verdad-
-ya veo, sigue con su biblia a todas horas, siendo tan recto, y tan moral ¿a ti te quiere tratar cómo lo hacía conmigo? de seguro tú te pudrirás en ese rancho con él-
-¡no, eso no! yo tengo sueños, aspiraciones, quiero hacer mucho dinero en la vida, llegar muy lejos. No odio el rancho, pero tampoco quiero pudrirme en él, no si no se le encuentra algo de provecho ¡quiero trascender!-
-si ya lo noto, tienes razón ¡te pareces mucho a mi! si te guias por buen camino lograrás lo que tú quieras, podrás incluso hacer más de lo que he hecho yo. Veo que tienes un cierto poder, uno que vale mucho y que tal vez nunca antes lo habías notado-
-¿que, de que poder hablas?-
-puedes mirar en el interior de las personas, buscar sus puntos débiles y utilizarlos a tu favor, si te lo propones puedes lastimar al ser más fuerte, pero creo que lo ignorabas ¡y estoy segura que lo has hecho durante toda tu vida! y nunca lo habías notado, vaya que tiene gracia-
-Tal vez tienes razón y lo ignoraba, o tal vez si lo sé. Puedo ver en tus ojos que tienes miedo. Creo saber mucho sobre ti con sólo haberte hablado una vez, y puedo ver que aunque parezcas fuerte, eres tan sólo una mujer asustada ¡si lo sabré yo que he pasado por lo mismo! vives encerrada porque tienes miedo de todo, y por todo, por eso no sales ¡mira el lugar en donde estás! una oficina al fondo de tu casa, en el último rincón, con sólo un escritorio y un sillón, sin ventanas, sin adornos, todo es gris obscuro ¡tienes miedo de ti misma!-
-¡basta! ya me viste, ya puedes estar tranquilo ¡no cabe duda de que eres tan parecido a mi! tienes el corazón lleno de maldad, seguramente serás mucho peor de lo que yo soy. Nada más tenemos de que hablar, tú no me conoces, y no intentes hacerme creer que lo haces-
-te molestas porque sabes en el fondo que tengo razón. Sólo quería demostrarte que yo también puedo herir a la gente tan fácilmento si me lo propongo, pero a diferencia de ti ¡yo no sé por qué lo hago! debe de ser tu sangre que fluye por mis venas, pero después la sangre de mi padre llega a mi, y hace que me arrepienta ¡¿notas esa diferencia?! Yo me arrepiento siempre, pero tú ¡tú jamás te arrepientes de lo malo que has hecho!-
-mira Drake, no eres ni la mitad de malo que yo, tú no sabes lo que yo he hecho, y jamás podría compararse con tus maldades. Lo digo de verdad, no deseo que seas cómo yo, porque cómo dices, tú te arrepientes ¡y yo jamás!. Mejor será que te vayas de una vez, no tenemos más de que hablar ¡vete y ya no vuelvas!-
¿por que ya no quieres que vuelva?- Veo que, al igual que todos ¡también tú me odias! si antes no lo hiciste, ahora que me conociste, ya me odias-
-no Drake, no te odio y jamás lo haré. Entiende, estar cerca de mi te hará daño, te convertirás en un ser más perverso que yo, y no lo quiero, alejate de mi y busca dentro de ti el lado bueno, la sangre de tu padre corre por tus venas, aferrate a ella ¡todavía hay una esperanza para ti! Ahora vete de una vez-
pero yo, por favor no me alejes de ti-
-¡he dicho que salgas de aquí o llamaré a Joe!-
-está bien. Me alegra haberte visto y haber hablado contigo madre, quiero que sepas que aunque por un lado te odio por heredarme tu maldad, por habernos abandonado y por haber disparado contra mi padre ¡por otro lado te amo porque eres mi madre! Y, también deseo que un día puedas arrepentirte, aunque sea en el último momento de tu vida ¡pero espero que puedas! Adiós madre-
Drake salió de la casa de Kate aún más lastimado y confundido de lo que ya estaba. Él no quería decirle que la amaba, pero salió desde adentro de su ser, fue algo que salió del corazón y sin pensarlo, pero era verdad. Aunque fuera mala, él no podría odiarla, ni desearle nada malo. Volvió a casa sin decirle a nadie a donde había ido, se lo guardó para él mismo.
Por su parte, Kate no entendía lo que le había pasado al estar frente al chico, jamás sintió amor, esa palabra no la conocía, y lo que por Drake sintió era algo que tampoco sintió antes, algo llamado compasión. Miró la maldad que fluia de su mirada y desde lo más adentro de su ser, pero también miró que en el fondo de sus ojos estaba la bondad, en sus palabras estaba ese amor ¡él no era malo, sólo estaba lleno de rencor y odio! pero eso no lo hacía malo, aunque lo pareciera. Kate sabía distinguir muy bien esas pequeñas diferencias, y deseó que su hijo no tuviera la misma vida que ella, deseó que su hijo pudiera vencer la maldad, y dejar salir al noble corazón que llevaba dentro. Tal vez por ser su hijo fue que sintió todo eso, y no le deseaba nada malo pues era una parte de ella. Pero por otro lado, sintió coraje y enojo por él, supo cómo intimidarla, y eso jamás nadie lo pudo hacer. Deseó que volviera, y esta vez lo llevaría con una de sus trabajadoras para que lo convirtieran en un hombre, que le pegaran una enfermedad de esas que ella suelen contagiar, y que el muchacho la pasara muy mal durante semanas o meses, eso sólo por haber encontrado las debilidades de ella. Y al momento se decía -no, no quiero que una de estas mujeres sea la primera con la que esté mi hijo. Pero lo merece el muy manipulador, aunque es sólo un niño, pero bastante inteligente- Ni ella misma sabía si quería lo bueno o lo malo para él, pero de lo que estaba segura, era de que no quería que siguiera sus pasos, no deseaba esa vida para él.

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