sábado, 20 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #23

Drake salió casi arrastrandose por el suelo, en ese momento su cuerpo le pesaba tanto que apenas si podía moverlo. Nadie lo siguió, Adam y James fueron ambos a sus habitaciones, y Lee volvió a la cocina a limpiar todo lo que se había ensuciado, y aunque deseaba ir a su lado y consolarlo, sabía que en ese momento el chico de mirada triste nesecitaba estar a solas.

Drake caminaba por las calles sin rumbo alguno, pasó toda la noche perdido en sus propios pensamientos y hundido en su dolor que ni cuenta se dio de que había amanecido. Otra vez se tendió sobre el pasto y ahí pasó la noche. Apenas había salido el sol cuando Drake sintió que alguien tocaba su hombro suavemente y a la vez le decía -despierta Drake- Poco a poco abrió los ojos, y se encontró con que esa persona que le llamaba era Valeria.

-pero ¿que haces aquí?- preguntó la chica un tanto desconsertada.
-creo que me quede dormido mientras pensaba-
-¿pasaste aquí toda la noche?-
-eso creo. Y tú ¿que haces a estas horas en el parque?-
-siempre vengo a comprar el pan por la mañana, y hoy salí un poco antes de casa, cómo aún está cerrado me vine al parque a esperar a que abran. Miré a alguien recostado sobre el pasto, pensé que tendría frío pues estaba cubriendo su cuerpo y cabeza con las manos y por eso vine a despertarlo, pero al verlo de cerca me dí cuenta que eras tú. ¿Que ha pasado para que no llegaras a dormir a tu casa? anoche todos estaban muy contentos-
-tú lo dijiste, eso fue anoche ¡pero hoy ya no importa nada para mi!-
-cuentame lo que pasa Drake, noto la tristeza que refleja tu mirada, siempre está en tus ojos, pero hoy está más presente que nunca ¿que pasó?-
-en verdad ¿te importa lo que me pase?-
-claro que si. Yo sé que no somos muy amigos, y que casi no hablamos, pero te conozco desde que eramos niños, y de cierto modo te tengo cariño-
-Si. Cómo no si soy el hermano de tu novio, sólo por eso-
-no es verdad, no es sólo por eso, yo siempre he sentido cariño por tí y de alguna manera ¡tu dolor me duele!-
-¿por qué Valeria? no tendría porque dolerte mi dolor-
-es verdad, pero así es. Toda tu vida has sido muy solitario, tan falto de cariño, de apoyo y, aunque de un modo tú eres el responsable, es muy triste vivir así, y siento mucho que tu vida sea tan triste-
-tienes razón, yo alejo a todos de mi. Anoche traté de acercarme a mi padre ¿y sabes lo que conseguí?-
-no, ¿que hiciste?-
-estuve trabajando por un año para conseguir el dinero que mi padre perdió con el negocio de las lechugas. Pero cuando le dí el dinero, él no lo aceptó-
-pero ¿por qué? ¿cómo conseguiste tanto dinero?-
-con frijoles, y con la ayuda de Will Hamilton, los sembramos y los vendimos al triple de su precio pues cómo sabes, después de que inició la guerra subieron de valor. Pero mi padre no los quiso-
-no lo culpes Drake, conociendo cómo es él, era de esperarse que no los aceptara, ese dinero para Adam está manchado. Cree que tomaste provecho para ganar dinero a causa de la guerra, y no puedes decir que no es verdad-
-no lo niego, pero es un negocio, así son las cosas. Además pagamos el doble de lo que les hubieran pagado en otro lado. Pero tienes razón y tomé ventaje de esto. Y  ese es el pretexto de mi padre para no aceptar el dinero, pero lo conozco tan bien que sé que no fue esa la verdadera razón ¡no lo quiso porque viene de mi! y nada de lo que yo pueda darle será bien recibido- Drake decía las palabras con tanto dolor en ellas, sin darse cuenta de sus ojos brotaban las lágrimas cómo gotas de lluvía sobre su rostro. Valeria miraba la enorme tristeza en su mirada, lo herida que estaba su alma, y sentía tanto dolor por mirarlo sufrir de esa merana. Ella jamás había tenido un gesto amable con Drake, y no porque no quisiera sino porque él jamás permitía que se le acercaran lo suficiente para hacerlo, pero esta vez Valeria se acercó al chico de cabello castaño rojizo y lo abrazó, él sin darse cuenta respondió el abrazo, y lloró sobre su hombro hasta que sus lágrimas se acabaron. Valeria secó su rostro con sus dedos acariciando sus mejillas. Trataba de consolarlo, pero no había manera.
-ya no llores Drake, te hará daño si sigues así-
-es que él no me quiere, y no quiere nada que venga de mi ¿por qué no me quiere? yo no le hice nada para ganarme su desprecio ¡mi padre no me quiere y sin embrago él es lo que yo más quiero en la vida!-
-lo sé, no digas más. Claro que te quiere pero no le gusta demostrarlo-
-con James lo hace todo el tiempo, a él lo adora ¡yo no tengo la culpa de ser malo! está en mi sangre, no puedo evitarlo ¡no puedo!-
-no digas eso. Una persona que llora descosolada por falta de amor, no puede ser mala, al contrario ¡será aún más noble! tú tienes un corazón que vale oro, pero no te lo crees, y por eso sufres tanto, ¡basta con que tú lo aceptes!-


Así pasó un rato más consolando al chico, hasta que luego de un tiempo, las palabras parecieron hacer efecto, y Drake pudo calmarse, permanecieron en silencio por unos minutos, mientras seguía sentado en el pasto y recargado sobre el hombro de Valeria, ella acariciaba sus rostro y peinaba con los dedos aquel mechón de cabellos que le caía por la frente cubriendole el ojo.
-nunca me sentí de esta manera- Dijo Drake.
-de que manera?-
-así, protegido en los brazos de una mujer, jamás había sido acariciado por una mano femenina, nunca antes pude recargar mi cabeza sobre otra persona. ¿Cómo he logrado parar de llorar? creí que terminaría por secarme ¿cómo lo hiciste?-
-bien pues comencé a arrullarte para calmar tu llanto, eso es lo que se hace cuando un bebé llora, se le abraza, se le acaricia y se le canta una canción para que se calme ¡y mira que ha funcionado!-
-agradezco el gesto tan bonito que has tenido conmigo, creo que esa sensación que pasa sobre mi cuerpo no la volveré a sentir nunca más-
-¿que sensación?-
-la de sentirme seguro y querido en los brazos de una mujer-
-bueno, digamos que no está bien que yo lo haga porque soy la novia de tu hermano, pero seguro que cuando llegue la mujer de tu vida ¡te sentirás de nuevo así!-
-la mujer de mi vida, vaya, ella jamás llegará ¡nunca nadie podrá amarme porque soy malo!-
basta ya con lo mismo, deja de decirlo o te daré un jalón de orejas. Ahora ve a casa, y yo a la panadería, mi padre estará muy enojado porque me he tardado mucho, ya veré lo que le invento-
-yo no quiero ir a casa, no quiero ver a mi padre nunca más-
-No digas eso, tú lo quieres, y no debes de dejar de luchar nunca por conseguir su cariño, él te quiere, pero por alguna razón que yo no comprendo, te rechaza. Pero te lo puedo asegurar que no es por falta de amor sino por algo más. Has que olvide esa razón, y logra ganarte su cariño. Me voy, pero prometeme que irás a casa ¿si?-
-Está bien, te lo prometo. Gracias por tu compañía Valeria- 


Drake volvió a casa, y cómo todavía era temprano no había nadie levantado a excepción de Lee quién ya preparaba el desayuno. El chino miró a Drake entrar, y se dispuso a hablarle-
-Al fin llegas, me tenías preocupado-
-seguro que mi padre ni cuenta se dio de que no dormí aquí-
-no lo culpes, ha estado enfermo y se cansa pronto, se fue a dormir temprano y aún no despierta-
-¡claro! pero si fuera James el que hubiera salido tan noche, seguro que mi padre no dormiría de la preocupación-
-no comiences con lo mismo, mejor dime ¿quieres hablar de lo de anoche?-
-no, creo que no por ahora Lee-
-entiendo, estarás muy molesto con todo esto-
-mucho ¡no pensaba volver a casa más!-
-¿que te hizo cambiar de opinión?-
-Valeria, me la encontré hace un rato y platicamos, de no ser por ella no hubiera vuelto-
-pues me alegra que la hayas visto, hubieras hecho mal si no regresabas, y te arrepentirias después-
-no lo sé, ni tengo idea de por que volví pero no quiero pensar en nada. Necesito dormir un rato, mi cabeza está por explotarme-
-si, descansa. Pero después tú y yo hablaremos jovencito-
- así será Lee, ahora me voy a mi habitación-


Drake se fue, y Lee notó en su mirada que esa luz que brillaba con fuerza los últimos meses, había desaparecido. En sus palabras se le escuchaba devastado, y temía por lo que pudiera pasar con ese chico tan solitario y necesitado amor, temía que toda esperanza que aún veía en él hubiera acabado definitivamente para Drake. 

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