A
últimas fechas, James estaba muy confundido con entrar a la universidad,
deseaba irse de Salinas, pero cada domingo en la iglesia se sentía más
cerca de Dios, y gracias al reberendo de ella a James se le había
metido en la cabeza la idea de consagrar su vida a Dios. Por una parte
era verdad que amaba a Valeria, y que quería más que nada unir su vida a
ella, y tener una hermosa familia, pero también deseaba estar alejado
de todo lo malo que podía rodearlo, y sentirse cerca de Dios, la manera
más correcta era seguir los pasos del reberendo Schultz, quién de cierto
modo era el que había lo había entusiasmado. Cada domingo para
James era único, estar en la iglesia, y ayudar le agradaba mucho.
Justo cuando las clases terminaron y el momento de decirle a su padre que ya había terminado la preparatoria llegaba, James estaba más seguro de lo que quería. Por la tarde habló con Valeria.
Justo cuando las clases terminaron y el momento de decirle a su padre que ya había terminado la preparatoria llegaba, James estaba más seguro de lo que quería. Por la tarde habló con Valeria.
-pero ¿y donde queda todo ese amor que nos hemos tenido?-
-mira Valeria, no te voy a decir que ya no te amo, porque sería mentir, eres la única mujer de mi vida, y siempre lo serás ¡pero yo necesito darme esta oportunidad! tengo que ver si en verdad es mi vocación, por eso he decidido no ir a la universidad y entrar de seminarista. Entonces me daré cuenta de si esta es la manera en la que yo deseo servir a Dios, o si es que quiero seguir con mis planes de casarme contigo y hacer una familia-
-yo no quiero, pero no puedo obligarte, si tú dices que lo necesitas, entonces te entiendo y te apoyo, aunque no estoy de acuerdo con tu forma de pensar-
-yo lo sé, y por eso te lo agradezco más-
-¿que pasará con tus estudios? tanto que trabajaste este año, y también Drake y Lee trabajaron fuerte para apoyarte, y tú no has pensado en ellos ¡sólo en ti!-
-yo lo siento, pero no puedo hacer nada más. Hoy antes de la cena hablaré con mi hermano, sé que se molestará, pero no cambiaré de opinión-
James acompañó a Valeria hasta su casa, se despidió y volvio a la suya. Eran casi las ocho, y todos lo esperaban en casa, Adam había preparado todo para una cena inolvidable, Lee cocinó su comida favorita, la casa estaba adornada, y hasta Drake había ayudado con todo para que saliera perfecto. Adam estaba tan feliz, y Drake no recordaba verlo alguna vez así, aunque no fuera por él pero Drake estaba feliz también, y no quería que nada acabara con la dicha de su padre. James estaba tardando, y el chico de pecas se sentía preocupado pues bien sabía que a últimas fechas James comenzaba a dudar, no hizo falta que el rubio lo mencionara, pues Drake lo conocía muy bien e imaginaba que su hermano camibiaría de opinión en el último momento. Para ser el primero en mirarlo llegar y asegurarse que James no acabaría con la dicha de Adam, Drake se quedó afuera en los escalones de la entrada esperando a su hermano. Pero James no volvió a casa luego de dejar a Valeria, sino que estando ya por llegar quiso caminar y pensar, no quería ir a casa pues sabía que esto molestaría a todos. Adam se quedó en la mesa esperando a su hijo con la cena en la mesa, y debido a que a últimas fechas se sentía muy cansado, se quedó dormido en la silla del comedor casi a media noche. Drake miró a su padre quedarse dormido, y entonces toda la furia y la ira se apoderaron de él. Se preguntaba que era lo que pasaba por la cabeza de James, pues su padre no se podía sentir más orgulloso ni darle más muestras de amor que las que ya le daba, y mientras a él no le daba ni una insignificante muestra de cariño o de orgullo, pero el muy egoista solo pensaba en él y en su sentir, no se preocupaba por su padre, por su hermano o su novia, para él el único esfuerzo y sacrificio que valía la pena era el suyo, mientras que Drake hacía el sacrificio más grande para que su padre se sintiera feliz, pero el muy tonto de su hermano nada valoraba. Se decía que no quería perder la paciencia, pero si James le salía con una de sus tonterías sería capaz de romperle hasta los huesos. Casi a las cinco de la mañana James apareció, y se sorprendió de ver a su hermano sentado sobre los escalones del jardín.
-¿que haces aquí?-
-estaba esperando a que llegaras-
-no veo por qué-
-¿que pasa contigo James? sabías que te estaríamos esperando ¿por qué no llegaste?-
-pues no sentía ganas de llegar. Yo sé que te prometí ir a la universidad, pero estos últimos meses he pasado por cosas, y he pensado en si en verdad quiero hacer esto-
-¿que quieres decir?-
-tal vez quiero irme de seminarista, tal vez no quiero ir a la universidad-
-a ya veo. ¿y que es lo que harás entonces?-
-no lo sé, pero creo que no quiero irme a la universidad, estaré lejos y solo, sé que no será fácil-
-nadie dijo que lo sería, pero te has esforzado todo este año para conseguirlo, y ahora que lo has logrado te arrepientes ¡de verdad que no te entiendo James! Daría lo que fuera por ser cómo tú, pero no puedo, y ahora sales con esto ¡me dan ganas de hacerte entrar en razón!-
-y ¿cómo lo harás?-
-no me preguntes eso, irás a la universidad ¡si es necesario te llevaré arrastrando, pero tú irás!-
Los gritos se estaban haciendo presentes, y enseguida Lee salió para calmar a los chicos antes de que despertaran a Adam.
-¡basta a los dos! van a despertar a su padre ¿por qué los gritos?-
-oh Lee que bueno que has salido por que yo estaba por ¡por matar a este idiota!-
-¡Drake te ruego que no te expreses de esa manera!-
-lo siento, pero es que ahora estoy muy molesto y si me quedo, yo lo ahorcaría ¡mejor será que me vaya!-
-espera, ¿a donde vas si ya casi amanece?-
-no lo sé, a donde sea ¡donde no le tenga que ver la cara a este egoista! espero que tú lo hagas entrar en razón, de lo contrario no sé de lo que seré capaz-
Drake salió de su casa hecho una furia, y desapareció en un instante. Lee se quedó a solas con James, y ya imaginaba que era lo que hizo que Drake se fuera tan molesto, pero trataba de no perder la calma.
-ahora dime ¿por que Drake está tan enojado?-
-porque le he dicho que no quiero ir a la universidad-
-y eso ¿por qué?-
- porque no sé si es lo que quiero hacer, tal vez quiero ser seminarista-
-sólo ideas que te mete ese hombre en la cabeza y hace que te confundas. Todos estos años has querido crecer y acabar tus estudios para casarte con Valeria, y ahora que estás más cerca de lograrlo ¡sales con que dudas! y todo porque ese hombre ha logrado confundirte. Te conozco y sé que en el fondo no quieres tomar ese camino, tienes miedo a irte lejos de casa y a estar solo, pero lo quieres. Además no puedes hacerle esto a tu padre-
-no quiero, pero nadie piensa en mi-
-lo hacemos, y por eso te hemos apoyado, pero eres tú quién no lo entiende. Si entras en casa verás a tu padre dormido en una silla del comedor, esperando por ti, y con la cena sobre la mesa, adornos por todos lados, y un regalo que mando a hacer para ti. Él se enteró hace unas semanas de que ibas a acabar tus estudios antes de tiempo, estaba tan orgulloso de tí, la alegría se le salía por la piel, y desde entonces estaba planeando una cena para tí James, un regalo que no pudieras olvidar, esperaba que este día fuera inolvidable, pero tú lo echaste todo a perder, todo por tu egismo y tus dudas-
-yo no sabía esto, y lamento que mi padre. Yo-
-no digas más, ahora entra a casa, y cuando tu padre se despierte le inventarás cualquier cosa para justificar que llegaste tarde, puedes decirle que llegaste a media noche, a esa hora él ya estaba dormido. Le dirás que te vas a la universidad, y que estás feliz por eso, cuando llegue el momento te de irte, lo harás, y estudiarás mucho, sacarás buenas calificaciones y harás que valga la pena todo el esfuerzo que hemos hecho por tí ¿te ha quedado claro?-
-si muy claro. Veo que no tengo otra alternativa-
A James no le quedó más remedio que hacer lo que Lee le dijo, y unas semanas después se fue a Stanford.
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