jueves, 4 de julio de 2013

East of Edén - Capítulo #15

Al día siguiente, muy temprano Drake fue al gimnasio donde estaba entrenando  Will Hamilton y todos los hombres de mediana edad, los mantenían en forma por si acaso  se necesitara recurrir a ellos para ir a la guerra. Drake quiso entrar pero el hombre que estaba en la puerta no lo dejo pasar, entonces se metió por la parte trasera e hizo sonar la alarma de incendios que se encontraba ahí, todos los hombres salieron rápidamente, y él aprovechó para acercarse a Will, pues le urgía contarle lo que tenía en mente, y eso de esperar nunca había sido algo que le gustara.
-señor Hamilton ¿podemos hablar?-
-a eres tú muchacho, salgamos de aquí, ha sonado la alarma de incendios-
-no se preocupe, la he tocado yo, es que quiero hablar con usted, ¿puede?-
-está bien, vaya que eres un loco, lo supe desde que te vi tirar esos hielos, anda vamos-
-muy bien, gracias-
Will y Drake caminaron hasta los baños del gimnasio, y ya que todos salieron por la alarma, estos estaban solos. Will comenzó a darse un baño mientras escuchaba a Drake.
-entonces te escucho chico-
si. Pues verá, ya sabe que mi padre lo ha perdido todo con lo de las lechugas, y pues yo quiero hacer algo para recuperar el dinero que ha perdido-
-¿y tú que puedes hacer si sólo eres un niño?-
-no soy un niño ¡tengo 16 años! Yo lo escuche hablar con mi padre aquella vez en la fábrica de hielos, y usted le decía que si quería hacer un buen negocio y que dejara mucho dinero, entonces debería de sembrar frijoles o habas, y eso es lo que yo quiero hacer-
-es verdad, subirán al triple de sus precio, ¡o hasta más! estamos por entrar en guerra, y todo subirá de precio, sobre todo aquello que puede preservarse por mucho tiempo, y ahora es cuando más conviene invertir en frijoles por ejemplo ¡cuando hayan crecido ya su precio será aún mayor! y los que tengan sus sembradios podrán venderlos muy caros, la gente deberá comprarlos pues es lo que más se podrá comer-
es verdad ¡y yo lo que quiero es mucho dinero para devolverle a mi padre lo que perdió! pero ¿cómo está tan seguro que si vamos a entrar en guerra también nosotros?-
-chico, lee los periódicos, ya todos hablan de eso. Además yo tengo contactos con el departamento de compras, ellos ya me lo han hecho saber. Se lo que digo, es posible que no pasen más de unos días cuando nosotros también ya estemos en la guerra-
-está bien, y ¿cuanto dinero necesito para sembrar?-
-ahí está lo malo, que un chico de tu edad jamás podría conseguir ese dinero. Admito que tienes determinación, y buen ojo para los negocios, pero a lo mucho sólo podrías conseguir una pequeña participación si es que consigues reunir cien dolares-
-pues ¿cuanto dinero necesitaría en total?-
-al menos cinco mil-
-¡¿qué?! eso es demasiado-
-te lo dije, una cosa es soñar, y otra hacer frente a los números, conformate si consigues los cien, yo te conseguiría esa participación, podrás ganar lo suficiente para tus gastos-
-¡no! yo quiero todo, ya buscaré la forma para conseguirlos ¡puede estar seguro que conseguiré los cinco mil!-
-¿y cómo lo harás?-
-ya veré cómo, pero los voy a conseguir. ¿cuáles serían las condiciones?-
- conozco a unas personas que estás dispuestas a rentar sus tierras para sembrar, con la condición de que se les dé el doble de la paga normal, y aún así restaría mucho dinero-
-está bien, usted consiga que le renten sus tierras, que yo conseguiré ese dinero-
Drake regresó a casa, y pensó que la única persona que contaba con esa cantidad, era su madre, y ya que él jamás le había hecho nada, podría ella prestarle el dinero a cambio de todos los años que no estuvo a su lado. Aunque no la conocía y no sabía si ella aceptaría prestarle ese dinero, pero él debía de conseguirlo, tenía que devolverle a su padre todo lo perdido. No había nadie en casa, sólo se encontraba Lee preparando la cena, pero miró a Drake bastante pensativo, así que se acercó para preguntarle lo que tenía en mente.
-ahora ¿que es lo que tienes? andas muy pensativo-
-nada, sólo estoy un poco preocupado-
-¿ por qué, te ha pasado algo?-
-no, no es eso. Pero es que me preocupa que mi padre haya perdido todo su dinero en el negocio de las lechugas, y ahora ya no tiene nada, yo quisiera poder regresarle ese dinero perdido, pero me es muy difícil hacerlo-
-pues claro, ha perdido quince mil dolares, tú no podrías conseguir ese dinero de ninguna manera-
-tal vez si, tal vez si pueda-
-¿cómo? ¿acaso tendrías que matar a alguien?-
-claro que no, pero sé de un negocio en el que puedo tener muchas ganancias-
-¿que clase de negocio?-
-sembrar frijoles, la guerra hará que sean indispensables, y cómo será lo más vendido ¡subirá de precio! invertir en su siembra no es caro, y para dentro de unos meses habrán subido demasiado de precio, tanto que le ganaría tres veces lo que le invertiría, o tal vez más-
-si leí sobre eso en los periódicos, creo que es un buen negocio, pero resultaría un tanto provechoso, sacar ventajas sobre la guerra, no lo sé. Y ¿cuanto ocupas para poder invertir en ese negocio?-
-ahí está el problema, necesito cinco mil dolares, y cómo ves es mucho. Por eso he pensado hablar con mi madre, ella lo tiene y creo que sería justo que me los prestara, yo se los devolvería después cuando haya sacado las ganancias ¡tengo que intentar hablarle y pedirle ayuda! es que no cuento con nadie más que tenga tanto dinero, aunque no quiera tengo que recurrir a ella-
-no me parece bien, además ella no es de fíar, no es bueno que le hables Drake. Y otra cosa, te equivocas, ella no es la única que cuenta con esa cantidad, sé de alguien más-
-¿a sí, quién? le pediría ayuda a cualquiera que quisiera prestarmelo, sólo quiero ayudar a mi padre-
-eso lo  sé. Mira, yo he trabajado con tu padre por muchos años, he vivido en su casa, ahí he comido, no tengo gastos, y antes trabajé en otros lugares. Todos estos años he guardado dinero para abrir una librería, era mi sueño, pero con el tiempo eso ha dejado de tener importancia para mi, lo quiero hacer pero no tengo prisa. Cuento con cinco mil dolares si los quieres-
-¿es en serio?- ¿los tienes, me los prestarás?-
-claro que los tengo, es el dinero que guardo para abrir mi librería algún día, pero no tengo prisa, eso puede esperar cómo te digo, así que puedo prestartelos si los necesitas-
-pues claro que si ¡muchas gracias Lee! con esto podré ayudar a mi padre, le demostraré que yo también puedo hacer las cosas bien ¡verás lo orgulloso que estará de mi!.
 

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