miércoles, 31 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #30 (un nuevo inicio)

Lee miró lo serio que estaba Drake, lo que decía, en verdad sentía que era lo mejor, y claro que se enojó mucho.
-¿me estás hablando en serio?-
-si, jamás podría bromear con algo así, creo que lo mejor sería si mi vida acabara justo ahora-
-no digas eso ¿quién te crees tú? dices que porque haces todo mal, lastimas a la gente y eres infeliz ¡mereces morir! pues estás equivocado, que fácil sería acabar con todo de esa manera ¡te quieres ir por el camino más fácil! pero, escuchame bien ¡ese camino lo toman los cobardes! y podrás ser muchas cosas, pero no un cobarde. Es momento de que te enfrentes a tus errores, de que comiences a responsabilizarte por tus acciones. Ahora tu padre está mal, y me temo que con lo pasado con James su salud va a empeorar, ya sólo te tiene a ti, es tiempo de que pienses en los de más ¡suicidarse! ni se te ocurra seguir pensando en esas cosas, porque antes de que tú intentes hacerlo ¡primero te mato yo con mis propias manos! ¿me has escuchado?-
-Si Lee. Tienes razón, es el camino más fácil de tomar, pero no el correcto. Me haré cargo de mi padre, y haré las cosas bien ¡ya es momento de hacerlo!. Pero no me dejes solo, yo sé que no será fácil, necesitaré de tu ayuda, o de lo contrario no podré ¿me ayudarás?-
-claro que si, siempre lo he hecho, y ahora más que nunca-
-Sé que mis palabras no tienen valor pero, Lee te lo prometo ¡esta vez lo haré bien! ya no quiero dañar a nadie más ¡estoy tan arrepentido, y sé que de nada sirve! ayudame Lee, ayudame a vencer el mal ¡ya no quiero sentir el dolor que me ha acompañado toda mi vida! quiero sentirme libre ¡quiero ser un buen hombre!-
-lo serás, yo siempre he confiado en que así será, demuestramelo y vence la maldad ¡nunca pierdas las esperanzas!-
Pocas veces Drake necesitaba un abrazo, y en rara ocasión Lee lo llegó a hacer, pero ahora lo hizo, abrazó al chico y lo consoló por un buen rato. Después de eso Drake se sintió mucho mejor, aunque ya no podría sacarse de la cabeza el rostro de su hermano al estar frente a su madre, y la mirada que tenía la última vez que lo vio. El daño que le causó a James jamás podría remediarse, su hermano no sería el mismo nunca más, eso si es que regresaba de la guerra, ya que muchos morían en ella. 


Cómo lo dijo Drake, él comenzó a cambiar, se esforzaba por hacer bien todas las cosas, por no cometer errores, por no volver a lastimar a nadie, y sobre todo por cuidar de su padre. Adam pasaba casi todo el día dormido, por las mañanas mientras Drake estaba en la escuela Lee cuidaba de él, más tarde Drake lo cuidaba.
Pasaron varias semanas, y durante ellas sólo habían recibido una carta de James, algo corto, sólo le decía a Adam que estaba bien y que no se preocuparan por él, que estaría escribiendo cada vez que tuviera tiempo. Sin embargo sólo una vez habían tenido noticias del rubio. Lee se sentía muy solo, pues Valeria siempre estaba para hacerle compañía, incluso cuando James estaba en la universidad, ella iba aunque no tan seguido, desde que James se fue ella no había ido a su casa. Lee le pidió a Drake que buscara a la chica y que le pidiera que fuera a visitarlo, pues la extrañana mucho. Aunque varias veces la miraba entre las clases, Drake no podía hablarle pues ella se daba la vuelta, lo evadía, por alguna razón no quería verlo, y él pensaba que era por que lo culpaba con lo pasado con su novio, aunque ella no supiera que en realidad si era el culpable.


-En verdad lo he intentado, pero ella no se acerca a mi, si me mira se da la vuelta ¿que quieres que haga?-
-si se da la vuelta, entonces siguela hasta donde vaya. Drake, necesito verla, para mi todo esto también ha sido muy difícil, y esa niña es la única que logra entenderme, que me hace sentir bien ¡por favor has que venga!
-está bien, la buscaré y hablaré con ella mañana mismo, no sé que haré, pero ella vendrá. Ahora no dejes de cuidar a mi padre, sabes que tengo que quedarme después de clases a ensayar para el desfile en honor a los soldados de guerra, pero en cuanto salga regreso a casa-
-tú ve tranquilo, yo cuido bien a tu padre-


Al día siguiente Drake miró a Valeria, y cómo era ya su costumbre, pensó que ella se daría la vuelta, pero no, se quedó ahí parada, lo observó por un momento y luego cruzó los brazos, miró que él se acercaba y esta vez ella se quedó.
-¿esta vez no huyes?-
-yo no huyo de ti, te lo repito, cuando estás molesto lo mejor es alejarme, y siempre que me miras lo estás, por eso me doy la vuelta-
-no sé cómo lo puedes notar ¿cómo lo haces?-
-pues tu mirada lo dice todo, y tu forma de pararte, no pareces estarlo pero tus ojos me dicen lo contrario-
-me conoces bien, es verdad que siempre estoy molesto-
-y ahora no lo estás, por eso no me fui-
-no, ya no estoy molesto. Primero lo estaba porque no querías hablar conmigo y eso me molestaba y otras cosas más, pero ayer hable con Lee y creo que olvidé mi molestía. Él quiere que vayas a casa a visitarlo ¿por qué ya no vas?-
-toma, abre mi libreta en la última hoja-
-¿para que?-
-sólo abrela-
-es una carta de James. -Querida Valeria, me temo que no soy tan bueno para ti cómo lo creía, mi madre está viva, y es una prostituta y dueña de un burdel en Monterey, no te merezco. Lo mejor que puedo hacer es alejarme, ir a la guerra y tratar de hacer el bien por mi país, solo así tal vez Dios perdone los pecados de mi madre, y los mios propios. Por favor no vayas a visitar a mi padre. Te quiero. James-
-Pues ya lo sabes ¡por eso se fue!-
-no entiendo bien cómo pasó, pero adivino que tú tuviste que ver en todo esto-
-y ¿no estás enojada conmigo por haberlo hecho?-
-no soy nadie para juzgarte. Me gustaría que hablaramos bien de esto, pero tienes que ir al ensayo-
-mañana no habrá ensayo, podemos vernos a la salida, tal vez te puedo acompañar hasta tu casa y cargar tus libros-
-me parece bien. Y dile a Lee que en cuanto pueda iré a visitarlo-
-muy bien ¡nos vemos mañana!-


lunes, 29 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #29

Varias horas pasaron antes de que Drake abriera los ojos de nuevo, aún no salía es sol, pero la luz del día ya se estaba asomando. El chico se levantó, y su cabeza le daba vueltas y al mismo tiempo le dolía todo el cuerpo, algo débil salió de ese lugar, anduvo por Monterey dando vueltas por horas hasta casi el atardecer. 
Por otro lado, Adam estaba muy preocupado pues James no había llegado a dormir, de Drake no supo si llegó o no pero no le preocupaba, sólo James pues era domingo y ese día volvía a la universidad. De tanto preocupación Adam se sentía peor que en las últimas semanas, su cabeza no paraba de dar vueltas, a la vez que sentía fuertes punzadas justo arriba del ojo izquierdo, y tan mal estuvo que pasó casi todo el día dormido. Eran ya las ocho de la noche cuando Drake volvió a casa, ahí estaba Lee esperando cómo siempre, y tal vez era intuición, o es que lo conocía tan bien, pero sabía que si James no había llegado a dormir era a causa de Drake, al verlo llegar con algunos moretones en la cara aún  estuvo más seguro.
-¿que pasó Drake? ¿que ha pasado con James? no vino a dormir, y no ha vuelto hoy-
-yo que sé donde está, no soy su nana-
-pero sabes porque no ha venido ¿que hiciste?-
-ahora no Lee, no me siento bien-
-con los golpes que traes encima no esperaba menos. Tu padre está muy preocupado ¿que sabes de tu hermano?-
-se preocupa porque él no llegó a dormir pero no se dio cuenta de que yo tampoco vine ¿cierto?-
-James tenía que tomar el tren de regreso hoy, y si se fue sin despedirse debe de ser por algo grave-
-está bien, si ¡hice algo muy malo!-
-vamos a tu habitación, te curaré esas heridas, y después me contarás lo que has hecho-


Lee curó los golpes de Drake mientras guardó silencio, pero después volvió a preguntar.
-¿que hiciste? James nunca hizo algo así-
-Lee, tú sabes que yo no quiero ser malo, pero al fin de cuentas lo soy y, anoche hice la peor de mis maldades ¡la peor! la más cruel de todas-
-ya dime que es lo que has hecho-
-Supiste que anoche peleamos porque dijo que yo quería robarle a Valeria, ¿cierto?-
-si, ¿que pasó luego?-
-pues que me dijo que mi padre y él no me querían cerca de ellos cuando se fueran a vivir al rancho, y yo le pregunté a mi padre si era verdad ¡esperaba que James sólo lo hubiera dicho porque estaba molesto! pero no, él me dijo que lo mejor era que yo costruyera mi casa en otra parte del rancho o que me quedara aquí, entonces yo me volví a llenar de odio ¡odie a James cómo nunca antes lo hice! En la plaza lo encontré, y entonces lo decidí, sin pensarlo, sólo lo hice-
-¿que, que hiciste?-
-lo llevé con ella ¡los puse frente a frente!-
-¿por qué lo hiciste?-
-por celos, por coraje, envidia, odio ¡no lo sé!-
-¿que hizo James?-
-pues se sorprendió, creo que perdió la razón. Yo los deje en la casa y salí. Esperé afuera un rato, James salió después ¡pero su mirada había cambiado! cuando intenté acercarme a él, comenzó a tirar de golpes, y yo no me defendí pues lo tenía merecido. Luego apenas pude darme cuenta de que se alejaba, pero no supe a donde iba-
-tal vez volvió a la universidad sin avisar pues estaba molesto, de no ser así no tengo idea de lo que pudo hacer. Drake tú lo has dicho, esto ha sido lo peor, lo más bajo y cruel, y no sé que consecuencias tenga esto en James, él no podrá soportar todo esto, espero que esté bien. Ahora sólo resta esperar noticias suyas, y ojalá lleguen pronto porque a tu padre no le hace bien tanta preocupación-
-¿ha estado mal otra vez?-
-pues si, hoy estuvo más mal que lo que ha estado antes, y eso me preocupa ¡por favor ya no le des más preocupaciones! piensa en su salud primero-


Al martes siguiente Adam volvía del trabajo en la oficina de reclutamiento, aunque se sentía muy mal no quería dejar el trabajo, entonces recibió un telegrama, quiso leerlo pero su vista no lo permitía, uno de los presentes se ofreció a leerla, y después de escucharla, Adam cayó al piso, pues se desmayó al escuchar lo que decía ese telegrama. Le tomó unos momentos reaccionar, y al sentirse un poco mejor volvió a casa. 
Lee esperaba a Adam, pues ya no quería que fuera a trabajar, su salud estaba muy mal. Lo miró llegar, su rostro estaba pálido, Adam miró al chino sorprendido y preocupado, le sonrió incrédulo y le dijo.
-no se por qué me pasó eso, tan sólo todo me dio vueltas y se puso negro, jamás me había pasado pero, bien dicen que siempre hay una primera vez-
-¿de que habla Adam?-
-mira esto Lee, le he pedido a uno de los trabajadores del reclutamiento que lo leyera por mi, sabes que no puedo leer nada-
-es un telegrama-
-anda lee, quiero escucharlo de nuevo, quiero entender-
Lee leyó el telegrama, y entonces también lo entendió.
-Querido padre, no puedo volver a la universidad pues no es lo mío, he decidido enrolarme cómo soldado de guerra. No te preocupes por mi, estaré bien. Te escribiré siempre que pueda. James.- Y  el telegrama termina ahí.
-no entiendo por que ha ido a la guerra, aún le faltan poco menos de un año para los 18, no sé cómo han podido aceptarlo ¡no sé por qué lo hizo! si lo tenía planeado ¿por qué no decirlo? ¿por qué irse sin avisar?-
-eso sólo él lo sabe, Adam vaya a descansar, no se ve bien-
-lo haré porque en verdad me siento mal-


Adam fue a su habitación  y se quedó dormido. Drake ese día llegó tarde pues había ensayo para un desfile hecho para los soldados que estaban en la guerra. Cuando el chico llegó se encontró con Lee sentado en la cocina, y con una mirada muy seria.


-Te estaba esperando-
-¿para qué? ¿cómo está mi padre?-
-muy mal, ha tenido un día pésimo, y ahora duerme-
-¿por qué? ¿que pasó?-
-mira, lee esto y saldrás de dudas-
Drake tomó el telegrama y lo leyó, sintió cómo su respiración se volvía pesada, y cubrió su cara con las manos, para luego darse pequeños golpes con los puños en su cabeza, permanecía en silencio.
-Adam no sabe por qué ha decidido hacerlo, pero tú y yo si lo sabemos-
-una vez más, toda la culpa es mía ¡yo soy el culpable de todo lo malo que pasa aquí! Sé por que me miras así, lo haré ¡le diré a mi padre lo que he hecho!-
-nada me gustaría más que lo hicieras, y que asumieras tu responsabilidad en todo esto, pero él no está nada bien, creo que un disgusto más pueda hacerle mucho daño, por su salud será mejor que no digas nada, o al menos por ahora-
-¿por qué? ¿por qué soy tan malo Lee?  ¿por qué hago cosas tan crueles?-
-esa respuesta te la he dicho muchas  veces, y de sobra la sabes. Drake esta vez me temo que las consecuencias sean fatales, es de esperarse si llega a pasar ¡James tan sólo es un niño! no sabe de violencia ni maldad, me temo que estará pedido en ese lugar-
-ya no lo soporto ¡no soporto vivir de esa manera! creo que debería de acabar con esto de una buena vez ¡sería tiempo de pegarme un tiro en la cabeza! o de tomar cianuro, aventarme contra las vias del tren, o lo que sea ¡es momento de ponerle fin a esta vida tan llena de maldad! ya no soporto más Lee, tal vez eso sea lo mejor-
   

viernes, 26 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #28 (la decisión de Drake)

-¿A donde vas?- Preguntó Drake a su hermano.
-a casa, y no te pregunto a ti a donde vas, seguro que al bar, pero no me importa puedes ir a donde quieras, me da lo mismo-
-James, me gustaría mostrarte algo ¿quieres ir a verlo?-
-no, nada que me quieras enseñar puede importarme-
-a es que tienes miedo ¿le temes a la verdad?-
-¿de que verdad estás hablando?-
-de una que te gustará ver ¡vamos!-
-no, no voy contigo a ningún lado, ya no confío en ti-
-entonces si ¿tienes miedo de lo que te puedo mostrar?-
-¡dije que no! nada de lo que tú puedas mostrarme puede darme miedo, no me asusta-
-entonces vamos, anda y sigueme-
-está bien, más te vale que valga la pena-
-te lo aseguro, lo que verás te va a sorprender-


Los dos mellizos caminaron juntos, Drake tomaba a su hermano del hombro, el chico rubio caminaba lentamente y desconfiado, al fin de cuentas ¡temeroso! pero no quería demostarlo, sabía que lo que su hermano pudiera mostrarle sería algo malo. Ambos tuvieron que subir al tren, aunque esta vez no de polizontes cómo acostumbraba Drake, ya que James jamás haría algo así. Llegaron a la estación de Monterey, y James se preguntaba que era lo que podría haber ahí, pero permanecía callado, prefería no preguntar y saber la respuesta. Drake caminaba a su lado, con una sonrisa en el rostro, una sonrisa malévola y capaz de asustar al más valiente. Despues de caminar varias cuadras, llegaron hasta aquel sitio.


-¿que es ese lugar? parece un bar, pero es una casa-
-es un burdel disfrazado de casa hermanito-
-nosotros no podemos entrar ahí, apenas cumplimos 17. Yo no entraré-
-entrar es lo de menos, en cuanto me acerque y les diga que soy Drake Bell le avisarán a la dueña y nos dejarán pasar-
-¿conoces a la dueña? ahora te vienes a pasar las noches a un lugar cómo éste ¡que asco!-
-no, no vengo a eso, pero conozco a la dueña ¡ya verás de quién se trata! dejate de tus cosas y vamos a llamar a la puerta-


Drake tocó el timbre, y enseguida una chica abrió, el muchacho de sonrisa malvada pidió que avisaran a Kate que él estaba ahí. Los mellizos esperaron afuera unos minutos, luego volvió la chica y los dejó pasar. Drake jaló del brazo a James, y caminaron hasta el fondo de la casa y al final del pasillo se detuvieron. Lentamente Drake abrió la puerta que estaba justo frente a ellos, asomó la cabeza, y la mujer que estaba sentada frente al escritorio algo adormilada lo miró, aún sin saber por qué, en su rostro se dibujo una pequeña sonrisa, se levantó algo emocionada por la presencia de aquel muchacho, y con la voz ronca y débil que tenía debido a su avanzada artritis que acababa con sus fuerzas, se levantó, caminó hasta Drake, y le dijo conmovida -¡Drake! has venido-
Aquel muchacho vengativo, miró a su madre y le sonrió malvadamente, le hizo una seña para que detuviera su paso ya que se acercaba a él, le dijo.
-hola. No vengo solo, ¡mira!-
Y vio a su espalda, y el joven escodido detrás de la puerta no se acercaba, así que lo jaló de nuevo, y lo puso frente a él, y frente a ella.
-mira a quién te he traido. Madre ¡él es tu otro hijo, James! el que representa todo lo bueno, lo puro ¡el hijo perfecto!-
Ambos se quedaron mirándose a los ojos, sorprendidos, asustados y confundidos. Ninguno se movía, sólo se miraban, James parecía haber visto a un fantasma, o peor aún, a un monstruo, a la criatura más horrible que pudiera existir. Por su parte Kate, lo miraba avergonzada, nunca sintió vergüenza de ella misma pero, por primera vez la sintió al tener frente a ella a su hijo, aquel que la miraba con horror. Apenas con un hilo de voz logró decir -¿por qué Drake?- para luego bajar la mirada, no podía ver a su hijo a los ojos, y James no podía dejar de mirarla con horror y asco. Al ver que ninguno decía nada, Drake se enojó aún más y gritó-
-¡James ahí está tu madre! ¿por qué no le das un abrazo?-
pero no obtuvo respuesta y, lleno de furia empujó a James junto a Kate, ambos cayeron al piso, e hizo que uno al otro se miraran a los ojos y se tuvieran frente a frente. Cómo era de esperarse, ninguno de los dos sabía que hacer, Kate gritaba desesperada y llamaba a Joe, James le decía a Drake que lo dejara salir de ahí, estaban al borde de la locura, pero Drake cerró la puerta dejándolos encerrados, mientras adentro madre e hijo perdían la razón. Al cerrar la puerta todavía escuchaba los gritos ahogados de esas personas, los cuales se perdían entre las voces de toda la gente que en el bar se encontraba. Nadie llegaba para ayudarlos, no los habían escuchado, seguían ahí encerrados, volviendose locos, mientras Drake dejaba de escuchar sus gritos, sus voces, y a la vez sentía cómo su corazón se incendiaba por dentro una vez más, lo había hecho ¡al fin lo había hecho!. Después de unos minutos fue hasta la salida, y se sentó en los escalones de la entrada. Cómo era su costumbre, se sentía mal por lo que había hecho, sabía que el daño causado jamás podría repararse, que las consecuencias podrían ser las peores, y se odiaba a si mismo por haberle causado tanto daño a James pues no lo merecía. Preocupado por saber lo que pasaba adentro, y esperando ansioso a que su hermano saliera, seguía Drake esprando afuera. Un momento después el chico de ojos azules salía, caminaba junto a su hermano pero sin voltear a su alrededor, llegó hasta la parte trasera de la casa sin ver a donde iba, hasta que Drake lo siguió, le habló, pero James ya no era James, había perdido por completo la razón, su mirada era la misma que la de un demente. Al ver que su hermano no lo miraba se acercó más a él, lo tocó por la espalda y lo llamó de nuevo, pero esta vez al sentir la mano de aquel que se decía ser su hermano, James volvió la vista atrás, miró a Drake, y lo supo ¡esos eran los ojos que había visto unos minutos antes en aquella oficina! Kate estaba dentro de él. Apenas si Drake estaba por abrir la boca para decir algo, pero no pudo ya que James tiró un golpe directamente al ojo del chico con el rostro cubierto de pecas, él sólo se tambaleó un poco, pero se quedó quieto, James tiró otro golpe más, ahora justo en el labio inferior, el cual comenzó a sangrar. Se decía que bien lo merecía, que merecía que su hermano lo matara a golpes por haberle provocado el peor de los dolores, y por eso no se defendía, ni decía nada, James estaba tan lleno de odio, algo que nunca antes sintió, pero que por primera vez estaba en él pues toda su vida vivió engañado adorando y admirando a su madre, la mujer más buena y pura que pudo existir, pero que sin embargo era todo lo contrario, todos se burlaron de él, y lo hicieron vivir engañado, eso no lo soportaba. Odiaba a su hermano por causarle tanto daño, por acabar de tajo con todos sus sueños y sus ilusiones, con toda su vida. Desquitaba todo el coraje tirando golpes contra al que tenía frente a él, frente al que no se defendía, que permanecía inmóvil, así que tiró más golpes hasta que se cansó, sólo se detuvo al ver que aquel chico caía inconsciente al piso, y entonces se alejó. Drake apenas si sabía lo que pasaba, miró venir un golpe trás otro, dolían al principio pero luego dejaron de hacerlo, sólo sentía cómo todo a su alrededor daba vueltas, y su cuerpo le quemaba, luego perdió el equilibrio y cayó al piso. Por un momento todo se volvió obscuro, pero luego abrió los ojos y miró a James frente a él, su mirada le recordaba a la suya misma, aquella llena de odio y de rencor, una mirada que jamás vio en James. Después el rubio se fue alejando hasta desaparecer, pero él siguió tirado en el piso sin querer levantarse pues el dolor ya era evidente. Había cerrado los ojos de nuevo, y no sabía cuanto tiempo llevaba ahí, hasta que escuchó unos pasos, luego apenas si pudo distinguir a una persona, una mujer parada frente a él, lo supo sólo por la silueta pues entre la obscuridad no se miraba el rostro, pero lo sabía, era ella ¡era Kate! la mujer sólo permaneció frente a él unos instantes, luego también desapareció en el camino. Quería levantarse pero no tenía las fuerzas suficientes, así que de nuevo cerró los ojos, y no los volvió a abrir hasta mucho después.
   

East of Eden - Capítulo #27

Drake se levantó y se dio la media vuelta, iba a caminar para alejarse, pero James no se lo permitió, lo jaló de nuevo a la vez que sacaba todo el coraje que guardaba.
-¿a donde vas? eres un cobarde que no puede ni darme la cara ¡pero si eres capaz de robarme a mi mujer!-
-¡basta James! no sabes lo que dices, él no te está robando nada, además no soy una cosa a la que puedes poseer ¡soy una persona! y nunca te he dado motivos para que desconfies, esto que haces es un insulto para mi-
-no es por ti Valeria ¡es por ese envisioso que se hace llamar mi hermano! te consta que toda la vida ha deseado tener todo lo que yo tengo, y me temo que ahora quiere alejarte mi ¡te quiere para él! pero no lo permitiré-
-no sigas James. Es verdad que toda la vida te he envidiado, que he deseado tener todo lo que tú posees, pero jamás he intentado arrebatarte nada ¡nunca podría aunque quisiera! y ahora mucho menos pretendo robarte a tu novia ¿qué no te das cuenta? ¡ella te ama a ti! contra eso nada se puede hacer. Ella tan solo me consolaba porque estoy mal, pero eso no te importa, sólo piensas en lo que te pase a ti-
-ahora quieres convencerme con esas palabras tan absurdas, es obvio que todo lo que te pasa es porque tú lo mereces, y sólo tú tienes la culpa. Yo no me confío más de ti, así que alejate de ella ¡o me olvidaré por completo de que eres mi hermano! y hablo en serio-
-no tienes que decirlo, no pienso hacer nada para perjudicarte a ti, ni menos a ella, jamás le haría el daño de tenerla a mi lado, sería el peor de los castigos y no lo merece-
-de nuevo queriendo hacerte la víctima. Escuchame bien, ella se casará conmigo ¡y ni mi padre ni yo te queremos en el rancho para cuando llegue el día! no queremos que estés cerca de nosotros-
-¿de que hablas? parte de el rancho es mío, no puedes alejarme de él ni de mi padre-
-él mismo me ha dicho que no te quiere cerca con mi esposa e hijos ahí, porque sabe que sería un mal ejemplo para ellos-
-¿mi padre te dijo eso? no puedo creerlo-
- me lo ha dicho, pero si no lo crees, ve y preguntale-


Drake no lo dudó un momento, se encaminó hasta la casa, y  buscó a su padre para preguntarle si lo que James le había dicho era cierto. Valeria ya no quiso permanecer más tiempo en la casa, y regresó a la suya, por más que James insistió en que no se fuera pues debía decirle algo, ella no quiso. La verdad estaba muy enojada, y no quería tener que responder a esa propuesta de matrimonio, tal vez aunque no hubiera pasado esa escena de celos, ella no hubiera querido responder, pero no estaba segura. James no tuvo más remedio que aceptar la decisión de Valeria, y acompañarla hasta su casa, aunque en todo el camino no se dijeron una sola palabra. 
Drake se encontró con su padre en la sala, estaba dormido pero eso no importó, él lo despertó pues necesitaba preguntarle ansiosamente lo que James le había dicho.


-perdón que te despierte padre, pero es que tenemos que hablar ahora mismo- 
-no me dí cuenta de a que hora me quedé dormido. Tu hermano y Valeria ¿donde están?-
-supongo que  camino a casa de ella-
-pero ¿ y lo de la cena?-
-no lo sé padre ¡por favor escuchame! Es verdad que cuando James y Valeria se casen y tú te vayas con ellos ¿no me quieres cerca? ¿que no me quieres en el rancho?-
-no hijo, claro que no. Pero, sabes que el rancho es muy grande, así que cuando también tú te cases podrás construir tu casa en algún lugar de él, cada quién debe de tener su propio hogar-
-pero ¿tú vivirás con James y Valeria? ¡y a mi me enviarán a otro lado del rancho! entonces es verdad que no me quieres cerca porque crees que soy malo para sus hijos-
-no he dicho que seas malo, pero creo que no serás un buen ejemplo hijo, tienes un carácter muy difícil, y podrías mal aconsejar a esos niños-
-no, jamás haría algo así. Pero entonces tú ve a vivir conmigo en donde yo costruya mi casa-
-no, viviré en mi casa, y serás tú quién construya la suya porque tú hermano se casa primero-
-si fuera yo el que se casara primero ¿entonces yo viviría ahí con mi esposa y contigo?-
-si, pero es él quién se casa antes-
-¿y si nunca me llego a casar?-
-yo espero que eso no pase, pero de ser así, igualmente tendrás que hacer tu casa en otra parte del rancho, o si quieres puedes quedarte a vivir aquí-
-claro, es sólo un pretexto ¡no me quieres cerca! Y lo que pasa es que me odias porque soy igual a mi madre-
-¿de que estás habalando?-
-no me quieres porque te recuerdo a ella, y la querías tanto cómo me has querido a mi, ¡nada! No soportas que sea de la misma manera, no soportabas que no quisiera hacer tu voluntad, que se revelara, que no fuera pura ¡pues era lo que merecias! ella está tan llena de pecados cómo yo, tan llena de odio por la vida misma. Eso ya no importa. He vivido sólo para complacerte todos y cada unos de mis días, para llamar tú atención, para recibir una sola palabra dulce de tu parte, para ser cómo tú quieres que sea ¡pero no puedo! yo soy diferente, yo me parezco a ella ¡y eso jamás me lo perdonarás! por eso nada bueno que yo haga será suficiente ante tus ojos, jamás seré lo suficientemente bueno para ti. No sabes cuanto he sufrido por eso, cuanto he llorado, y cuanto dolor me ha causado, pero sobre todo ¡cuanto rencor ha generado en mi! Tú sin proponertelo has hecho de mi lo que soy ahora ¡un ser lleno de odio y maldad! y sólo tú eres el responsable padre. Si me hubieras dado aunque fuera un poquito del amor que tanto le diste a James, mi vida hubiera sido tan distinta, pero por el contrario, siempre me reprochaste que no fuera tan bueno cómo él, tan noble, tan puro ¡y por eso mi alma se llenó de rencor!. Pero ya no me importa más, ya no lucharé por ganarme tu amor, por ser un buen hombre ¡por ser feliz! Se acabó-
Drake se dio media vuelta, y caminó a la puerta.
-espera ¿a donde vas?-
-yo que sé, a donde sea, eso nunca te ha importado-


Drake cerró la puerta, y su imagen desapareció detrás de ella. Lee había escuchado todo, y al mirar a Drake irse se acercó a Adam.
-ese muchacho siempre ha sido mi oveja negra, ahora bien veo que jamás cambiará ¡no sé que es lo que sabe de su madre! pero claro está que sabe la verdad-
-usted no ve que las palabras de su hijo pueden ser muy ciertas, jamás fue con él cómo ha sido con James-
-puede ser, pero no era intencional. Es sólo que siempre que lo miro a los ojos, la veo a ella ¡y eso no lo soporto!-
¿y que culpa tiene él de ser cómo su madre? El chico ha tratado de ser bueno, de complacerlo en todo, de hacerlo todo bien, pero ¡usted jamás lo ha visto! Drake es un muchacho tan noble, tan lleno de bondad ¡pero usted no lo ve! y ni él mismo lo sabe, pero está en su corazón, ha heredado también su parte Adam, también tiene la nobleza que hay en usted, no sólo lo de su madre. Pero yo no soy nadie para decirle nada a usted, es su hijo y no el mío ¡haga algo antes de que sea muy tarde! si no lo hace ahora, se arrepentirá toda su vida. Usted se dirá que tal vez ya ha vivido mucho tiempo, y que no es mucho lo que le queda ¡pero él apenas comienza a vivir! ¿que hará llevando una vida tan solitaria y vacía durante el resto de sus días? usted lo sabe, será infeliz, y vivirá atormentado por siempre, su corazón estará lleno de odio y rencor, lo que le impedirá dejar salir la bondad que lleva dentro ¡es un destino muy cruel! ¿no lo cree?-
-¿que hago Lee?-
-basta con demostrarle que a usted le importa, que su hijo sepa que lo quiere ¡que no lo odia ni le teme! de no ser así, ya sabe usted el futuro de ese muchacho. Buenas noches señor Adam, que duerma tranquilo-


Adam no dijo nada más, pero sabía que lo que  su hijo le había reprochado era verdad, y lo que Lee le dijo, también lo era, pero antes no se dio cuenta, nunca supo el daño que su falta de amor había causado en su hijo, siempre culpó de esto a Kate y a su maldad, pero talvez el único culpable era él, y sólo él llevó al muchacho a vivir de la manera en la que lo había hecho.
Drake iba al bar a emborracharse de nuevo, creía que de esa manera podría olvidarse de todo. Pero poco antes de llegar al bar, se encontró con James caminando de vuelta a casa. Pensaba pasar de largo, y hacer cómo si no lo viera, pero luego vino a él una idea maravillosa y llena de maldad ¡la más cruel de las ideas que jamás tuvo! la peor cosa que podría hacer, y después de hacerlo sus vidas jamás serían las mismas. No pensó en las consecuencias, pues en esos momentos su rencor era tan grande cómo para darse cuenta de lo grave de ellas. Se decidió, se acercó al rubio, y se paró frente a él, lo miró lleno de odio, y le sonrió fríamente, para después proponerle a James una oferta que no podría dejar pasar. James lo miró a los ojos y, cómo cuando eran niños, vio en Drake aquella sonrisa cruel, y esa mirada llena de maldad, la misma que tanto le asustaba, y al mirarlo no pudo evitar sentir miedo, pero se dispuso a escuchar a Drake.

East of Eden - Capítulo #26

No sabía que era lo que pasaba con él mismo, pero sentía tanto odio, y deseos de venganza, de hacerle daño y causarle tanto dolor cómo el que él ahora sentía. Drake deseaba lastimar a su hermano. Era ya muy tarde y él no había bajado ni a desayunar ni a comer, a nadie parecía importarle. Adam se sentía tan cansado que apenas si podía mantenerse despierto, y es que era que los dolores de cabeza eran más frecuentes y fuertes, ya no podía mirar fijamente sin sentirse mareado, y leer ya le resultaba imposible, se decía que era por la falta de unos nuevos lentes, y eso mismo creía James, pero Lee no lo miraba así, él, que había leído muchos libros, incluso de medicina creía saber lo que a Adam le pasaba, pero se mantenía en silencio. Muchas veces Adam quiso ir revisión de los ojos y cambiar sus lentes, pero Lee le decía que luego lo hiciera, y mientras tanto él le leería el periódico y los libros, todo para que Adam no supiera la verdad de lo que tenía. Muchas preocupaciones pasaban por la cabeza del chino, él que sufría tanto cómo si ellos fueran su propia familia, para él lo eran. James estaba fuera de casa con Valeria. Y Lee se decidió a subir a la habitación de Drake para ver cómo estaba. Llamó a la puerta, pero no  hubo respuesta, así que la abrió un poco y asomó la cabeza, se encontró con algo.
-pero ¿que haces?- preguntó Lee algo sorprendido al mirar lo que Drake estaba haciendo. Pero el chico no pareció escucharlo, y ni siquiera  volteó a verlo, siguió en lo suyo.
-detente, no sé por qué lo haces-
-necesito hacerlo, ellos son los culpables de todo el dolor que siento ahora mismo, que acabaron con mis ilusiones, con mis ganas de luchar ¡con mis esperanzas!-
-no lo digas, no digas que dejarás de luchar porque entonces si estarás perdido. Si no quierías ese dinero, mejor lo hubieras donado a los pobres, o  a quién lo necesitara ¿por qué quemarlos?-
-porque están sucios, cada uno de estos billetes lo está ¡mi padre lo dijo! ese dinero le quema, por eso los he quemado-
-bien, si eso te hace sentir mejor, pues termina de quemarlos todos. Pero después de eso, levantate y sal adelante, comienza de nuevo, y vuelve a luchar, no permanecerás así toda tu vida ¡eso no es lo que quieres! te conozco y no quieres seguir el mal camino-
-ya no sé, no me siento con fuerzas para hacerlo. Ahora Lee, dejame solo-
-pero baja a comer algo, no has probado nada desde ayer, o ¿es que quieres enfermarte?-
-si con eso llamara la atención de mi padre, podría pensalo, pero ni con eso lograría su atención-
-él no está bien Drake, por favor ya no le des más problemas, piensa un poco en su salud-
-es sólo la vista, nada malo le pasará-
-yo no creo que sea sólo la vista, así que mejor no le des más preocupaciones-
-¿de que hablas? ¿que más le pasa?-
-nada, no me hagas caso porque ni yo mismo sé de lo que hablo, por eso mejor no hagas nada malo ¿si? y ahora baja a comer algo-
-está bien, en cuanto acabe de quemar los billetes bajaré a comer. Gracias por preocuparte por mi, creo que eres la única persona a la que le importo-


Lee ya no dijo nada más, hacerle ver que a muchos más les importaba no sería sencillo, y que él se lo creyera, menos.
Luego de un rato Drake bajó a comer, y de nuevo estaban su padre y su hermano tan felices sin él.
-¡oh hijo que gran noticia! más feliz no puedes hacerme ¿cuando lo decidieron?-
-bueno, la verdad es que no le he dicho a Valeria que pondremos fecha, pero lo hemos hablado en muchas ocasiones, y sé que le dará gusto saber cuando será ¡ella desea casarse conmigo desde que eramos niños! y por fin lo haremos realidad-

Drake estaba parado escuchando todo detrás de las escaleras, pero al oir a James decirle a su padre de lo que quería hablar en la cena, ya no quiso ni pudo escuchar más, así que sin que lo vieran salío por la puerta trasera.
-claro, pero después de que acabes tus estudios podrán casarse-
-si, pero con fecha ya será mucho más fácil esperar-
-se casarán, tendrán hijos, y viviremos todos en el rancho, seré feliz con mis nietos, y los últimos años de mi vida los pasaré junto a pequeños traviesos que alegrarán mis días-
-si padre. Aunque ya no sé si quiero que todos vayamos a vivir al rancho, pues claro está que cuando me case con Valeria sólo desearé estar con ella, y contigo ¡claro! pero no con mi hermano, él cada vez se vuelve una peor persona, no lo quisiera cerca de mi esposa y mis hijos-
-tienes razón, pero él tendrá que casarse también, y el rancho es grande, podrá hacer su casa en algún lugar de él, no necesitamos estar todos en la misma casa. Entiendo que no quieras cerca a tu hermano, yo tampoco lo quiero-
-padre ¿crees que algún día encuentre a una mujer que lo quiera cómo es? me gustaría pensar que si, pero creo que cada vez se vuelve una peor persona-
-espero que si, quiero pensar que encontrará a alguien que lo acepte cómo es, si no es así, el pobre estará pedido. Por eso tenerte a ti me alegra la vida, y saber que te casarás con una gran mujer, y que me llenarán de nietos, me hace mucha ilusión, al menos me podré ir tranquilo porque tú te habrás convertido es un buen hombre ¡y eso es lo que más deseo en la vida para mis hijos! Sin embargo, no sé que será de Drake, y lo lamento por mi hijo, pero nadie más que él tendrá la culpa de todo lo que le pase-


Drake se quedó sentado en los escalones de la entrada. Valeria estaba por llegar a cenar, y durante ésta James le pediría matrimonio, eso era lo que había alcanzado a escuchar antes de salir. Cuando la chica llegó Drake seguía afuera sentado, y antes de entrar, ella se quedó un momento a hablar con él.
-hola Drake ¿por qué estás afuera?-
-hola. Pues es que voy a salir-
-pero es tarde, además James me ha contado que tiene algo muy importante que decirnos en la cena, y quiere que estemos presentes todos-
-yo ya sé lo que tiene que decir, y no es algo que me importe a mí, además no deseo escucharlo-
-¿pues que es lo que tiene que decir?-
-¿en verdad quieres saberlo? mira que sería mejor si lo escucharás venir de él-
-si quiero saberlo, dime de que se trata-
-pues que te pedirá matrimonio-
La chica se quedó sin palabras, no esperaba que James le pidiera matrimonio tan pronto.
-¿estás seguro de que eso hará?-
-si, lo escuché decirselo a mi padre. Y, felicidades por tu futura boda, espero que sean muy felices-
-¿que te pasa Drake? ¿por qué lo dices en ese tono?-
-me alegra que se vaya a casar con una mujer cómo tú, y sé que serán muy felices, pero yo-
Las voz se le cortó, sintió un nudo enorme en la garganta, y le evitaba dejar salir más palabras. Sin darse cuenta sus ojos comenzaron a humedecerse, se asomaban unas lágrimas que quería rodar por sus mejillas. Al sentir que las lágrimas estaban por salir el chico agachó la cabeza, pero era tarde pues Valeria ya lo había notado.
-¿que te pasa? ¿por qué te pones así?-
te mentiría si dijera que lo sé. Sólo sé que siento un dolor tan grande en el corazón, es cómo si se incendiara por dentro, y eso duele ¡pero no se por qué! no debería de doler-
Valeria sin darse cuenta estaba llorando, las lágrimas rodaban por sus mejillas, y al mirar a Drake notó que también ahora las lágrimas rodaban por las mejillas llenas de pecas del joven. Lo abrazó, y comenzó a llorar sobre su hombro, Drake lo hizo también. Justo en ese momento James salía a ver si Valeria estaba por llegar, y se encontró con su novia y su hermano abrazados y llorando tan juntos uno del otro. El chico de ojos azules se llenó de furia, esta vez no de celos, pues se sentía seguro del amor de Valeria, pero si estaba lleno de furia en contra de Drake, quién siempre quería arrebatarle todo lo suyo, y miraba cómo esta vez  también quería quitarle a la única mujer de su vida. En un instante James se paró frente a ellos, y arrebató a Valeria de los brazos de Drake, al tiempo que lo espujó tirándolo al piso. 

miércoles, 24 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #25

El beso apenas si duró unos segundos, y aunque Valeria deseaba seguir besando aquellos labios, y seguir sientiendo esa magia tan maravillosa que ese beso provocaba en ella, no pudo permitirlo y se apartó de él, pero deseando no haberlo hecho.
-¡no, yo quiero a James! lo quiero ¡lo quiero mucho!-
La chica se echó a llorar, tapando su cabeza con las manos, y recargada sobre la canastilla. Drake sintió de nuevo un dolor muy grande, cómo si alguien estuviera encajando una aguja justo en su corazón. Se arrepintió de haber besado a Valeria, pues era la novia de su hermano. Pero haberlo hecho le llenó el alma de alegría, aún cuando sabía que ese beso debería de borrarlo al momento de terminarlo. Ambos permanecían escondiendo sus cabezas, y volteando a diferentes lados, hasta que Drake miró allá abajo a James.

-ahí está James- Dijo el chico a Valeria, aunque ella seguía sin levantar la mirada. -Pero algo está pasando, ¡mira esos hombres están molestando al señor Albretch! esto no le gustará a papá, él lo aprecia mucho ¡hey alguien que me baje de aquí! Tengo que bajar rápido-Pedía Drake.
James estaba abajo trantando de defender a aquel hombre, pues era muy amigo de la familia, la gente lo molestaba por ser Alemán, ya que contra ese pais peleaban en la guerra. El hombre tratando de evitar peleas caminó hasta su casa, la que estaba a sólo unas cuadras de la feria, pero todos comenzaron a seguirlo hasta su ella. Drake, que miraba cómo molestaban al hombre y de paso a su hermano por defenderlo, deseaba correr a ayudarlos, pero estando arriba no era fácil, así que no pudo esperar más, y comenzó a bajar por los tubos de la rueda de la fortuna, y aunque Valeria le pidió que no lo hiciera pues era peligroso, él no escuchó y bajó. Cuando llegó hasta la casa de Albretch, ya todo el mundo tiraba de golpes a James, y rompian las flores del jardín, Drake se echó encima de aquellos que trataban de golpear a  su hermano, pero cómo eran muchos no podía detenerlos. La única manera de calmar a esta gente fue al mirar al Alguacil Sam llegar, él era la autoridad, y obligó a todos a salir de la casa, se disculpó con Albretch y le dijo que se encaragaría de que arreglaran su jardín, y luego entraron a la casa. James odiaba la guerra, se decía que no tenía ningún sentido, y le molestaba que los hombres fueran sólo a morir a ella. Estaba indignado y lleno de rabía en ese momento. Vio a su novia llegar y mirarlo, también notó que traía con ella una chamarra de hombre.
-¿donde estabas? tenías que esperarme ¡y no te econtré! ¿de quién es esa chamarra que cargas?-
Valeria no dijo nada, pues notaba lo molesto que estaba James, lo cual no pasaba casi nunca. Drake se acercó a su hermano para calmarlo, y hacer que olvidara el mal momento, pero apenas si tocó su hombro cuando aquel chico rubio, volteó y quitó la mano de su hombro dando un pequeño enpujón. Drake se sorprendió ante la reacción de James, quién claramente desquitaba el coraje con él.
-¿que te pasa? sólo he querido defenderte-
-defiendeme cuando yo te lo pida ¡no necesitaba tu ayuda! Además lo has hecho para llamar la atención de ella, cuando quieras hacer algo bueno haslo por ti, y no por querer llamar la tención de alguien más-
-pero sólo quería ayudarte, todos estaba encima tuyo ¡trataba de ayudarte! pero al bueno de James, no le pareció bien, el chico perfecto no necesita ayuda-
James, estaba tan furioso, y más por los celos que por otra cosa, pues enseguida se dio cuenta de que la chamarra que Valeria llevaba cargando era de Drake, mientras él la buscaba, su novia se divertía junto a su hermano. Estaba tan molesto que le gritó -¡eres un indeseable!-
al tiempo que daba otro empujón más, pero con más fuerza, que el chico de pecas perdió el equilibrio y por poco cayó al piso. Sientiendose muy enojado con la actutud de James, y con el coraje que le llevaba dentro en ese momento, dejó salir de nuevo sus impulsos, y se echó a los golpes con James. Un golpe en el ojo, y otro más justo en el labio, pero el rubio no se defendía, al mirar que no tiraba otro golpe le dijo con tono retador -¿ya terminaste?-  a lo que Drake respondió aún más enojado -¡no!- Y de nuevo tiró otro golpe a la cara de James, estaba por tirar otro más cuando Valeria se metió en medio de ambos, y detuvo a Drake.
-basta Drake ¡por favor detente!-
-la chica con la poca fuerza que tenía trataba de calmar a Drake, quién al mirar a su hermano el el piso, y con sangre sobre el rostro, se sintió tan culpable, y salió corriendo al bar que estaba enfrente de la casa de Albretch. Valeria estaba dispuesta a seguirlo pues miró en su rostro una desesperación tan grande, pero James le dijo que se quedara ahí.
-¿a donde vas Valeria?-
Ella no respondió. El rubio entró a la casa al tiempo que le pedía que esperara afuera, pero ella no hizo caso, y corrió hasta el bar. Se encontró con Drake sentado en la barra y bebiendo tequila, él jamás bebía pero esta vez lo estaba haciendo. Algo temerosa de Drake decidió acercarse, se sentó junto a él, y le habló.
-no tomes Drake, no te hará bien-
-esta vez lo necesito-
-¿es que quieres emborracharte?-
-si, eso quiero ¡me hace falta! Todos dirán que he querido matarlo, pero no, tú sabes que yo sólo intentaba ayudarlo ¡y nadie creerá eso!-
-Te ruego que no digas nada de lo que hemos hablado hace un rato, yo no dije nada ¡prometeme que no le dirás a James! por favor-
-algún día tendrá que saber la verdad, no vivirá engañado el resto de su vida ¡algún día se la mostraré!-
-otra vez diciendo cosas raras Drake ¡me asustas, en verdad me asustas!-
-lo entiendo, es normal si hasta yo mismo me asusto ¡yo mismo me doy miedo! alejo a todos de mi-


James estaba parado en la puerta del bar, y le dijo a Valeria que saliera de ahí, ella no tuvo más remedio que hacer lo que su novio le decía, aunque no quería dejar a Drake solo en ese momento pues la necesitaba, pero tuvo que hacerlo. James no dijo nada más, observó por un momento a su hermano, y después salió del lugar. Drake se quedó ahí bebiendo el resto de la noche.
Volvió a casa cuando cerraron el bar, estaba tan borracho que caía al piso a cada dos pasos. Y cómo siempre el único que lo miró llegar fue Lee, quién cada vez estaba más seguro de que aquel muchacho acabaría mal.

lunes, 22 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #24

Drake durmió por mucho tiempo, y cuando despertó era ya casi la hora de la comida. Se dio un baño y bajó para comer, en la sala se encontró con James y Adam juntos y felices. Se detuvo detrás de las escaleras, y sólo miraba y escuchaba atento lo que pasaba frente a él.

-James, me alegra tanto que estés estudiando la universidad hijo ¡tú te encargarás del rancho cuando ya no esté! harás que sea el más productivo de Salinas-
-yo sólo me encargaré de la administración del rancho, pero de hacerlo productivo se encaragará Drake, padre. Ya sabes que yo de sembrar no sé mucho, y mi hermano lo sabe, además de que le gusta hacerlo-
-si, pero yo no confío en Drake, sé que cómo siempre lo hará bien al principio, pero luego se enfadará y dejará de ocuparse, si le dejo todo a su cargo, nos dejará más pobres de lo que estamos ahora-
-pero creo que él merece una oportunidad de demostrar que puede, yo si confío en él-
-James es que tú eres muy noble y todavía crees en las buenas intenciones, pero no basta con tenerlas, y yo no creo que Drake logre hacerlo. Por eso tú y sólo tú estarás a cargo del rancho ¡James tú eres mi único orgullo! pocas cosas de las que se puede estar orgulloso he logrado, pero sin duda el más grande motivo de mis orgullos eres tú-
-yo no, no nada. Voy a ver si Drake se levantó ya, anoche no supe ni a que hora llegó, pero viendo que sigue sin levantarse, seguro que volvió muy tarde-


Al mirar a James acercarse a las escaleras, Drake caminó rápidamente cómo si viniera bajando apenas de ellas, pero claro estaba que había escuchado todo, y esto ya no causaba más dolor, ya no podía sentir más, ahora sólo sentía celos, envidia, coraje y mucho odio, odio por todo a su alrededor. Y bien se dice que esos sentimientos juntos pueden provocar los más terribles arrebatos de "locura"


-a Drake, ya iba a buscarte, que bueno que bajas porque ya casi está la comida-
-si, oye James ¿cuando regresas a la universidad?-
-el domingo, pero me ire temprano para no llegar muy noche, todavía me queda hoy y mañana. Por cierto hoy no fuiste a la escuela-
-no, es que no pasé buena noche y casi no pude dormir, supongo que me quedé dormido por la mañana-
-no importa, nada malo pasará  por un día que faltes, y mejor porque así podemos ir a la feria a divertirnos un rato. Primero iré de visita a la iglesia ¡tengo tantas ganas de pasar por ahí! y nos podemos ver más tarde en la feria-
-no tengo muchas ganas de ir, no lo sé-
-no digas que no, no nos veremos en meses ¡pasemos este tiempo juntos!-
-pero Valeria irá contigo, no estaremos solos-
-no te preocupes, a ella no le molesta que vayas tú-
-no sé, ya veremos más tarde. Ahora tengo que salir, si es que me da tiempo iré, no te lo aseguro-
-bien, pero estaré esperando por ti cómo a eso de las ocho-
-está bien, ahora tengo que salir-
Adam que había escuchado todo, se acercó a Drake al mirar que estaba por  salir, y lo llamó.
-pero ¿es que no vas a comer nada?-
-no padre, no tengo hambre, además tengo prisa-
-¿a donde vas? no desayunaste, y ¿no vas a comer?-
¡no puedo, tengo prisa! nos vemos luego-
-¡espera! sigues enojado conmigo por lo de anoche, por eso te vas, ¿es eso?-
-no padre, no puede ya ni siquiera estar enojado, eso ya no me importa, y no quiero hablar más sobre ese tema-
-No olvides que te esteremos esperando cómo a las ocho- Dijo James mientas Drake salía casi corriendo por la puerta, pero él  no respondió ni miró atrás, sólo siguió su camino. Lo cierto es que no tenía ningún lugar a donde ir, pero no soportaba estar más frente a esas personas, que justo en ese momento odiaba con cada parte de su ser. Todo el día dio vueltas por la calle, hasta que se encontró con una chica mexicana que había conocido mientras recolectaban las lechugas. El chico de pecas tenía mucha fama entre las mujeres, pues además de ser guapo, era rudo y de carácter fuerte, motivos por los cuales le llovian cantidades de chicas. Claro que ellas también deseaban pasar un buen rato a su lado, ninguna lo buscaba porque en verdad le importara, y eso él lo tenía claro pero no le importaba,  nunca ninguna logró atraerle lo sificiente, sólo eran chicas con las que podía pasar un buen rato y olvidarse de los problemas, aunque jamás llegaban ni siquiera a intimar un poco. Se pasó el resto de la tarde con aquella chica, y sin querer llegaron a la feria. Ahí la estaban pasando bien, hasta que se hizo de noche, y a lo lejos miró a Valeria, un hombre la molestaba. Drake enseguida fue a su lado, dejando a la mexicana sola.
-ya le dije que no estoy sola, mi novio llegará en cualquier momento y no le gustará ver que me están molestando-
-eso dicen todas, seguro que vienes sola y con la intención de buscar compañía. No te hagas del rogar y ven conmigo-

Valeria estaba muy asustada, no sabía que hacer, y deseaba que James apareciera en ese momento, pero no llegaba. Sin embargo alguien más apareció detrás de ella, la tomó del brazo, y con voz firme respondió.
-Hola Vareria, ya estoy aquí. ¿sucede algo con éste señor?-
Valeria respiró aliviada al escuchar la voz de Drake a su lado. -No pasa nada, es que el señor pensó que venía sola, pero ya le he dicho que no era así, aunque no me creyó-
-oye chico, no deberías de dejar que tu novia camine sola en estos lugares de noche, no sabes que clases de tipos pueden aparecer por aquí y aprovecharse-
-lo siento señor, no volverá a pasar-
El hombre enseguida se fue, y en cuanto vio a una chica sola caminó detrás de ella. Valeria abrazó a Drake con tango gusto y tranquilidad.
-¡Vaya esto jamás me había pasado! me alegro de que hayas aparecido-
-si, sopongo que jamás has venido de noche, se encuentran muchos de esos tipos molestando a las mujeres solas. James no debería de haberte dicho que esperaras aquí-
-bueno, yo le dije que estaba bien que nos vieramos en la feria, pero es que llegue antes, quedamos de vernos a las ocho, y todavía falta media hora-
-así es, bueno pues ya que estamos aquí ¿vamos a jugar un rato?-
-está bien, será mejor que quedarme parada esperando a tu hermano- Y comenzaron a caminar por la feria, jugaron un poco, y platicaron.
-me alegra verte mucho mejor, en la mañana te mirabas tan mal, pero ahora estás muy animado-
-claro, ya no permitiré que nada ni nadie logre lastimarme-
-harás bien, aunque tus palabras se escuchan tan frías, y tus ojos me dicen que así será. Me da miedo cuando tu mirada es cómo la que tienes justo ahora-
-¿que tiene mi mirada?-
-no lo sé, no podría responderte, pero da miedo-
-que cosas dices, olvidalo, mejor subamos a la rueda de la fortuna ¿o te da miedo?-
-miedo jaja, no ¿pero todavía nos dará tiempo antes de que llegue James? si no me mira en donde quedamos se enojará-
-yo creo que si, además estás conmigo, no debe de molestarse si él mismo me invitó-
-tienes razón ¡vamos a subirnos!-
Los chicos caminaron hasta llegar a la rueda de la fortuna, y subieron. La canastilla subía lento, y al llegar a arriba se quedaba un buen rato ahí.
-te lo dije, no da miedo ¡aunque todo desde aquí arriba se ve tan pequeño! Drake, ¿puedo preguntarte algo?-
si, ¿que cosa?-
-esas chicas con las que tú sales, cómo esas recolesctoras, y la chica de ahí abajo...-
-¿cual chica de abajo?-
-¿crees que no la vi? no ha dejado de seguirnos desde que te paraste detrás de mi, ella venía contigo ¿no?-
-pues... ¿que ibas a preguntar sobre esas chicas?-
-si, verás, no sé cómo preguntarlo. ¿es verdad que no se les quiere de verdad? ¿que no se les toma en serio?-
-pues yo, pues. No- Dijo Drake algo apenado.
-no me lo tomes a mal, no te molestes, pero he escuchado que ellas son diferentes, que no les importa salir con muchos hombres y no buscan una relación en serio. Si es así ¿por qué las frecuentas? será ¿por qué eres malo?-
-¿¡es que para ti soy malo, eso crees?!-
-yo que sé, cómo ves no sé diferenciar lo bueno de lo malo. Yo no soy buena, o no tanto cómo yo quisiera-
-no entiendo ¿de que hablas?-
-pues creo que no soy lo suficientemente buena para James-
-¡de nuevo con lo mismo! ya te he dicho que tú eres la mujer  perfecta para mi hermano-
-pero no cómo yo quisiera, algunas veces creo que no lo merezco. Él siempre está comparandome con su madre, quiere que yo sea cómo ella ¡no soy perfecta! cometeré errores, y tengo miedo de hacerlo, quiero ser tan buena cómo el quiere que sea, cómo él lo merece-
-él está equivicado con su forma de ver la vida, pero tú harás que se de cuenta-
-no sabes cómo deseo que llegue el momento de casarnos y acabar con todas esas dudas que tengo. Siempre que estamos juntos, y en sus cartas él siempre me habla del amor tan grande que siente por mí, y de la manera que lo dice suena tan maravilloso, pero ¿por qué yo no puedo sentirlo de la manera que él lo siente? ¿por qué no veo el amor cómo lo ve James?- ¡es porque no lo merezco!-
-no digas eso, es normal tener dudas, pero te asuguro que él te las podrá aclarar-
-¿ en serio, tú crees que James me dará la solución?-
-pues, así debe de ser, eso creo-
-Dime Drake, ¿cómo son esas chicas?-
Drake estaba nervioso ante las confesiones y preguntas de Valeria, no sabía cómo responder, y permanecía pensativo y en silencio. Deseaba hacerla sentir bien, pues ella se sentía culpable, temerosa y mala para James. Drake miraba la angustía en sus ojos, lo nerviosa que estaba, aún sin saber cual era la razón, pues de la misma manera él se sentía igual de nervioso. Un impulso lo hizo actuar sin pensarlo, fue algo más grande que sus fuerzas, y aunque su cabeza le decía que no debía de hacerlo, su corazón le decía todo lo contrario. Mirando de frente a Valeria, y teniéndola tan cerca, era imposible evitarlo. Dejó que ese impulso lo guiara, y poco a poco se fue acercando a ella, y aunque luego parecía alejarse un poco, ese impulso le acercaba nuevamente a Valeria, la chica no se movía, permanecía quieta cómo esperando a que algo pasara, y aunque deseaba apartarse, algo dentro de ella le impedía moverse. Drake no pudo más, y lo hizo, se acercó tanto hasta que sus labios se juntaron con los de Valeria. En se momento quería apartarse, pero no podía, besaba lentamente los labios de aquella chica temblorosa, que de a poco fue respondiendo aquel beso. 

sábado, 20 de julio de 2013

East of Eden - Capítulo #23

Drake salió casi arrastrandose por el suelo, en ese momento su cuerpo le pesaba tanto que apenas si podía moverlo. Nadie lo siguió, Adam y James fueron ambos a sus habitaciones, y Lee volvió a la cocina a limpiar todo lo que se había ensuciado, y aunque deseaba ir a su lado y consolarlo, sabía que en ese momento el chico de mirada triste nesecitaba estar a solas.

Drake caminaba por las calles sin rumbo alguno, pasó toda la noche perdido en sus propios pensamientos y hundido en su dolor que ni cuenta se dio de que había amanecido. Otra vez se tendió sobre el pasto y ahí pasó la noche. Apenas había salido el sol cuando Drake sintió que alguien tocaba su hombro suavemente y a la vez le decía -despierta Drake- Poco a poco abrió los ojos, y se encontró con que esa persona que le llamaba era Valeria.

-pero ¿que haces aquí?- preguntó la chica un tanto desconsertada.
-creo que me quede dormido mientras pensaba-
-¿pasaste aquí toda la noche?-
-eso creo. Y tú ¿que haces a estas horas en el parque?-
-siempre vengo a comprar el pan por la mañana, y hoy salí un poco antes de casa, cómo aún está cerrado me vine al parque a esperar a que abran. Miré a alguien recostado sobre el pasto, pensé que tendría frío pues estaba cubriendo su cuerpo y cabeza con las manos y por eso vine a despertarlo, pero al verlo de cerca me dí cuenta que eras tú. ¿Que ha pasado para que no llegaras a dormir a tu casa? anoche todos estaban muy contentos-
-tú lo dijiste, eso fue anoche ¡pero hoy ya no importa nada para mi!-
-cuentame lo que pasa Drake, noto la tristeza que refleja tu mirada, siempre está en tus ojos, pero hoy está más presente que nunca ¿que pasó?-
-en verdad ¿te importa lo que me pase?-
-claro que si. Yo sé que no somos muy amigos, y que casi no hablamos, pero te conozco desde que eramos niños, y de cierto modo te tengo cariño-
-Si. Cómo no si soy el hermano de tu novio, sólo por eso-
-no es verdad, no es sólo por eso, yo siempre he sentido cariño por tí y de alguna manera ¡tu dolor me duele!-
-¿por qué Valeria? no tendría porque dolerte mi dolor-
-es verdad, pero así es. Toda tu vida has sido muy solitario, tan falto de cariño, de apoyo y, aunque de un modo tú eres el responsable, es muy triste vivir así, y siento mucho que tu vida sea tan triste-
-tienes razón, yo alejo a todos de mi. Anoche traté de acercarme a mi padre ¿y sabes lo que conseguí?-
-no, ¿que hiciste?-
-estuve trabajando por un año para conseguir el dinero que mi padre perdió con el negocio de las lechugas. Pero cuando le dí el dinero, él no lo aceptó-
-pero ¿por qué? ¿cómo conseguiste tanto dinero?-
-con frijoles, y con la ayuda de Will Hamilton, los sembramos y los vendimos al triple de su precio pues cómo sabes, después de que inició la guerra subieron de valor. Pero mi padre no los quiso-
-no lo culpes Drake, conociendo cómo es él, era de esperarse que no los aceptara, ese dinero para Adam está manchado. Cree que tomaste provecho para ganar dinero a causa de la guerra, y no puedes decir que no es verdad-
-no lo niego, pero es un negocio, así son las cosas. Además pagamos el doble de lo que les hubieran pagado en otro lado. Pero tienes razón y tomé ventaje de esto. Y  ese es el pretexto de mi padre para no aceptar el dinero, pero lo conozco tan bien que sé que no fue esa la verdadera razón ¡no lo quiso porque viene de mi! y nada de lo que yo pueda darle será bien recibido- Drake decía las palabras con tanto dolor en ellas, sin darse cuenta de sus ojos brotaban las lágrimas cómo gotas de lluvía sobre su rostro. Valeria miraba la enorme tristeza en su mirada, lo herida que estaba su alma, y sentía tanto dolor por mirarlo sufrir de esa merana. Ella jamás había tenido un gesto amable con Drake, y no porque no quisiera sino porque él jamás permitía que se le acercaran lo suficiente para hacerlo, pero esta vez Valeria se acercó al chico de cabello castaño rojizo y lo abrazó, él sin darse cuenta respondió el abrazo, y lloró sobre su hombro hasta que sus lágrimas se acabaron. Valeria secó su rostro con sus dedos acariciando sus mejillas. Trataba de consolarlo, pero no había manera.
-ya no llores Drake, te hará daño si sigues así-
-es que él no me quiere, y no quiere nada que venga de mi ¿por qué no me quiere? yo no le hice nada para ganarme su desprecio ¡mi padre no me quiere y sin embrago él es lo que yo más quiero en la vida!-
-lo sé, no digas más. Claro que te quiere pero no le gusta demostrarlo-
-con James lo hace todo el tiempo, a él lo adora ¡yo no tengo la culpa de ser malo! está en mi sangre, no puedo evitarlo ¡no puedo!-
-no digas eso. Una persona que llora descosolada por falta de amor, no puede ser mala, al contrario ¡será aún más noble! tú tienes un corazón que vale oro, pero no te lo crees, y por eso sufres tanto, ¡basta con que tú lo aceptes!-


Así pasó un rato más consolando al chico, hasta que luego de un tiempo, las palabras parecieron hacer efecto, y Drake pudo calmarse, permanecieron en silencio por unos minutos, mientras seguía sentado en el pasto y recargado sobre el hombro de Valeria, ella acariciaba sus rostro y peinaba con los dedos aquel mechón de cabellos que le caía por la frente cubriendole el ojo.
-nunca me sentí de esta manera- Dijo Drake.
-de que manera?-
-así, protegido en los brazos de una mujer, jamás había sido acariciado por una mano femenina, nunca antes pude recargar mi cabeza sobre otra persona. ¿Cómo he logrado parar de llorar? creí que terminaría por secarme ¿cómo lo hiciste?-
-bien pues comencé a arrullarte para calmar tu llanto, eso es lo que se hace cuando un bebé llora, se le abraza, se le acaricia y se le canta una canción para que se calme ¡y mira que ha funcionado!-
-agradezco el gesto tan bonito que has tenido conmigo, creo que esa sensación que pasa sobre mi cuerpo no la volveré a sentir nunca más-
-¿que sensación?-
-la de sentirme seguro y querido en los brazos de una mujer-
-bueno, digamos que no está bien que yo lo haga porque soy la novia de tu hermano, pero seguro que cuando llegue la mujer de tu vida ¡te sentirás de nuevo así!-
-la mujer de mi vida, vaya, ella jamás llegará ¡nunca nadie podrá amarme porque soy malo!-
basta ya con lo mismo, deja de decirlo o te daré un jalón de orejas. Ahora ve a casa, y yo a la panadería, mi padre estará muy enojado porque me he tardado mucho, ya veré lo que le invento-
-yo no quiero ir a casa, no quiero ver a mi padre nunca más-
-No digas eso, tú lo quieres, y no debes de dejar de luchar nunca por conseguir su cariño, él te quiere, pero por alguna razón que yo no comprendo, te rechaza. Pero te lo puedo asegurar que no es por falta de amor sino por algo más. Has que olvide esa razón, y logra ganarte su cariño. Me voy, pero prometeme que irás a casa ¿si?-
-Está bien, te lo prometo. Gracias por tu compañía Valeria- 


Drake volvió a casa, y cómo todavía era temprano no había nadie levantado a excepción de Lee quién ya preparaba el desayuno. El chino miró a Drake entrar, y se dispuso a hablarle-
-Al fin llegas, me tenías preocupado-
-seguro que mi padre ni cuenta se dio de que no dormí aquí-
-no lo culpes, ha estado enfermo y se cansa pronto, se fue a dormir temprano y aún no despierta-
-¡claro! pero si fuera James el que hubiera salido tan noche, seguro que mi padre no dormiría de la preocupación-
-no comiences con lo mismo, mejor dime ¿quieres hablar de lo de anoche?-
-no, creo que no por ahora Lee-
-entiendo, estarás muy molesto con todo esto-
-mucho ¡no pensaba volver a casa más!-
-¿que te hizo cambiar de opinión?-
-Valeria, me la encontré hace un rato y platicamos, de no ser por ella no hubiera vuelto-
-pues me alegra que la hayas visto, hubieras hecho mal si no regresabas, y te arrepentirias después-
-no lo sé, ni tengo idea de por que volví pero no quiero pensar en nada. Necesito dormir un rato, mi cabeza está por explotarme-
-si, descansa. Pero después tú y yo hablaremos jovencito-
- así será Lee, ahora me voy a mi habitación-


Drake se fue, y Lee notó en su mirada que esa luz que brillaba con fuerza los últimos meses, había desaparecido. En sus palabras se le escuchaba devastado, y temía por lo que pudiera pasar con ese chico tan solitario y necesitado amor, temía que toda esperanza que aún veía en él hubiera acabado definitivamente para Drake.