martes, 13 de agosto de 2013

East of Eden - Capítulo #40 Final. (la palabra más importante del mundo)

Drakesters: Espero que esta hermosa historia haya llegado hasta sus corazones cómo lo hizo en el mío. Cómo siempre dedico esta novela a Drake Bell, él, que ha sido mi gran inspiración en cada una de mis historias. También la dedico a todas las lectoras que me acompañaron hasta el final, ¡y que me apoyaron siempre! y muy en especial se la dedico a James Dean, él fue el protagonista original en la película East of Eden, con su personaje Cal, que aquí fue Drake. Hasta donde quiera que él esté, espero que sepa que para muchas personas que lo admiramos sigue más vivo que nunca, y que siempre lo llevamos en un lugar especial de nuestros corazones. Y con -Al Este del Paraiso- doy por terminada esta gran aventura que fue escribir novelas sobre Drake Bell, fue una gran experiencia que nunca olvidaré, gracias a todas las que leyeron alguna de mis novelas, o tal vez todas, gracias por su apoyo que me animó a seguir escribiendo, y espero que lo que hice haya sido  de su agrado, pues para ustedes fue. ¡Gracias por todo Drakesters!. Al final del cap les dejo el link para ver la película por si es que a alguien le interesa verla, vale la pena. Su servidora Esmeralda Bell Dean.
                                  Aquí el Final!...

 Los ojos claros de Adam giraron hasta encontrarse con el chico, y posaron su mirada en él. Drake sintió los labios resecos, los entreabrió, pero no emitió sonido alguno. Lee prosiguió.-no sé cuanto tiempo vivirá Adam, acaso mucho tiempo, o acaso una hora, no lo sé. Pero su hijo seguirá viviendo, se casará, y sus hijos serán lo único que quede de usted- Lee se detuvo, limpió sus ojos con los dedos, y aclaró su voz.
-él cometió algo muy malo Adam, y lo hizo entre otras cosas llevado por la ira, porque creía que usted lo había rechazado, y el resultado de esa ira fue Adam, que su hermano James, y su hijo, haya muerto-
-Lee, no sigas- dijo Drake tras escuchar esas palabras que habían penetrado en los más profundo de su ser. 
-tengo que hacerlo- miró a Drake de manera tierna.
-es necesario aunque esto lo mate. Es mi decisión, y si es mi pecado, yo cargaré con él- Sonrió tristemente y continuó.
-Adam, su hijo está marcado por la culpa; que lo está consumiendo, y es demasiado peso para él. No termine de aniquilarlo rechazándolo, no acabe con él- 
La voz de Lee se etrecortaba, y le era difícil continuar hablando, tenía que aclarar su garganta y seguir hasta el final. Respiró hondo y siguió.
-¡dele su bendición Adam! no lo deje solo con la culpa ¿me oye?-
Adam cerró los ojos y nos los abrió, en sus cejas se marcó una arruga profunda. Lee siguió.
-Ayudelo, dele su oportunidad y deje que sea libre, eso es lo único que diferencia al hombre de las bestias, la libertad. ¡Liberelo y dele su bendición!-
La cama perecía temblar, Adam hacía un esfuerzo, y levantó un poco su mano, aunque pronto cayó. La expresión de Lee parecía anhelante, se acercó a Adam, y con la sabana limpió el rostro humedo del hombre, quién se esforzaba. Lee se acercó aún más a él, y le susurró.
-Gracias Adam, gracias amigo mío. ¿Puede mover los labios? por favor, haga que pronuncien su nombre, dele una sola palabra que lo libere-
Adam levantó la mirada con la expresión de abrumada fatiga. Sus labios se entreabrieron, pero no salió sonido alguno. Lo intentó de nuevo, llenó de aire sus pulmones, y se esforzó. Apenas como un suspiro, la palabra que susurró parecía quedar flotando en el aire ¡Timshel!
Suspiro dificultosamente. Después sus ojos humedecidos por las lágrimas que se asomaban, se cerraron pesadamente, pues el esfuerzo había sido extenuante. La expresión de Drake cambió por completo en un instante, una sola palabra era capaz de llenar de luz el camino más obscuro. Los ojos del chico se llenaron de lágrimas, las cuales corrián por sus mejillas cómo gotas de lluvia. Valeria limpió con los dedos aquellas gotas que se posaban sobre el rostro salpicado de pecas, pero enseguida se llenó de nuevo, ella le sonrió cómo lo hace una mujer enamorada, acercó su rostro al de Drake, y le dio un pequeño beso en los labios, a lo que el correspondió con una sonrisa tierna. Después ella se dispuso a salir de la habitación, seguida del chino, quién dio una palmada en la espalda del muchacho, tomó a Valeria de la mano, y cerraron la puerta para dejarlos a solas. Drake se hincó junto a la cama de su padre, y se echó a llorar sobre ella para cubrir su rostro en las sabanas. Por primera vez su llanto no era de dolor, sino de alegría. Después de unos minutos, y luego de poder calmar las lágrimas, levantó el rostro, miró a su padre, y dijo.
-Toda la vida me dije que yo era así, y esa idea se me metió en la cabeza, tanto que termine por creermelo, pero no ¡el hombre es libre de elegir! tal cómo lo dijo Lee, en eso nos diferenciamos de las bestias. Yo soy libre de elegir, así cómo tú lo has dicho. Sólo yo elijo si quiero o no vencer el mal. Timshel, lo recuerdo bien ¡significa tú podrás! y ahora estoy seguro de que podré vencer el mal que vive dentro de mi, yo elijo el camino del bien, y entoces así me convertire en un buen hombre, y con ello vendrá la felicidad ¡soy libre! por primera vez me siento libre cómo un pajarillo que abre sus alas y vuela, y no sabes que sensación tan maravillosa es sentirse así, mi cuerpo ya no pesa, soy ligero cual pájaro volando. Acaso estoy seguro de que esa es la palabra más importante del mundo, pues ella me ha liberado, me ha abierto los ojos, y me ha revivido. Padre, no sé cuanto tiempo Dios te deje a nuestro lado, pero te prometo que trataré de hacerte todos y cada uno de esos días  muy feliz, quiero que al momento de irte ¡lo hagas con una sonrisa sobre tus labios!
Nunca, nunca más volveré a sentirme solo, por que no lo estoy. Padre, gracias, ¡gracias por liberarme!-
Aunque Adam no  podía hablar, la expresión en su rostro, su mirada, le mostraban a Drake la alegría que causaba en él saber a su hijo libre, y ver por primera vez en sus ojos una mirada transparente y limpia. Drake tomó una silla y la llevó junto a la cama de su padre, después se sentó en ella pues no pensaba separarse ni un instante de Adam, estaría ahí en todo momento para cuidar de él. Adam parecía estar mucho más tranquilo, la expresión en su rostro había cambiado, casi se podía notar una media sonrisa en él, pero estaba muy cansado, y aunque no quería hacerlo, sus ojos se cerraron y se quedó dormido.




Y aquí termina mi historia jovenes. Hijo, y todos los jovencitos presentes en verdad deseo que lo que hoy les he contado, haya entrado en sus corazones, y algo hayan aprendido con esto. Podemos cometer muchos errores, y no ser los buenos hijos que deseaban los padres, pero no basta con ayudar al bueno, sino que hay que ver por todos por igual. Hijos, amen y respeten a sus padres y den el lugar que se merecen, sean buenos hijos en la vida, y compartan a su lado. Verán que todo algún día tiene su recompensa.
-señor Cal- le pregunta un alumno. -¿que pasó con Drake después de esto?-
-pues lo que era de esperarse. Drake y Valeria se casaron dos años después. Todos se fueron a vivir al rancho, y ahí pasaron el resto de sus días-
-pero ¿y Adam? murió pronto, supongo-
-el milagro de liberar a Drake fue muy grande, pero igual de grande fue el que pasó con Adam. Él, tuvo cierta mejoría luego de ese día, y con el tiempo pudo hablar, con dificultad, pero lo hizo, podía mover los brazos, y luego de un tiempo podía sostener la espalda y sentarse-
-pero ¿como? estaba muriendo-
-pues ese dicho de que el amor hace milagros, es muy cierto. Drake se dedicó por completo a cuidar de su padre, además estaban Lee, Valeria, y los amigos cercanos, que estaban muy al pendiente y lo apoyaban. Después al ver que mejoraba casi milagrosamente, consiguieron a un especialista que le daba terapias, y entonces fue cuando comenzó a moverse y ¿a que no saben cuantos años más vivió?-
-¿cuantos?-
-vivió veinte años más, tuvo tiempo de ver crecer a sus nietos, jugar con ellos, y llenarlos de amor. Junto a su hijo, su nuera, sus tres nietos, y su hermano del alma, Lee, vivió muy feliz el resto de sus días. Y cuando murió, lo hizo mientras dormía, la noche anterior jugó, río y la pasó feliz. Se fue a dormir alegre y sonriente, y tal y cómo Drake lo prometió ¡murió con una sonrisa en los labios!-
-todo suena muy bonito ¿en verdad esta historia fue cierta?-
-Claro que lo fue, y más bonita fue la forma en que mis abuelos dejaron esta vida. Ellos se amaban tanto, todo el tiempo se demostraban lo mucho que se querían, y no había pareja más enamorada que ellos, ni los años desgastaron ese amor. Se repetían que morirían juntos ¡y así fue!. Era primavera, y la azaleas estaban florecientes en el río, mi padre y toda la familia los acompañamos hasta él, pues era cómo un presentimiento de que su tiempo estaba por acabarse, ellos querían morir ahí. Juntos caminaron, y cortaron muchas azaleas y las pusieron en canastos. Casi al atardecer se sentaron en la orilla del río, mojaron sus pies, y recargaron su cabeza una a la otra. Mi abuelita fue la primera en cerrar los ojos, y él lo supo. Sus latidos habían estado unidos en uno solo por muchos años, y el corazón de ella ya no latía en el suyo. Mi abuelo la miró descansar tranquilamente, iradiaba paz, y en sus labios una sonrisa estaba dibujada. El besó su frente, y lo escuchamos susurrar -espera un momento, ya estoy contigo amor ¡James y mi padre nos esperan! al fin podré ver de nuevo a mi hermano, y pedirle perdón ¡al fin estaremos todos juntos!. Estás más radiente que esas azaleas, luces igual de hermosa que cómo aquella primera vez en la que vinimos al río a cortar flores-
Comenzó a tararear una canción de arrullo, mientras acomodaba una azalea sobre el pelo de la abuela. Y mi abuelo Drake cerró sus ojos también. De sobra está decir que la sonrisa en sus labios estaba ahí.
Las flores que ellos cortaron se usaron para hacer coronas, y para adornar sus tumbas con ellas, aún después de muchos días ¡parecían recién cortadas! FIN.
  

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