-pero ¿por qué te duele lo que me pasa? ¡¿por qué?!-
-porque te tengo cariño, porque sé lo mucho que James te quiere, aún cuando por un momento te odió ¡porque tú no tienes la culpa de tus malas acciones! eres sólo una víctima de lo que el abandono, la incomprensión y la falta de amor provocan ¡siento mucha pena por ti!-
-a ¿es por eso?- El corazón de Drake ahora dolía más que nunca, sentía cómo si clavaran a la vez pequeñas agujas en él, y eso dolía mucho. Era algo muy similar al que Adam provocaba cada vez que le reprochaba algo bueno que llegaba a hacer, pero éste era aún más profundo.
-no te preocupes por mí, toda la vida he sabido arreglarmelas solo, y no necesito la compasión de nadie ¡basta con la mía propia! Hemos venido a hablar de el por qué James se fue a la guerra ¿no? pues te lo contaré. Se fue huyendo de la maldad, yo se la mostré, y él no pudo soportarlo ¡por eso huyo! porque es un cobarde. Y ¿sabes por qué lo hice? ¡por qué soy malo! causarle dolor me llenaba el alma, y ¡no sabes cómo disfruté mirando su rostro aterrado ante la verdad que estaba frente a sus ojos! Soy un demonio demente y cruel ¿no es así?-
-¿que le mostraste?-
-lo lleve ante su madre, ya lo sabes ¡te lo ha dicho en su carta! No soportó la idea de que su madre fuera una prostituta, y además la dueña de un burdel donde pasan las peores cosas que jamás has imaginado ¡no soportó tener la sangre tan sucia! es hijo del pecado. Él, que siempre se creyó bueno, limpio ¡puro! no soportó ser indigno de tu amor, de la vida misma ¡y por eso huyó!-
-¿por qué lo llevaste con ella?-
¿por qué? eso es evidente ¿o no lo notas? por envidia, celos, resentimiento, coraje, ¡odio! por qué él siempre me robó todo el amor de mi padre, y el de toda la gente que nos rodeaba ¡nunca nadie volteó a verme a mi si a un lado estaba él! la atención era para aquel niño rubio de sonrisa angelical, de mirada dulce, mientras el otro niño de mirada perversa, era sólo una sombra detrás de él-
-pero James no tenía la culpa-
-si que la tenía, él siempre haciendo las cosas bien, queriendo destacar en todo, siendo el buen chico, atraía a todos, él es el culplable por heredar solo la parte buena, ¡mientras que yo heredé la mala!-
¿que pasó esa noche? ¿pr qué te decidiste a llevarlo? sé que algo pasó ¡dimelo!-
-lo que escuchaste ese día. Me dijo que no me quería viviendo en el rancho porque sería un mal ejemplo para sus hijos, que mi padre y él no me querían cerca ¡y yo todavía lo dudaba! pero mi padre me lo confirmó, no me querían a su lado por ser malo ¡eso no lo pude soportar y lo llevé a la verdad! él tenía que ver que había vivido en una nube de mentiras, que llevaba la mala sangre corriendo por sus venas al igual que yo ¡que si yo era malo era por herencia y no por gusto! Seguro le aterró pensar que sus hijos pudieran salir a mi, o a ella, que ya no era digno de el paraiso, pues estaba manchado del pecado ¡por eso se fue! que valiente de su parte ¿no? ¡ir a la guerra a dar la vida por nosotros! tal vez así podría limpiar un poco su alma ¿no crees?-
-James siempre ha sido así, siempre ha querido vivir engañado, en un mundo de fantasía en donde todos somos felices, se ha creado su propio mundo, y ver que es sólo una mentira le pegó muy hondo ¡no lo culpes por querer ser un buen hombre! En el fondo tu coraje es que aunque también corra por sus venas esa sangre, él ha elegido que camino tomar, ha podido vencer ese mal ¡cosa que tú no has logrado hacer! envidias que él si haya podido ser bueno y tú no. Pero, si así lo quisieras de verdad ¡yo sé que también podrías!-
-¿que caso tiene? yo no tengo motivos para luchar contra ella. Él te tenía a ti, y a mi padre ¡pero yo no tengo nada!-
Drake comenzó a llorar amargamente, cubriendose el rostro con las manos para no se visto por Valeria, pero ella separó sus manos, limpió sus lágrimas, y recargó su cabaza en su hombro, mientras lo abrazó tiernamente. Sin darse cuenta, él correspondió el abrazo, y siguió llorando ahora abiertamente, lo hizo así por un buen rato hasta que el llanto cesó por completo. Luego, más tranquilo agradeció su apoyo, y su comprensión.
-Gracias por ayudarme, por estar aquí conmigo ahora. Pero lo mejor es que ya nos veamos más-
-¿por qué?-
-por que soy malo, no quiero ser un mal ejemplo para ti, ni enseñarte cosas malas, tal vez esto pueda contagiarse ¡y no quiero pegartelo! tú al igual que James, eres pura-
-no digas eso. Te contaré, mi padre, él ha robado dinero en el trabajo por años, y al parecer lo han notado, por eso se ha escondido en casa haciendose pasar por enfermo ¡a mi madrastra la engaña pero a mi no! Así que cómo ves, si es que estamos manchados de los pecados de nuestros padres, yo estoy igual de manchada que tú ¡así que no sigas con lo mismo! somos pecadores ambos-
-¿es en serio? sólo lo dices para hacerme sentir menos mal, pero no te creo-
-a ahí si que me quejo, yo no miento ¡es cierto!-
-vaya ¿quién lo diría de tu padre? Aun así, si quieres alejarte de mi, yo lo comprenderé, y no te voy a culpar, tal vez yo lo haría si estuviera en tu lugar-
-¿tú piensas apartarte de mi porque soy hija de un ladrón?-
-no, pero si tú...
-pues yo tampoco pienso apartarme de ti, y no se diga más-
-¿por qué no lo harás?-
-porque sé que me necesitas, y puedes contar con mi apoyo siempre. Algunas veces te llegué a juzgar, y a pensar que eras malo, pero es que no tenía la suficiente madurez para entender lo que pasaba contigo, y ahora que me he dado cuenta de lo mucho que vales, no pienso alejarme de ti ¡cuenta conmigo para ayudarte a convertir en el hombre bueno que deseas ser!-
-Gracias Valeria, tus palabras me hacen creer que si, que tal vez si hay una luz de esperanza para mi-
-pues claro que la hay, pero tú te pierdes fácilmente, por eso no te dejaré solo. Aa, y dile a Lee que mañana iré, y que haremos ese pastel de cohocolate y fresas que te gusta-
-yo le diré ¡estará feliz! Oye, yo mañana regreso tarde del ensayo, ¡no vayas a acaberte todo el pastel! aunque sea guardame una rebanada-
-no, me comeré todo yo sola. No seas tonto ¡sobrará mucho! pero no te preocupes, que yo te guardo una rebanada-
-Bien. Creo que mejor ya caminamos a tu casa, es tarde y no quiero causarte problemas con tus padres-
-no importa, él está según muy enfermo que ni lo notará, y la pobre está tan preocupada que tampoco se dará cuenta-
-cómo sea, mejor ve ya, además tengo que cuidar a mi padre, mejor mañana nos vemos-
-está bien, toma mis libros, recuerda que eres un caballero-
Drake y Valeria caminaron hasta la casa de ella, él cargaba sus libros, y el resto del camino lo pasaron bromeando y riendo, al parecer el chico se sentía más ligero, cómo si un enorme peso se le hubiera quitado de encima. Casi se podría decir que por esos momentos él era feliz.
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