sábado, 10 de agosto de 2013

East of Eden - Capítulo #37

-Ha pasado algo malo ¿verdad Lee?-
-sabes que él ya no puede leer, yo tuve que leerle a tu padre ¡antes de abrirla ya lo sabía! yo tuve que darle la noticia-
-¿de que hablas? ¿que noticia?-
-toma, abre el sobre y lee tú mismo-
-¡no! tengo miedo de encontrarme con algo que no quiero leer-
-tienes que hacerlo-
Drake tomó la carta, abrió el sobre lentamente, temeroso de lo que en el pudiera venir, incluso sus manos temblaban un poco. Sacó la carta, y la leyó.
-Estimado señor Bell, lamentamos profundamente comunicarle que su hijo James B. ha muerto en combate cómo todo un heroe de guerra, dando la vida por su país. Sus restos serán enviados a la brevedad posible con uno de nuestros altos miembros-
-ha muerto ¡James ha muerto!... Mi padre ¿donde está? el auto de afuera ¿quién es?-
-Sam le trajo el sobre, y luego tuvo que ir por el doctor-
-¿qué? ¿que tiene?-
-no lo sé, adentro lo están revisando. Cuando le dí la noticia, él se quejó de un fuerte dolor en la cabeza, luego cayó al piso y no reaccionó-
 Drake corrió lo más pronto posible, subió las escaleras, y llegó hasta la habitación de Adam, la puerta estaba cerrada, y aunque deseaba abrirla y ver lo que pasaba con su padre, no tuvo más remedio que sentarse en una silla afuera de su puerta, y esperar. Un rato después salía Sam.
-Sam ¿cómo lo vio?-
-muchacho, adivino que tú eres el causante de el mal de Adam, tú su obeja negra, su Caín. Ustedes son cómo ese par de hermanos de la biblia, Caín y Abel. ¿La leíste? Caín se reveló contra Abel y lo mató, luego huyo y se escondió en la tierra de Nod al este del paraiso. ¿por qué no haces tú lo mismo y huyes al este? vete, vete a donde ya no puedas hacerle más daño a los tuyos, si en algo quieres a tu padre, lo mejor que puedes hacer por él, es alejarte de su lado ¡a donde tu maldad ya no lo alcance, ni a él, ni a todos los que te rodean!-
-tiene razón Sam, soy cómo Caín, sólo hago el mal, y creo que tiene razón en eso, sólo alejándome podría dejar de dañar a aquellos a los que amo-
Sam no dijo nada más, y un momento después salió el doctor. Drake se apróximo con rapidez ante él, y en ese momento también Lee subía a buscar noticias de Adam. 
-¡doctor! ¿cómo está mi padre?-
-así de claro lo dejaré, Drake ahora usted será la cabeza de la familia-
-no comprendo-
-¿sabe ustes lo que es un ataque fulminante?. Pues eso le ha ocurrido a su padre, le ha dado un derrame cerebral, y no es el primero ¿verdad Lee?-
-no señor, hubo otros, pero leves-
-sé que eres muy joven para mantener a esta familia, y no hablo de lo económico, pero ahora tienes que ser fuerte y ver por tu padre-
-¿que tan grave es su situación?-
-el lado izquierdo se ha paralizado, y parte del derecho también, probablemente no ve con el ojo izquierdo, pero eso no lo podemos saber-
-¿el va a morir?-
-si, pero no se puede saber cuando, podría ser en unos días, semanas, hasta un año tal vez, o podría morir esta misma noche. Eso nadie lo puede saber. No sabe lo fuerte que llegan a ser las personas ante estos casos, sacan fuerzas de no se donde, ellos luchan. A usted le toca ser fuerte, y ver por su padre-
-¿me reconocerá?-
-no lo sé, tendrá que averiguarlo usted mismo-
-¿y al menos puede hablar?-
-está muy cansado ya, pero tal vez si se lo propone, podría decir unas palabras. Más tarde le enviaré a una enfermera, y tendrán que conseguir una de planta, pues la necesitará. Se fuerte muchacho-
El doctor estaba por darle una palmada en el hombro a Drake, pero él se quitó, y entró a la habitación de su padre.


En la habitación se encontraba Adam, recargaba su cabeza sobre almohadas, con tez pálida, y un rostro tranquilo. Al escuchar que alguen entraba, volteó lentamente los ojos hasta encontrar de donde provenía en sonido. Frente a la cabecera de la cama se encontraba Drake, serio y mirándolo a los ojos, Adam lentamente posó sus vista en él, primero miró a su pecho, luego subió su vista hasta el rostro serio del chico, y lo miró a los ojos.
Drake, tomó una silla y la acercó justo a lado de la cama, se dirigió hasta Adam, y le dijo.
-Lo siento padre- Los ojos de Adam parpadearon lentamente.
-¿me oyes padre? ¿me entiendes?- pero los ojos de Adam no cambiaron su expresión, ni se movieron.
-¡yo lo hice!- gritó Drake. -yo llevé a James con su madre, lo puse frente a Kate, y por eso él huyó ¡yo lo maté! y ahora te he enfermado, por mi culpa estás en esa cama sin poder moverte. Yo no quiero haces cosas malas, pero las hago-
 Ocultaba la cabeza sobre el lecho y las sabanas, para huír de la mirada de Adam, pero esos ojos seguian viéndolo, entonces supo que esos ojos lo seguirían a donde quiera, que formarían parte de su vida por el resto de ella. No soportó más estar en esa habitación, con esa mirada penetrando en él, y salió de ella con la cabeza agachada, pero bien sabía que salir y huír de esa mirada no serviría de nada, pues aún con los ojos cerrados, la mirada acusadora de su padre seguiría frente a él hasta el último de sus días. 

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