Había ya llegado el día de enviar las lechugas a otras ciudades, las metieron dentro de los vagones en cajas repletas de hielo, y envueltas en papel encerado. Ese día estuvo todo Salinas para celebrar la partida de el nuevo invento, hasta los periódicos, y el alguacil estuvieron presentes. Todo marchaba bien, habían pasado ya dos días desde la salida del tren, y las lechugas estaban por llegar al final de su recorrido, tan sólo a unos días de llegar. En casa estaban Adam, Lee, Drake, James y Valeria, todos muy felices con la nueva compra de Adam, un ford nuevecito, y es que en aquellos días eran muy pocos los que podían presumir de tener un auto. Apenas Adam había aprendido a manejarlo y los chicos querían hacerlo también, pero él no les permitía usarlo pues manejar era mucho más complicado y peligroso de lo que es ahora. Todos reían mientras se repetían los pasos básicos para encender un auto, pero unos momentos después llegaban noticias. El encargado de transportes de Salinas llegaba hasta la casa de Adam para avisarle que el tren había quedado parado por un alub de nieve que no dejaba cruzar el camino, y les avisaron que de los vagones se miraba chorrear agua. La familia se condujo hasta donde estaba parado el tren y fueron a revisar los vagones. Abrieron las puertas y se encontraron con qué todo lo que apenas unos días antes había sido hielo, ahora sólo era agua. Adam tomó una de las cajas, la abrió y sacó una lechuga, la desenvolvió y se encontró con la sorpresa de que estaba blanda y seca, en pocas palabras ¡ya no servía! Así revisaron todas las cajas, y fue lo mismo, se había perdido todo el cargamento de lechugas. La consecuencia sería muy grave pues para que el negocio pudiera rendir ganancias tendrían que haber podido vender por al menos una vez la mercancía, pero eso no fue posible, y Adam había invertido caso todo el dinero de la herencia que dejó su padre, esto los dejaba prácticamente sin dinero. La actitud que tomó Adam fue la mejor que se pudo haber tomado en un caso así, aunque la mayoría hubiera reaccionado de otra manera.
-bueno, pues esto era un negocio, y todo negocio lleva su riesgo, nosotros hemos arriesgado, y nos ha tocado perder ¿que se le ha de hacer?- decía Adam con desánimo pero muy tranquilo ante la situación.
-pero, lo hemos perdido todo padre ¿no te preocupa?-decía James mucho más preocupado que Adam.
-naturalmente que me preocupa, pero nada se puede hacer. Hemos comido más lechugas de las que podíamos digerir. Así es esto hijos. Pero yo lo sé, el hielo conserva las cosas frescas, y algún día podré probarlo ¡ya lo verán!-
Adam regresó a su auto para volver a casa y seguir con su vida, el único con calma en esos momentos era él.
-no lo puedo creer¡esperaba que esto le afectara mucho más- decía James un tanto incrédulo.
-lo que pasa es que tú no lo conoces tan bien cómo crees-
Drake lo decía muy preocupado, pero no por el dinero que se habría perdido, sino porque esto afectaba tanto a su padre, el que estaba tan entusiasmado con todo esto.
viernes, 28 de junio de 2013
miércoles, 26 de junio de 2013
Eastr of Eden - Capítulo #12
Haber visto a su madre tan de cerca, fue suficiente para Drake por el momento. Sabía que ella no deseaba ni verlo, y que acercarse ya era casi imposible, por lo que decidió dejar de lado sus planes para hablar con Kate y mejor enfocarse en el negocio de Adam. Cada día después de clases iba hasta el rancho para ayudar con el negocio de las lechugas, o a mirar que la fábrica de hielos funcionara correctamente. La familia estaba poniendo todo de su parte para que la idea de Adam funcionara, incluso Drake se portaba bien, estaba tan ocupado con todo eso que se olvidaba de hacer maldades. Los meses siguieron pasando y ya las lechugas habían crecido, había recolectores en todo el rancho de los Bell, unos cortaban, otros más las revisaban, limpiaban y acomodaban, sin duda estos días habían sido los más duros del trabajo. Todo iba muy lento, pero seguía su curso, el tren había llegado y se encontraba parado en la estación. Al chico se le ocurrió algo para avanzar más rápido con la revisión de las lechugas, miró que uno de los vagones llevaba un descargador cómo el de la fábrica, ese por donde bajan los hielos, él no dudó ni un momento, y vigilando que no hubiera nadie desclavó las orillas que mantenían el descargador unido al vagón, y con ayuda de un par de recolectores lo tomaron y lo llevaron hasta el sembradio que estaba muy cerca de la parada del tren. ahí junto a un contenedor donde caían las lechugas fue que pusieron el descargador, y comenzaron a usarlo, sin duda pasarlas por ahí era mucho más rápido que pasar una por una con las manos. Adam llegó a ver que todo fuera en orden, y miró aquello que no sabía que era, pero por donde rodaban montones de lechugas, Drake se acercó a él, y entonces Adam le preguntó que cosa era esa.
-¡vaya! ¿que cosa es esa?-
-pues verás, pensé que con esto podríamos ahorrarnos mucho tiempo, el tren de transporte pronto estará aquí y tenemos que ir a toda prisa con las lechugas, ¡esto nos ahorrará mucho tiempo!-
-bueno, jamás se me hubiera ocurrido utilizar algo así, es parecido al que tiene la fábrica de hielos ¡muy bien pensado hijo! me alegra ver que te estás encaminando, y lo haces bien, muy buena idea la que has tenido-
-gracias padre, que gusto que te haya agradado-
-claro. Ya es hora de la comida, le diré a todos que vayan a descansar un rato y a comer, para después seguir trabajando ¡aún queda mucho por hacer!-
Las personas tomaron diferentes caminos, pero todos buscando un lugar donde sentarse y comer, Valeria venía ya con el almuerzo de James, pero no lo miraba, así que se acercó a Drake para preguntarle por su hermano. Aunque con algo de miedo y desconfianza se decidió a pararse frente al chico de la larga melena que cubría su frente. Sería la primera que que hablaría sólo con él, pues siempre estaba James, o algunas veces Adam, o Lee, pero nunca había estado totalmente a solas con Drake, no desde aquel día en que se conocieron, y él la llamó niña insoportable, algo que Valeria no lograba olvidar. Se paró frente a él, esperó unos segundos y luego se decidió a hablarle.
-Hola Drake. ¿Sabes donde está James? es que le he traído su almuerzo, pero no lo veo por ningún lado-
-es que no está, anda por ahí en su caballo, está revisando que no queden más lechugas sin recolectar-
-si, y ¿no tardará mucho?-
-no lo creo, tal vez una media hora, pero dame su almuerzo, yo lo llevo-
Drake tomó la canasta que traía Valeria en las manos antes de que ella pudiera darse cuenta. Salió corriendo hasta un jardín donde había sillas y mesas para comer, se sentó en un a mesa solitaria que estaba hasta el fondo y que no tenía sillas, y hasta allá lo siguió Valeria. Una chica a la que Drake había conocido durante la recolección se encontraba ahí comiendo una manzana, habían quedado de verse para el almuerzo, pero él le pidió que se fuera pues Valeria ya venía, y no quería que viera a la chica. De mala gana pero sin otra opción, la chica se levantó y se fue a otra mesa que estaba aún más arriba. Drake se sentó en la mesa y sacó de la canasta un sandwich de jamón y comenzó a comerlo, cuando Valeria lo alcanzó el ya estaba comiendo muy alegremente y solo, ella se sentó junto a él y, le dijo.
-ese es el almuerzo de tu hermano, si quieres puedo prepararte algo ¡tardo sólo unos minutos!-
-no gracias, ya estoy comiendo-
eso veo, no te preocupará dejar a James con hambre-
-no, él regresará pronto, yo estaré varias horas aquí-
-bien. Oye, ¿quién es esa chica?-
-¿que chica?-
-no te hagas el disimulado, la he visto irse a sentar allá atrás, además no aparta la mirada de aquí-
-a, no la conozco-
-eres un mentiroso, pero si se ve que se muere de celos ¿es tu novia?-
-claro que no, apenas la conocí hace unos días, además no es mi tipo, yo sólo busco amistades, son ella las que quieren buscar algo más-
-pues no las culparía. ¿sabes? tenía tanto tiempo sin mirarte de cerca ¡desde que eramos niños! has crecido mucho y, eres muy apuesto ¡tienes una mirada tan sincera!-
-y ¿eso debo de tomarlo cómo un cumplido? James se pondrá celoso-
-no tendría por qué, sólo he dicho la verdad, esa expresión en tu mirada es única, bien se dice que los ojos son la ventana del alma, y comenzaré a creer que eso es verdad-
-pues ¿que quieres decir con eso?-
-que si la gente se acercara a ti, y te viera a los ojos, ellos podrían ver lo que realmente hay en tu interior-
-¿que es lo que se supone que ves?-
-que tienes un buen corazón. Todos dicen que eres malo, y hasta yo lo he pensado, pero te juzgan sin conocerte lo suficiente ¡una persona que tiene una mirada tan dulce y transparente no puede ser malo!-
-a es que tú piensas que soy malo ¿es eso?-
-no he dicho que piense que eres malo, pero algunas veces lo creo, todos lo dicen, luego te miro actuar de una manera tan extraña, tu forma de ver, tus actos, todo eso me hace dudar ¡y no puedo olvidar que el día que te conocí casi matas a tu hermano!-
-no exageres, sólo estaba jugando, nada malo quería hacer-
-pues vaya manera de jugar, desde entonces te tengo miedo ¡lo siento, no quise decir eso!-
-no importa, sé que me temes, lo he sabido siempre, además supongo que yo tengo la culpa-
-James me dice que en el fondo él sabe que eres bueno, pero que te comportas así para llamar la atención de la gente, así que creo en sus palabras-
-pues tal vez si soy malo, hago cosas malas-
-¿y quién no ha hecho cosas malas alguna vez?-
-tú por ejemplo, no creo que jamás hayas hecho algo incorrecto-
-te equivocas, todos lo hemos hecho alguna vez, y yo también me he portado mal en más de una ocasión-
-claro, supongo que alguna vez no te lavaste las manos antes de comer, o no te dormiste en cuanto te fuiste a la cama, tal vez alguna vez rompiste un jarrón de tu madre, ¡o ensuciaste tu ropa! para ti eso es ser muy mala-
-pues no, una vez hice algo muy malo-
-¿que cosa?-
-tiré tres mil dolares al río-
-¿cuanto? no te creo-
-así fue, yo no miento ¿quieres que te cuente?-
-¡pues si!-
-Bien. ¡Una vez tiré un anillo de diamantes al río! y costaba eso, o al menos mi padre me dijo que eso le había costado-
-a ya veo, dime cómo fue-
-tú ya sabes que un par de años después de que vinieron a vivir a Salinas mi madre murió. Y sabes que papá se volvió a casar enseguida, sólo unos meses después de que ella murió. Yo me sentí muy mal por eso, y estaba muy enojada, esa mujer no me caía bien y, un día entré a su habitación a escondidas y tomé el anillo de bodas que le dio mi padre, salí corriendo y lo eché al río, no lo pensé, tan sólo lo eché-
-¿y que pasó?-
-pues le tuve que decir a mi padre lo que hice con él, recuerdo que lo buscaron por horas, pero no pudieron encontrarlo ¡y mira que lo intentaron! Ella estaba furiosa, sé que deseaba darme una tunda, pero no podía-
-¿pero que hizo tu padre?-
-pues me castigó, y luego de un tiempo el lo olvidó, pero ella no, me sigue odiando por hacer eso. Para mí era difícil acostumbrarme a la ausencia de mi madre, y después él llega con otra mujer que quiere ocupar su lugar, y que para colmo no me soportaba. El tiempo pasó y yo crecí, ahora ya es diferente, a ella la soporto, pero jamás podría ser cómo una madre, y mi padre ¡a él lo respeto! nos llevamos bien, pero ya no lo admiro cómo antes, ahora sólo llevamos la relación padre e hija, y sólo espero el día en que me case y alejarme de ellos, pues las cosas nunca más fueron igual-
-ya entiendo, yo no estaba enterado de todo eso, James no me lo dijo-
-es que esas cosas eran muy mías, no me gustaba que todos lo supieran, y hasta ahora sólo lo sabían James y Lee-
-¿por qué decidiste contarmelo?-
-porque creo que querías escucharlo, tienes que entender que todos comentemos errores. Yo no aceptaba a mi madrastra, fui mala con ella porque creí que ocupaba el lugar de mi madre, pero no era así. Sé que yo soy aún más adulta que los mismos adultos, pues yo he tenido la sabiduría para perdonarle a mi padre su falta de comprensión y de apoyo, sé lo que tú algunas veces debes de sentir, te entiendo aunque no lo creas, no sólo tú sufres-
Drake miraba a Valeria a los ojos, comprendía que todos pasan por malos momentos, pero que saben reponerse y salir adelante. Pero James y Drake no podían hacerlo, pues serían más débiles, o demasiado sufribles. Por primera vez pensó que Valeria no era sólo la cara bonita que había visto durante casi seis años, sino que además era muy inteligente, fuerte, muy valiente. Él se sentía alegre por haber platicado con la novia de su hermano, esa chica sería la esposa ideal para cualquier hombre, en este caso para James. Valeria también miraba los ojos de Drake, y le sonreía, se había atrevido a ver más allá de su rostro, ver en su interior y notar que había un ser humano con un noble corazón, pero era algo tan difícil de mirar pues él no permitía que se acercaran lo suficiente cómo para notarlo. Había pasado ya un buen rato y James estaría por llegar, estaban en silencio y sin saber que decir, ella tomó un mechón del cabello de Drake que le había cubierto parte del ojo, lo acomodó hacía un lado, y le sonrió.
-mira que pelos tienes, deberías de cortarlos, o al menos peinarlos-
-así me gusta peinarme-
-está bien. Yo creo que debo de volver, James no tarda en venir, y además esa chica me quiere matar con la mirada, pensará que somos novios ¿por qué no le dices que soy la novia de tu hermano?-
-no, deja que piense lo que quiera, no tengo por qué darle explicaciones. Mira, ya está llegando James-
James llegó de se revisión por los sembradios. Adam estaba mirando cómo pasaban de rápido las lechugas, apenas había hablado con unos trabajadores de tren, le contaban que alguien había robado el aparato que usaban para descargar, pero él no se imaginaba de lo que hablaban esos hombres. mientras observaba el invento de Drake. James le preguntó.
-¿que es eso eh?-
-es un invento de tu hermano, funciona muy bien-
-¿a sí? a mi me parece que es un descargador-
-¿que? eso es un, ¡ese muchacho! Drake, ¡ven para aca en este momento!-
James corrió al mirar a su novia que estaba caminando a su encuentro, Drake venía a un lado, y al oírlo llamarle, Drake corrió junto a su padre. James se acercó a Valeria, la saludó, y volteó hacía donde estaban su padre y su hermano, y le comentó a Valeria.
-estoy seguro que mi padre lo va a regañar, y Drake se molestará, y empezará la pelea ¡siempre es así!
-así que un invento tuyo- Dijo Adam enojado, pero Drake no respondió nada.
-has robado ese descargador, y seguramente les has dificultado el trabajo a esos hombres ¡quiero que lo devuelvas a donde pertenece! que fácil es tomar las cosas de los de más, nunca haces nada bien ¡nunca!-
Y aunque deseaba hablar, Drake se quedó en silencio, tomó aire, y trató de tranquilizarse. Fue hasta el descargador y comenzó a desclavarlo, esta vez no echaría a perder lo poco que había ganado ante su padre, haría lo que el le dijera.
-James, quiero que te encargues de fabricar un descargador igual a este, pide ayuda a algunos trabajadores, y trata de hacerlo lo más pronto posible ¡no queremos perder más tiempo!- Dijo Adam a James-
-así será padre, ahora mismo comienzo a hacerlo-
Ahí estaban otra vez, los celos, la envidia. Se preguntaba por qué siempre era James quién hacía todo bien, y por qué su padre sólo tenía ojos para su hermano, pero jamás para él. Más que coraje, le provocaba un enorme dolor en su interior.
-¡vaya! ¿que cosa es esa?-
-pues verás, pensé que con esto podríamos ahorrarnos mucho tiempo, el tren de transporte pronto estará aquí y tenemos que ir a toda prisa con las lechugas, ¡esto nos ahorrará mucho tiempo!-
-bueno, jamás se me hubiera ocurrido utilizar algo así, es parecido al que tiene la fábrica de hielos ¡muy bien pensado hijo! me alegra ver que te estás encaminando, y lo haces bien, muy buena idea la que has tenido-
-gracias padre, que gusto que te haya agradado-
-claro. Ya es hora de la comida, le diré a todos que vayan a descansar un rato y a comer, para después seguir trabajando ¡aún queda mucho por hacer!-
Las personas tomaron diferentes caminos, pero todos buscando un lugar donde sentarse y comer, Valeria venía ya con el almuerzo de James, pero no lo miraba, así que se acercó a Drake para preguntarle por su hermano. Aunque con algo de miedo y desconfianza se decidió a pararse frente al chico de la larga melena que cubría su frente. Sería la primera que que hablaría sólo con él, pues siempre estaba James, o algunas veces Adam, o Lee, pero nunca había estado totalmente a solas con Drake, no desde aquel día en que se conocieron, y él la llamó niña insoportable, algo que Valeria no lograba olvidar. Se paró frente a él, esperó unos segundos y luego se decidió a hablarle.
-Hola Drake. ¿Sabes donde está James? es que le he traído su almuerzo, pero no lo veo por ningún lado-
-es que no está, anda por ahí en su caballo, está revisando que no queden más lechugas sin recolectar-
-si, y ¿no tardará mucho?-
-no lo creo, tal vez una media hora, pero dame su almuerzo, yo lo llevo-
Drake tomó la canasta que traía Valeria en las manos antes de que ella pudiera darse cuenta. Salió corriendo hasta un jardín donde había sillas y mesas para comer, se sentó en un a mesa solitaria que estaba hasta el fondo y que no tenía sillas, y hasta allá lo siguió Valeria. Una chica a la que Drake había conocido durante la recolección se encontraba ahí comiendo una manzana, habían quedado de verse para el almuerzo, pero él le pidió que se fuera pues Valeria ya venía, y no quería que viera a la chica. De mala gana pero sin otra opción, la chica se levantó y se fue a otra mesa que estaba aún más arriba. Drake se sentó en la mesa y sacó de la canasta un sandwich de jamón y comenzó a comerlo, cuando Valeria lo alcanzó el ya estaba comiendo muy alegremente y solo, ella se sentó junto a él y, le dijo.
-ese es el almuerzo de tu hermano, si quieres puedo prepararte algo ¡tardo sólo unos minutos!-
-no gracias, ya estoy comiendo-
eso veo, no te preocupará dejar a James con hambre-
-no, él regresará pronto, yo estaré varias horas aquí-
-bien. Oye, ¿quién es esa chica?-
-¿que chica?-
-no te hagas el disimulado, la he visto irse a sentar allá atrás, además no aparta la mirada de aquí-
-a, no la conozco-
-eres un mentiroso, pero si se ve que se muere de celos ¿es tu novia?-
-claro que no, apenas la conocí hace unos días, además no es mi tipo, yo sólo busco amistades, son ella las que quieren buscar algo más-
-pues no las culparía. ¿sabes? tenía tanto tiempo sin mirarte de cerca ¡desde que eramos niños! has crecido mucho y, eres muy apuesto ¡tienes una mirada tan sincera!-
-y ¿eso debo de tomarlo cómo un cumplido? James se pondrá celoso-
-no tendría por qué, sólo he dicho la verdad, esa expresión en tu mirada es única, bien se dice que los ojos son la ventana del alma, y comenzaré a creer que eso es verdad-
-pues ¿que quieres decir con eso?-
-que si la gente se acercara a ti, y te viera a los ojos, ellos podrían ver lo que realmente hay en tu interior-
-¿que es lo que se supone que ves?-
-que tienes un buen corazón. Todos dicen que eres malo, y hasta yo lo he pensado, pero te juzgan sin conocerte lo suficiente ¡una persona que tiene una mirada tan dulce y transparente no puede ser malo!-
-a es que tú piensas que soy malo ¿es eso?-
-no he dicho que piense que eres malo, pero algunas veces lo creo, todos lo dicen, luego te miro actuar de una manera tan extraña, tu forma de ver, tus actos, todo eso me hace dudar ¡y no puedo olvidar que el día que te conocí casi matas a tu hermano!-
-no exageres, sólo estaba jugando, nada malo quería hacer-
-pues vaya manera de jugar, desde entonces te tengo miedo ¡lo siento, no quise decir eso!-
-no importa, sé que me temes, lo he sabido siempre, además supongo que yo tengo la culpa-
-James me dice que en el fondo él sabe que eres bueno, pero que te comportas así para llamar la atención de la gente, así que creo en sus palabras-
-pues tal vez si soy malo, hago cosas malas-
-¿y quién no ha hecho cosas malas alguna vez?-
-tú por ejemplo, no creo que jamás hayas hecho algo incorrecto-
-te equivocas, todos lo hemos hecho alguna vez, y yo también me he portado mal en más de una ocasión-
-claro, supongo que alguna vez no te lavaste las manos antes de comer, o no te dormiste en cuanto te fuiste a la cama, tal vez alguna vez rompiste un jarrón de tu madre, ¡o ensuciaste tu ropa! para ti eso es ser muy mala-
-pues no, una vez hice algo muy malo-
-¿que cosa?-
-tiré tres mil dolares al río-
-¿cuanto? no te creo-
-así fue, yo no miento ¿quieres que te cuente?-
-¡pues si!-
-Bien. ¡Una vez tiré un anillo de diamantes al río! y costaba eso, o al menos mi padre me dijo que eso le había costado-
-a ya veo, dime cómo fue-
-tú ya sabes que un par de años después de que vinieron a vivir a Salinas mi madre murió. Y sabes que papá se volvió a casar enseguida, sólo unos meses después de que ella murió. Yo me sentí muy mal por eso, y estaba muy enojada, esa mujer no me caía bien y, un día entré a su habitación a escondidas y tomé el anillo de bodas que le dio mi padre, salí corriendo y lo eché al río, no lo pensé, tan sólo lo eché-
-¿y que pasó?-
-pues le tuve que decir a mi padre lo que hice con él, recuerdo que lo buscaron por horas, pero no pudieron encontrarlo ¡y mira que lo intentaron! Ella estaba furiosa, sé que deseaba darme una tunda, pero no podía-
-¿pero que hizo tu padre?-
-pues me castigó, y luego de un tiempo el lo olvidó, pero ella no, me sigue odiando por hacer eso. Para mí era difícil acostumbrarme a la ausencia de mi madre, y después él llega con otra mujer que quiere ocupar su lugar, y que para colmo no me soportaba. El tiempo pasó y yo crecí, ahora ya es diferente, a ella la soporto, pero jamás podría ser cómo una madre, y mi padre ¡a él lo respeto! nos llevamos bien, pero ya no lo admiro cómo antes, ahora sólo llevamos la relación padre e hija, y sólo espero el día en que me case y alejarme de ellos, pues las cosas nunca más fueron igual-
-ya entiendo, yo no estaba enterado de todo eso, James no me lo dijo-
-es que esas cosas eran muy mías, no me gustaba que todos lo supieran, y hasta ahora sólo lo sabían James y Lee-
-¿por qué decidiste contarmelo?-
-porque creo que querías escucharlo, tienes que entender que todos comentemos errores. Yo no aceptaba a mi madrastra, fui mala con ella porque creí que ocupaba el lugar de mi madre, pero no era así. Sé que yo soy aún más adulta que los mismos adultos, pues yo he tenido la sabiduría para perdonarle a mi padre su falta de comprensión y de apoyo, sé lo que tú algunas veces debes de sentir, te entiendo aunque no lo creas, no sólo tú sufres-
Drake miraba a Valeria a los ojos, comprendía que todos pasan por malos momentos, pero que saben reponerse y salir adelante. Pero James y Drake no podían hacerlo, pues serían más débiles, o demasiado sufribles. Por primera vez pensó que Valeria no era sólo la cara bonita que había visto durante casi seis años, sino que además era muy inteligente, fuerte, muy valiente. Él se sentía alegre por haber platicado con la novia de su hermano, esa chica sería la esposa ideal para cualquier hombre, en este caso para James. Valeria también miraba los ojos de Drake, y le sonreía, se había atrevido a ver más allá de su rostro, ver en su interior y notar que había un ser humano con un noble corazón, pero era algo tan difícil de mirar pues él no permitía que se acercaran lo suficiente cómo para notarlo. Había pasado ya un buen rato y James estaría por llegar, estaban en silencio y sin saber que decir, ella tomó un mechón del cabello de Drake que le había cubierto parte del ojo, lo acomodó hacía un lado, y le sonrió.
-mira que pelos tienes, deberías de cortarlos, o al menos peinarlos-
-así me gusta peinarme-
-está bien. Yo creo que debo de volver, James no tarda en venir, y además esa chica me quiere matar con la mirada, pensará que somos novios ¿por qué no le dices que soy la novia de tu hermano?-
-no, deja que piense lo que quiera, no tengo por qué darle explicaciones. Mira, ya está llegando James-
James llegó de se revisión por los sembradios. Adam estaba mirando cómo pasaban de rápido las lechugas, apenas había hablado con unos trabajadores de tren, le contaban que alguien había robado el aparato que usaban para descargar, pero él no se imaginaba de lo que hablaban esos hombres. mientras observaba el invento de Drake. James le preguntó.
-¿que es eso eh?-
-es un invento de tu hermano, funciona muy bien-
-¿a sí? a mi me parece que es un descargador-
-¿que? eso es un, ¡ese muchacho! Drake, ¡ven para aca en este momento!-
James corrió al mirar a su novia que estaba caminando a su encuentro, Drake venía a un lado, y al oírlo llamarle, Drake corrió junto a su padre. James se acercó a Valeria, la saludó, y volteó hacía donde estaban su padre y su hermano, y le comentó a Valeria.
-estoy seguro que mi padre lo va a regañar, y Drake se molestará, y empezará la pelea ¡siempre es así!
-así que un invento tuyo- Dijo Adam enojado, pero Drake no respondió nada.
-has robado ese descargador, y seguramente les has dificultado el trabajo a esos hombres ¡quiero que lo devuelvas a donde pertenece! que fácil es tomar las cosas de los de más, nunca haces nada bien ¡nunca!-
Y aunque deseaba hablar, Drake se quedó en silencio, tomó aire, y trató de tranquilizarse. Fue hasta el descargador y comenzó a desclavarlo, esta vez no echaría a perder lo poco que había ganado ante su padre, haría lo que el le dijera.
-James, quiero que te encargues de fabricar un descargador igual a este, pide ayuda a algunos trabajadores, y trata de hacerlo lo más pronto posible ¡no queremos perder más tiempo!- Dijo Adam a James-
-así será padre, ahora mismo comienzo a hacerlo-
Ahí estaban otra vez, los celos, la envidia. Se preguntaba por qué siempre era James quién hacía todo bien, y por qué su padre sólo tenía ojos para su hermano, pero jamás para él. Más que coraje, le provocaba un enorme dolor en su interior.
sábado, 22 de junio de 2013
East of Eden - Capítulo #11 (encuentro de Kate y Drake)
Kate comenzó a gritar asustada, llamaba a Joe. entonces Drake seguía sin moverse, sin apartarle la vista de encima. Kate tan sólo pudo taparse la cara con su brazo, mientras gritaba.
-Joe ¡Joe! ven pronto-
Tardó unos segundos en entrar aquel hombre alto.
-sacalo de aquí, ¡has que se aleje de mi!- Dijo Kate en un tono angustiado.
-Joe lo tomó de los brazos y jaló de él con tanta fuerza que lo tiró contra el piso. El pobre de Drake ni siquiera terminaba de entender lo que pasaba en ese instante, seguía himnotizado frente a su madre, le tomó unos segundos reaccionar, para ese entonces Joe ya lo arrastraba a la salida. Lo primero que hizo Drake fue tratar de detenerse de algo, de un mueble, el marco de la puerta, pero no podía, aquel hombre era mucho más grande y fuerte que él. Al ver que no podía hacer nada, comenzaba a gritar, a llorar, pero no parecía ser escuchado.
-no ¡por favor no me saque! tengo que hablar con ella ¡necesito hablar con ella!-
-¡ya no pongas resistencia! te sacaré a golpes muchacho-
-ayudame, tengo que hablar contigo, no dejes que me saquen ¡tengo que hablarte, dejame hacerlo!-
Kate sólo miraba aterrada lo sucedido, escondida entre la puerta. No comprendía que pasaba con ese chico, el tono de su voz era desgarrador, y al verlo a los ojos, su mirada le dijo algo, fue cómo retroceder en el tiempo, y sin saber por qué, ese chico le recordó a Charles, el hermano de Adam. Se preguntó por qué él le había recordado a Charles, nunca desde la última vez que lo miró había vuelto a sus recuerdos, hasta ahora. Eso le daba la respuesta de quién era ese chico, y por qué la necesidad de verla y de hablarle. Aún en el piso, y sosteniendose de un mueble trataba de luchar para que no lo sacaran, el tono angustiado de su voz dejó salir la verdad en sus palabras.
-¿por qué no quieres hablar conmigo? por favor ¡hablame madre!-
Fue lo último que le escucho decir, aún unos instantes antes de escucharlo llamarla madre, Kate lo sabía, aquel muchacho era su hijo. No soportó más mirarlo a los ojos, cerró la puerta de su oficina, y no lo miró más. Joe, cómo se lo había dicho, sacó a Drake a golpes de la casa, aún así no quería irse, estaba en la puerta de la entrada tirado en el piso y suplicando que lo dejaran ver a Kate. Aunque no les gustaba recurrir a él, Joe no tuvo más remedio que llamar al alguacil para que se llevara al muchacho loco que estaba sobre la puerta. No tardó más de unos minutos en llegar, y para su sorpresa se encontró con que aquel chico que estaba molestando era Drake Bell, uno de los mellizos de Adam, y entonces lo entendió todo, aquel muchacho se había enterado ya de la verdad.
-él ha querido entrar, pero cómo no lo hemos dejado porque es menor de edad, pues se puso cómo loco- dijo Joe algo temeroso, pues sabía que lo había golpeado.
-y ¿por qué han tenido que golpearlo? es un chiquillo-
-bueno es que estaba molestando, y no lo sé, pensé que tal vez quería provocar un pleito aquí adentro, lo tuve que golpear porque se puso violento-
-ya, está bien, yo me haré cargo de él, ahora vuelve adentro.
cuando Joe entró, el alguacil habló con Drake.
-vamos muchacho, tengo que subirte a la patrulla, ellos tienen que ver que te llevo a la delegación-
-no quiero, ¡tengo que hablar con ella!-
-¡basta ya Drake! soy la autoridad y yo mando, tú vienes conmigo- Y así casi a la fuerza el alguacil llevó a Drake hasta la delegación. Ahí curó un poco sus heridas, le sirvió un café, y se sentó a platicar con el muchacho.
-¿para que has ido a ese lugar?-
-si ya lo sabe. Fui para verla, para hablar con ella ¡pero no me lo permitió!-
-Adam, ¿no sabe que fuiste a verla, verdad?-
-no, he venido sin decirle nada-
-no le gustará saber donde estuviste, y menos lo que fuiste a hacer. Su mayor preocupación era que alguno de sus hijos viniera a Monterey, y que pudiera encontrarse con la verdad, ahora tú ya la sabes. Supongo que ya puedo mostrarte esto, es una fotografía de la boda de tus padres, mirala-
Drake miró la foto sin muchas ganas, la devolvió al alguacil, y dijo en tono desconsolado.
-lo sabía, es que no podía ser de otra manera, tenía que ser cierto-
-¿de que hablas Drake?-
-tenía que verla para comprobarlo, si ella es así, ¿que podía esperar de mi? ¡ahora ya no tengo duda de que soy cómo ella!-
-no digas eso, tú eres un buen chico, y me consta, algunas veces eres rebelde y caprichoso, pero eres un buen chico-
-no me conoce lo suficiente, soy malo cómo ella ¡la odio por heredarme su maldad! odio a mi madre ¡y también a mi padre! los odio a los dos ¡yo no debí haber nacido!-
Después comenzó a llorar, eran sentimientos encontrados, odio, rabia, coraje, temor, un gran dolor. El alguacil lo dejó llorar un rato a solas, pues sabía que no encontraría las palabras adecuadas para hacerlo sentir bien, y luego volvió a su lado para llevarlo a casa.
.vamos, ya es hora de que vuelvas a tu casa, no falta mucho para que amanezca, y seguro que no quieres que Adam sepa que no has dormido en casa-
-está bien, ya me iré-
-yo te llevaré, estaré más tranquilo si te miro llegar-
-puedo irme sólo ¡no soy un niño!-
nadie ha dicho eso, hombre, pero quiero verte llegar a casa antes del amanecer-
Así ambos subieron al coche del alguacil, y él lo llevó hasta la puerta de su casa. Todo había estado en silencio, hasta que al bajar, Drake preguntó sin muchas ganas.
-¿usted sabe cómo se conocieron?-
-no, en aquellos tiempos todos iban de aquí para allá, sólo ellos saben donde se conocieron-
-y ¿eran un matrimonio feliz? debieron de amarse pues se casaron, así tenía que ser-
-sé que tu padre estaba loco de amor por Cathy, pero creo que ella no sentía ningún tipo de sentimento por él, ni bueno ni malo. Y no me preguntes por qué se casaron, no tengo idea, él por amor, y ella ¡no lo sé!-
-al menos puedes decirme ¿por qué ella se fue? mi padre debió de hacerle algo-
-no, Adam jamás le hizo nada ¡es un hombre incapaz de lastimar a nadie! no lo juzgues a él, si hay una persona culpable en todo esto ¡esa persona es tu madre, y sólo ella! tu padre es el mejor hombre que jamás he conocido-
Drake entró a casa, miró que Adam estaba ya en la cocina, seguramente pensaba que él aún dormía, no sospechaba que no estaba en casa. Drake miró cómo Adam sacaba del congelador una lechuga envuelta en papel encerado, seguía tan fresca cómo la última vez que la miró. El hombre estaba tan entusiasmado con su nuevo proyecto de vida, y se decía a sí mismo -¡funcionará, sé que esto va a funcionar, así tiene que ser!-
El amor por su padre ya no podía ser más grande, cada vez tenía más motivos para sentirse muy orgulloso de él ¡su padre era el mejor de los hombres! Ahora lo único que pasaba por la cabeza del chico de mirada perdida, era ¡hacer que el negocio de su padre funconara! lo que más deseaba era verlo tan feliz cómo lo miraba en ese momento.
-Joe ¡Joe! ven pronto-
Tardó unos segundos en entrar aquel hombre alto.
-sacalo de aquí, ¡has que se aleje de mi!- Dijo Kate en un tono angustiado.
-Joe lo tomó de los brazos y jaló de él con tanta fuerza que lo tiró contra el piso. El pobre de Drake ni siquiera terminaba de entender lo que pasaba en ese instante, seguía himnotizado frente a su madre, le tomó unos segundos reaccionar, para ese entonces Joe ya lo arrastraba a la salida. Lo primero que hizo Drake fue tratar de detenerse de algo, de un mueble, el marco de la puerta, pero no podía, aquel hombre era mucho más grande y fuerte que él. Al ver que no podía hacer nada, comenzaba a gritar, a llorar, pero no parecía ser escuchado.
-no ¡por favor no me saque! tengo que hablar con ella ¡necesito hablar con ella!-
-¡ya no pongas resistencia! te sacaré a golpes muchacho-
-ayudame, tengo que hablar contigo, no dejes que me saquen ¡tengo que hablarte, dejame hacerlo!-
Kate sólo miraba aterrada lo sucedido, escondida entre la puerta. No comprendía que pasaba con ese chico, el tono de su voz era desgarrador, y al verlo a los ojos, su mirada le dijo algo, fue cómo retroceder en el tiempo, y sin saber por qué, ese chico le recordó a Charles, el hermano de Adam. Se preguntó por qué él le había recordado a Charles, nunca desde la última vez que lo miró había vuelto a sus recuerdos, hasta ahora. Eso le daba la respuesta de quién era ese chico, y por qué la necesidad de verla y de hablarle. Aún en el piso, y sosteniendose de un mueble trataba de luchar para que no lo sacaran, el tono angustiado de su voz dejó salir la verdad en sus palabras.
-¿por qué no quieres hablar conmigo? por favor ¡hablame madre!-
Fue lo último que le escucho decir, aún unos instantes antes de escucharlo llamarla madre, Kate lo sabía, aquel muchacho era su hijo. No soportó más mirarlo a los ojos, cerró la puerta de su oficina, y no lo miró más. Joe, cómo se lo había dicho, sacó a Drake a golpes de la casa, aún así no quería irse, estaba en la puerta de la entrada tirado en el piso y suplicando que lo dejaran ver a Kate. Aunque no les gustaba recurrir a él, Joe no tuvo más remedio que llamar al alguacil para que se llevara al muchacho loco que estaba sobre la puerta. No tardó más de unos minutos en llegar, y para su sorpresa se encontró con que aquel chico que estaba molestando era Drake Bell, uno de los mellizos de Adam, y entonces lo entendió todo, aquel muchacho se había enterado ya de la verdad.
-él ha querido entrar, pero cómo no lo hemos dejado porque es menor de edad, pues se puso cómo loco- dijo Joe algo temeroso, pues sabía que lo había golpeado.
-y ¿por qué han tenido que golpearlo? es un chiquillo-
-bueno es que estaba molestando, y no lo sé, pensé que tal vez quería provocar un pleito aquí adentro, lo tuve que golpear porque se puso violento-
-ya, está bien, yo me haré cargo de él, ahora vuelve adentro.
cuando Joe entró, el alguacil habló con Drake.
-vamos muchacho, tengo que subirte a la patrulla, ellos tienen que ver que te llevo a la delegación-
-no quiero, ¡tengo que hablar con ella!-
-¡basta ya Drake! soy la autoridad y yo mando, tú vienes conmigo- Y así casi a la fuerza el alguacil llevó a Drake hasta la delegación. Ahí curó un poco sus heridas, le sirvió un café, y se sentó a platicar con el muchacho.
-¿para que has ido a ese lugar?-
-si ya lo sabe. Fui para verla, para hablar con ella ¡pero no me lo permitió!-
-Adam, ¿no sabe que fuiste a verla, verdad?-
-no, he venido sin decirle nada-
-no le gustará saber donde estuviste, y menos lo que fuiste a hacer. Su mayor preocupación era que alguno de sus hijos viniera a Monterey, y que pudiera encontrarse con la verdad, ahora tú ya la sabes. Supongo que ya puedo mostrarte esto, es una fotografía de la boda de tus padres, mirala-
Drake miró la foto sin muchas ganas, la devolvió al alguacil, y dijo en tono desconsolado.
-lo sabía, es que no podía ser de otra manera, tenía que ser cierto-
-¿de que hablas Drake?-
-tenía que verla para comprobarlo, si ella es así, ¿que podía esperar de mi? ¡ahora ya no tengo duda de que soy cómo ella!-
-no digas eso, tú eres un buen chico, y me consta, algunas veces eres rebelde y caprichoso, pero eres un buen chico-
-no me conoce lo suficiente, soy malo cómo ella ¡la odio por heredarme su maldad! odio a mi madre ¡y también a mi padre! los odio a los dos ¡yo no debí haber nacido!-
Después comenzó a llorar, eran sentimientos encontrados, odio, rabia, coraje, temor, un gran dolor. El alguacil lo dejó llorar un rato a solas, pues sabía que no encontraría las palabras adecuadas para hacerlo sentir bien, y luego volvió a su lado para llevarlo a casa.
.vamos, ya es hora de que vuelvas a tu casa, no falta mucho para que amanezca, y seguro que no quieres que Adam sepa que no has dormido en casa-
-está bien, ya me iré-
-yo te llevaré, estaré más tranquilo si te miro llegar-
-puedo irme sólo ¡no soy un niño!-
nadie ha dicho eso, hombre, pero quiero verte llegar a casa antes del amanecer-
Así ambos subieron al coche del alguacil, y él lo llevó hasta la puerta de su casa. Todo había estado en silencio, hasta que al bajar, Drake preguntó sin muchas ganas.
-¿usted sabe cómo se conocieron?-
-no, en aquellos tiempos todos iban de aquí para allá, sólo ellos saben donde se conocieron-
-y ¿eran un matrimonio feliz? debieron de amarse pues se casaron, así tenía que ser-
-sé que tu padre estaba loco de amor por Cathy, pero creo que ella no sentía ningún tipo de sentimento por él, ni bueno ni malo. Y no me preguntes por qué se casaron, no tengo idea, él por amor, y ella ¡no lo sé!-
-al menos puedes decirme ¿por qué ella se fue? mi padre debió de hacerle algo-
-no, Adam jamás le hizo nada ¡es un hombre incapaz de lastimar a nadie! no lo juzgues a él, si hay una persona culpable en todo esto ¡esa persona es tu madre, y sólo ella! tu padre es el mejor hombre que jamás he conocido-
Drake entró a casa, miró que Adam estaba ya en la cocina, seguramente pensaba que él aún dormía, no sospechaba que no estaba en casa. Drake miró cómo Adam sacaba del congelador una lechuga envuelta en papel encerado, seguía tan fresca cómo la última vez que la miró. El hombre estaba tan entusiasmado con su nuevo proyecto de vida, y se decía a sí mismo -¡funcionará, sé que esto va a funcionar, así tiene que ser!-
El amor por su padre ya no podía ser más grande, cada vez tenía más motivos para sentirse muy orgulloso de él ¡su padre era el mejor de los hombres! Ahora lo único que pasaba por la cabeza del chico de mirada perdida, era ¡hacer que el negocio de su padre funconara! lo que más deseaba era verlo tan feliz cómo lo miraba en ese momento.
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Cathy Ames- Cathy Bell - Kate Ames (mamá de los mellizos) |
jueves, 20 de junio de 2013
Est of Eden - Capítulo #10
Drake llegó hasta el burdel de Kate, observaba y buscaba la manera de entrar, pues aquel hombre que lo había echado de la casa de Kate, y otro más cuidaban de la puerta. Esperó un buen rato, y en cuanto vio el momento para entrar, lo hizo. Un hombre era sacado a jalones de la casa, un borracho que molestaba mucho, Joe y el otro vigilante tuvieron que sacarlo pues el hombre ponía resistencia. Ahí aprovechó Drake para meterse, corrió rápido y antes de que ellos volvieran, él ya estaba adentro. Caminó discretamente mirando a todos lados para buscar a Kate entre tanta gente, pero no la miraba. Se sentó sobre una silla en la barra, pidió una cerveza, y siguió observando. A su alrededor había hombres totalmente tomados, mujeres con muy poca ropa sentadas sobre las piernas de aquellos hombres, bien le había dicho Joe que ese lugar le daría miedo. Luego de unos minutos vio a la chica que trabajaba en casa de Kate cómo sirvienta, al parecer también trabajaba limpiando el bar. Ella debía ser apenas un poco mayor que Drake, tal vez tendría 18 años, pero trabajaba ahí, se notaba que era buena persona, y tal vez ella podría ayudarlo. Al fondo de la casa se escuchaba a alguien llamar a Anne, la chica. Drake pensó que debía de pedirle ayuda a ella, pues en ese lugar no sabía cómo encontrar a su madre, y además debía de ser discreto.
-¡Anne, ven a limpiar estas mesas!-
-ya voy, en un segundo estoy ahí. Vaya que este trabajo es detestable-
-Así es- dijo Drake volteando discretamente.
-eres tú, el chico que ha estado siguiendo a Kate. ¿que haces aquí? Joe me ha dicho que si te vuelvo a ver de nuevo le llame enseguida-
-por mi puedes hacerlo-
-vaya que eres imprudente, él te sacará a golpes de este lugar-
-pues no le tengo miedo, además puedo defenderme-
-no deberías de estar aquí, eres muy joven para estar en un lugar cómo estos-
-no soy tan joven cómo crees, ya tengo 18-
-pues no pareces de esa edad, tal vez tengas 16-
-eso que importa, sé lo que hago-
-si tú lo dices, entonces lo mejor será que te vayas, por tu bien vete de una vez-
-no. Espera, ¿donde está Kate?-
-pues en su oficina-
-y ¿donde está su oficina?-
-allá atrás, al fondo del pasillo-
-será difícil llegar ahí, ¿puedes llevarme?-
-¿donde estás Anne? el cliente quiere que limpies su mesa-
-estoy ocupada, por favor vete-
-no, no sin mirar a Kate, necesito hablarle, por favor ayudame, te lo suplico-
-¿que te pasa? ti mirada es tan, no lo sé. Bien, sigueme, te llevaré, pro más vale que no te metas en líos, o me meterás en líos a mi también, y aunque odio este trabajo, tengo que ayudar a mi madre y a mis hermanos, así que no me puedo dar el lujo de perderlo-
-no, no te meteré en problemas, sólo llevame-
La chica caminó por el largo pasillo, y detrás de ella iba Drake tapándose la cara, y tratando de no ser visto. Anne ponía vasos pequeños en una charola, para disimular, Drake estaba escondido esperando.
-tu la conoces ¿cómo es ella?-
-no lo sé, yo sólo trabajo para Kate, pero casi no hablamos-
-¿es mala?-
-pues tampoco lo sé, es muy sería, y casi no habla-
-dime ¡sus manos! ¿tiene bonitas manos?-
-no lo sé, es que es imposible verle las manos, siempre lleva guantes. ¿Porqué preguntas tanto? Noto en tu mirada un aire de tristeza, hasta siento pena por ti-
-no es nada, se arreglara si puedo hablar con ella-
-muy bien, te llevaré, pero no hagas nada malo-
Anne lo condujo hasta el pasillo, y le indicó cual era la habitación donde se encontraba Kate, cuidó que nadie lo viera entrar, y después regresó a trabajar, estaba preocupada, pues aunque sabía que Drake no quería hacer nada malo, su actitud demostraba que algo malo podía pasar, pero no podía hacer nada más. Drake abrió la puerta tratando de no hacer mucho ruido, era una oficina, había un sillón amplio y cómodo justo frente a la puerta, ahí estaba ella, dormía. Drake se acercó silenciosamente, si hincó frente a su madre, y comenzó a observarla, ella llevaba una bata de dormir, sin nada que cubriera sus rostro ni sus manos. Aunque no era muy mayor, su cabello rubio ya estaba lleno de canas, y su rostro mostraba ya muchas arrugas, sus manos tenían los nudillos de los dedos tan hinchados, eso era debido a la artritis. El cuerpo de Drake podía respirar tranquilamente, había visto a su madre, y su amor de hijo le decía que debía de amar a esa mujer. En ese momento él no pensaba en todo lo malo que pudo hacer ni en el daño que causó a Adam, porque en ese momento ella tan sólo era su madre, la que jamás había visto, la madre que siempre debió de tener. La miraba con dulzura, y sin darse cuenta una pequeña sonrisa se había dibujado en sus labios, era de alegría. Poco a poco Kate iba despertando, mientras Drake no se movía, permanecía quieto, cómo si estuviera himnotizado frente a su madre. Aún cuando ella despertó, y se dio cuenta de que alguien había entrado hasta su oficina, que estaba hincado junto a ella, y mirándola de frente, él no parecía darse cuenta. Pero al notar que la miraba, Drake le dijo.
-quiero hablar contigo, ¿puedo hablar contigo? ¿me dejas?- Aún en su rostro seguía esa sonrisa provocada por la emoción. Kate parecía no reaccionar ante lo que aquel muchacho le decía. Luego de unos instantes pareció darse cuenta de lo que en verdad pasaba, lo miró a los ojos, y por fin de su boca salieron las palabras.
-¡Anne, ven a limpiar estas mesas!-
-ya voy, en un segundo estoy ahí. Vaya que este trabajo es detestable-
-Así es- dijo Drake volteando discretamente.
-eres tú, el chico que ha estado siguiendo a Kate. ¿que haces aquí? Joe me ha dicho que si te vuelvo a ver de nuevo le llame enseguida-
-por mi puedes hacerlo-
-vaya que eres imprudente, él te sacará a golpes de este lugar-
-pues no le tengo miedo, además puedo defenderme-
-no deberías de estar aquí, eres muy joven para estar en un lugar cómo estos-
-no soy tan joven cómo crees, ya tengo 18-
-pues no pareces de esa edad, tal vez tengas 16-
-eso que importa, sé lo que hago-
-si tú lo dices, entonces lo mejor será que te vayas, por tu bien vete de una vez-
-no. Espera, ¿donde está Kate?-
-pues en su oficina-
-y ¿donde está su oficina?-
-allá atrás, al fondo del pasillo-
-será difícil llegar ahí, ¿puedes llevarme?-
-¿donde estás Anne? el cliente quiere que limpies su mesa-
-estoy ocupada, por favor vete-
-no, no sin mirar a Kate, necesito hablarle, por favor ayudame, te lo suplico-
-¿que te pasa? ti mirada es tan, no lo sé. Bien, sigueme, te llevaré, pro más vale que no te metas en líos, o me meterás en líos a mi también, y aunque odio este trabajo, tengo que ayudar a mi madre y a mis hermanos, así que no me puedo dar el lujo de perderlo-
-no, no te meteré en problemas, sólo llevame-
La chica caminó por el largo pasillo, y detrás de ella iba Drake tapándose la cara, y tratando de no ser visto. Anne ponía vasos pequeños en una charola, para disimular, Drake estaba escondido esperando.
-tu la conoces ¿cómo es ella?-
-no lo sé, yo sólo trabajo para Kate, pero casi no hablamos-
-¿es mala?-
-pues tampoco lo sé, es muy sería, y casi no habla-
-dime ¡sus manos! ¿tiene bonitas manos?-
-no lo sé, es que es imposible verle las manos, siempre lleva guantes. ¿Porqué preguntas tanto? Noto en tu mirada un aire de tristeza, hasta siento pena por ti-
-no es nada, se arreglara si puedo hablar con ella-
-muy bien, te llevaré, pero no hagas nada malo-
Anne lo condujo hasta el pasillo, y le indicó cual era la habitación donde se encontraba Kate, cuidó que nadie lo viera entrar, y después regresó a trabajar, estaba preocupada, pues aunque sabía que Drake no quería hacer nada malo, su actitud demostraba que algo malo podía pasar, pero no podía hacer nada más. Drake abrió la puerta tratando de no hacer mucho ruido, era una oficina, había un sillón amplio y cómodo justo frente a la puerta, ahí estaba ella, dormía. Drake se acercó silenciosamente, si hincó frente a su madre, y comenzó a observarla, ella llevaba una bata de dormir, sin nada que cubriera sus rostro ni sus manos. Aunque no era muy mayor, su cabello rubio ya estaba lleno de canas, y su rostro mostraba ya muchas arrugas, sus manos tenían los nudillos de los dedos tan hinchados, eso era debido a la artritis. El cuerpo de Drake podía respirar tranquilamente, había visto a su madre, y su amor de hijo le decía que debía de amar a esa mujer. En ese momento él no pensaba en todo lo malo que pudo hacer ni en el daño que causó a Adam, porque en ese momento ella tan sólo era su madre, la que jamás había visto, la madre que siempre debió de tener. La miraba con dulzura, y sin darse cuenta una pequeña sonrisa se había dibujado en sus labios, era de alegría. Poco a poco Kate iba despertando, mientras Drake no se movía, permanecía quieto, cómo si estuviera himnotizado frente a su madre. Aún cuando ella despertó, y se dio cuenta de que alguien había entrado hasta su oficina, que estaba hincado junto a ella, y mirándola de frente, él no parecía darse cuenta. Pero al notar que la miraba, Drake le dijo.
-quiero hablar contigo, ¿puedo hablar contigo? ¿me dejas?- Aún en su rostro seguía esa sonrisa provocada por la emoción. Kate parecía no reaccionar ante lo que aquel muchacho le decía. Luego de unos instantes pareció darse cuenta de lo que en verdad pasaba, lo miró a los ojos, y por fin de su boca salieron las palabras.

East of Eden - Capítulo #9
James y Valeria caminaron a la puerta principal de la fábrica para subir las escaleras y mirar el lugar que estaba llenos de cubos enormes de hielos. Will y Adam seguían platicando sobre el buen negocio que sería sembrar frijoles, pues aunque discretamente Will trataba de hacerle ver que le convenía más ese negocio que las lechugas, pero Adam parecía no entenderlo. Drake volteó a ver la fábrica, y subió por el descargador de hielos, un tipo de resbaladilla grande por donde caían, él también quería mirar la fábrica por dentro, y con saltos gigantes subió en unos segundos. Estaba por prender un cigarrillo, cuando Adam lo miró y le gritó.
-apaga eso Drake ¡esta fábrica está llena de aserrín! ¿es que la quieres incerdiar imprudente?-
Drake enseguida apagó el cigarrillo y lo aventó abajo y cruzó los brazos. A Will le pareció que Adam era demasiado severo con Drake, por cualquier motivo lo reprendía, y lo hacía sentir mal, pensaba para sí mismo ¡pobre chico lo que debe de sentir cada vez que su padre le regaña!. Tratando de justificarlo le dijo a Adam.
-ha sido sin querer hombre, el chico no se ha fijado-
-lo que pasa es que es muy descuidado, no piensa las cosas. ¡Vaya! no logro comprenderlo, por más que lo intento, este muchacho siempre es mi dolor de cabeza. Debería de ser un poco cómo James ¡él si que es mi orgullo! desde pequeño he notado el gran potencial que hay en él. No, con él es tan complicado-
Entraron dentro de la pequeña oficina afuera de la fábrica para firmar unos documentos. Drake abrió la puerta por donde bajan los hielos, se metió, subió unas pequeñas escaleras, y se sentó en el piso, miró a su alrededor, todo estaba rodeado por hielos. Observaba todo el lugar con la mirada, cuando escuchó que Valeria y James subían por las escaleras de la puerta principal, miró que se sentaron en una pequeña banca de madera justo abajo de él, y platicaban de algo muy interesante. Valeria decía a James.
-es cómo te dije, él no quiere a nadie ¿verdad?-
-¿quién, mi padre?-
-no, Drake-
-a él, ya te dije que mi hermano es así. ¿que pasa, es que no te cae bien Drake?-
-no es eso, pero es que él es muy raro, y te he dicho que me da miedo, su forma de mirar hace que me estremezca, él mismo hace que se alejen las personas de su lado-
-lo sé, pero le gusta ser así, y yo lo quiero tal cómo es-
-es natural, se trata de tu hermano, pero no es una persona que logre ganarse el cariño de la gente con facilidad. No sabes cómo me gustaría poder adelantar el tiempo ¿cuando es que podremos casarnos?-
-ya te lo dije, cuando haya terminado mis estudios, y para eso faltan varios años, pero verás que pronto pasarán sin que nos demos cuenta-
-ojalá pasaran ya ¡lo que más deseo es ser tu esposa!-
James recargó su cabeza sobre el hombro de Valeria, y ella comenzó a cantarle cómo lo hacía siempre, a él le gustaba que le cantara mientras acariciaba su cabello o su rostro ¡era el arrullo materno que nunca pudo tener!
-ya imagino cuando tengamos nuestro hijos ¡serás una gran madre! los llenarás de besos, y caricias, de amor-
-cómo deseo que llegue ese momento, en donde estemos en nuestra casa cómo marido y mujer, con nuestros hijos ¡seremos una hermosa familia, feliz y llena de amor!- Te quiero James, ¡te quiero demasiado!-
-y yo a ti querida, ¡te quiero más que a nada en este mundo!-
Y no es que sintiera celos de James por tener a Valeria, pero en momentos así sentía mucha envidia ¡su hermano era amado por una buena mujer! y él, él estaba tan solo, sin nadie que lo consolara, sin un hombro en el cual recargarse y llorar, o dormir, o el arrullo de una mujer cómo el que tenía James junto a Valeria. Momentos cómo ese eran los que lo llenaban de coraje, de odio y de amargura. El odio, uno de los más horribles sentimientos que se pueden tener, y uno de los peores consejeros. Drake con ese sentimiento a flor de piel se levantó bruscamente, y no sabía que hacer, pero sentía que tenía que dejar salir su coraje de alguna manera, lo primero que se le ocurrió fue comenzar a tirar todos los hielos por el descargador, cómo estaban acomodados por hileras y listos para salir, uno tras otro los iba jalando y tirando contra en piso en la parte baja. Al escuchar los ruidos que provocaban los hielos al caer, Adam y Will salieron a ver lo que pasaba, James se levantó y corrió rápido a donde estaba Drake. Abajo Adam le gritaba de manera firme que se detuviera, pero él no parecía escuchar, James trataba de detenerlo, pero cuando una persona está enojada y llena de odio, cuando está descargando todo lo hay que en su interior, tiene tal fuerza que es casi imposible detenerlo a menos que él quiera. Nadie pudo detener a Drake hasta que éste terminó de descargar toda la rabia que tenía guardada, hasta que ya no quedaban más hielos para tirar. Nadie dijo nada, Will se fue apenas pronunciando palabra, Valeria dijo que tenía que volver a casa. Y así sólo quedaron padre e hijos. Drake se sentó sobre los escalones, y permaneció callado, mientras James y Adam tuvieron que limpiar todo ese desorden. Después subieron a su ford, y Adam condujo, todo permaneció en silencio es resto del camino. Al llegar la cena estaba lista ya, Lee sirvió, pero sabía que algo había pasado pues estaban serios y sin hablar una sola palabra. No fue sino hasta después de la cena que alguien se decidió a hablar, y ese fue Adam. Pasaba que cuando alguien hacía algo malo, lo ponía a leer la biblia para tratar de hacerle entrar en razón, siempre era Drake el que debía leerla.
-Dime ¿por que has tirado todos los hielos? ¿es que estabas preocupado por lo que te fuera a decir por no llegar a dormir anoche?-
no, es sólo que tenía ganas de ver cómo caían los hielos-
-veo que te gusta hacerme enojar, que no quieres cambiar tu actitud. Creo que debes de leer unos pasajes de la biblia, para ver si así entras en razón, yo no sé que más puedo hacer para ayudarte-
-yo los leo padre- Dijo James.
-¡no! tiene que leerlos Drake. Anda, toma la biblia y lee-
Drake tuvo que leer, pero lo hizo casi tan rápido que no se entendía lo que decía. Sabía que lo que más odiaba Adam era que leyeran rápido, pues sabía que así no lograban comprender lo que estaban leyendo. Y aunque le pidió a Drake leer con más calma, él leía cada vez más rápido, y miraba a su padre en tono retador, hasta que Adam perdió la paciencia, y enojado le dijo.
-¡basta! se nota que no quieres cambiar. Te gusta ser así ¡eres malo Drake, eres malo!-
-si me disculpan, iré al jardín, Valeria no tarda en llegar y la esperaré afuera- Dijo James algo nervioso. Drake y Adam se quedaron solos, y luego de un silencio dijo Drake.
-ya lo sé, soy malo-
-no me hagas caso hijo, lo he dicho sin pensar, estaba molesto-
-pero es la verdad. Todos heredamos cosas de nuestros padres, sin duda James ha heredado la parte buena de ti. Pero yo, yo heredé la maldad de mi madre. No te culpo, es lo que corresponde a los hijos, heredar lo bueno y lo malo ¡es sólo que yo heredé lo malo!-
-No sé a que te refieres con que heredaste la maldad de tu madre-
-De eso. Ella, mi madre no está muerta cómo nos los has hecho creer ¿verdad?-
-¿que es lo que sabes?-
-lo suficiente, sé que ella no murió, y que se fue cuando nacimos-
-¿cómo te enteraste?-
-lo escuché en la calle, unas personas hablaban de eso-
-así es, ella no murió, se fue cuando ustedes nacieron-
-y ¿por qué se fue?-
-no lo sé, creo que no le gustaba este lugar-
-¿era mala?-
-eso no lo sé, ella era diferente. No puedo juzgarla, además eso fue hace mucho tiempo-
-padre ¿y donde está ahora?-
-eso no lo sé, no la he vuelto a ver-
-¿por qué nos mentiste a James y a mi? no entiendo por qué no decir la verdad-
-creí que era lo mejor, sólo trataba de protegerlos, tal vez no debía pero no me arrepiento. ¿Lo sabe tu hermano?-
-no, hay que evitar lastimarlo, él, bueno sería un golpe muy duro-
-así es, lo mejor será que James no lo sepa-
-cuentame. ¿cómo era, bonita?-
-ya no la recuerdo bien, pero recuerdo que cuidaba mucho de sus manos, tenía muy bonitas manos si. Y su madre tenía artritis, su peor temor era que también le atacara a ella, por eso siempre las cuidaba demasiado-
-Esa cicatriz en tu hombro, de que es?-
-no veo por qué lo preguntas ahora, ya te lo he dicho antes, me la hice en una pelea que tuvimos contra los indios en la guerra-
-A sí ¡claro! ¿que más puedes decirme de ella? ¿su forma de ser?-
-es que ya no la recuerdo, te he dicho que era diferente, fría ¡no era cómo los de mas!-
Un silencio se hizo presente de nuevo, Adam no sabía que decir, cómo hacerlo sin lastimar más a su hijo.
-padre, dime algo. Necesito saber de ella, para saber de mi mismo, necesito saber quién soy ¡necesito respuestas para encontrarme!-
Pero Adam no dijo nada más, bajó la mirada y se quedó callado. Un momento después Drake se levantó enfurecido por la falta de respuestas de Adam, por las mentiras que le dijo, y las verdades que le ocultó, salió a toda prisa sin decir nada.
-¿A donde vas? quiero seguir hablando ¡si te vas ahora ten por seguro que nunca más volveremos a hablar de esto!-
Pero Drake ni siquiera miró hacía atrás, salió de la casa a paso veloz. Al salir al jardín se encontró con James y Valeria. Su hermano le preguntó a donde iba.
-oye, ¿a donde vas? ya es muy noche para que vayas a la calle. Drake ¡responde!-
-que importa a donde voy, estás tú que eres el consentido de mi padre, ¡yo no importo!-
Y se fue hacía al camino para esperar a que pasara el tren, esta vez si estaba dispuesto a hablar con su madre, dejaría de lado sus temores y tomaría valor para hablar con Kate de una vez por todas.
-apaga eso Drake ¡esta fábrica está llena de aserrín! ¿es que la quieres incerdiar imprudente?-
Drake enseguida apagó el cigarrillo y lo aventó abajo y cruzó los brazos. A Will le pareció que Adam era demasiado severo con Drake, por cualquier motivo lo reprendía, y lo hacía sentir mal, pensaba para sí mismo ¡pobre chico lo que debe de sentir cada vez que su padre le regaña!. Tratando de justificarlo le dijo a Adam.
-ha sido sin querer hombre, el chico no se ha fijado-
-lo que pasa es que es muy descuidado, no piensa las cosas. ¡Vaya! no logro comprenderlo, por más que lo intento, este muchacho siempre es mi dolor de cabeza. Debería de ser un poco cómo James ¡él si que es mi orgullo! desde pequeño he notado el gran potencial que hay en él. No, con él es tan complicado-
Entraron dentro de la pequeña oficina afuera de la fábrica para firmar unos documentos. Drake abrió la puerta por donde bajan los hielos, se metió, subió unas pequeñas escaleras, y se sentó en el piso, miró a su alrededor, todo estaba rodeado por hielos. Observaba todo el lugar con la mirada, cuando escuchó que Valeria y James subían por las escaleras de la puerta principal, miró que se sentaron en una pequeña banca de madera justo abajo de él, y platicaban de algo muy interesante. Valeria decía a James.
-es cómo te dije, él no quiere a nadie ¿verdad?-
-¿quién, mi padre?-
-no, Drake-
-a él, ya te dije que mi hermano es así. ¿que pasa, es que no te cae bien Drake?-
-no es eso, pero es que él es muy raro, y te he dicho que me da miedo, su forma de mirar hace que me estremezca, él mismo hace que se alejen las personas de su lado-
-lo sé, pero le gusta ser así, y yo lo quiero tal cómo es-
-es natural, se trata de tu hermano, pero no es una persona que logre ganarse el cariño de la gente con facilidad. No sabes cómo me gustaría poder adelantar el tiempo ¿cuando es que podremos casarnos?-
-ya te lo dije, cuando haya terminado mis estudios, y para eso faltan varios años, pero verás que pronto pasarán sin que nos demos cuenta-
-ojalá pasaran ya ¡lo que más deseo es ser tu esposa!-
James recargó su cabeza sobre el hombro de Valeria, y ella comenzó a cantarle cómo lo hacía siempre, a él le gustaba que le cantara mientras acariciaba su cabello o su rostro ¡era el arrullo materno que nunca pudo tener!
-ya imagino cuando tengamos nuestro hijos ¡serás una gran madre! los llenarás de besos, y caricias, de amor-
-cómo deseo que llegue ese momento, en donde estemos en nuestra casa cómo marido y mujer, con nuestros hijos ¡seremos una hermosa familia, feliz y llena de amor!- Te quiero James, ¡te quiero demasiado!-
-y yo a ti querida, ¡te quiero más que a nada en este mundo!-
Y no es que sintiera celos de James por tener a Valeria, pero en momentos así sentía mucha envidia ¡su hermano era amado por una buena mujer! y él, él estaba tan solo, sin nadie que lo consolara, sin un hombro en el cual recargarse y llorar, o dormir, o el arrullo de una mujer cómo el que tenía James junto a Valeria. Momentos cómo ese eran los que lo llenaban de coraje, de odio y de amargura. El odio, uno de los más horribles sentimientos que se pueden tener, y uno de los peores consejeros. Drake con ese sentimiento a flor de piel se levantó bruscamente, y no sabía que hacer, pero sentía que tenía que dejar salir su coraje de alguna manera, lo primero que se le ocurrió fue comenzar a tirar todos los hielos por el descargador, cómo estaban acomodados por hileras y listos para salir, uno tras otro los iba jalando y tirando contra en piso en la parte baja. Al escuchar los ruidos que provocaban los hielos al caer, Adam y Will salieron a ver lo que pasaba, James se levantó y corrió rápido a donde estaba Drake. Abajo Adam le gritaba de manera firme que se detuviera, pero él no parecía escuchar, James trataba de detenerlo, pero cuando una persona está enojada y llena de odio, cuando está descargando todo lo hay que en su interior, tiene tal fuerza que es casi imposible detenerlo a menos que él quiera. Nadie pudo detener a Drake hasta que éste terminó de descargar toda la rabia que tenía guardada, hasta que ya no quedaban más hielos para tirar. Nadie dijo nada, Will se fue apenas pronunciando palabra, Valeria dijo que tenía que volver a casa. Y así sólo quedaron padre e hijos. Drake se sentó sobre los escalones, y permaneció callado, mientras James y Adam tuvieron que limpiar todo ese desorden. Después subieron a su ford, y Adam condujo, todo permaneció en silencio es resto del camino. Al llegar la cena estaba lista ya, Lee sirvió, pero sabía que algo había pasado pues estaban serios y sin hablar una sola palabra. No fue sino hasta después de la cena que alguien se decidió a hablar, y ese fue Adam. Pasaba que cuando alguien hacía algo malo, lo ponía a leer la biblia para tratar de hacerle entrar en razón, siempre era Drake el que debía leerla.
-Dime ¿por que has tirado todos los hielos? ¿es que estabas preocupado por lo que te fuera a decir por no llegar a dormir anoche?-
no, es sólo que tenía ganas de ver cómo caían los hielos-
-veo que te gusta hacerme enojar, que no quieres cambiar tu actitud. Creo que debes de leer unos pasajes de la biblia, para ver si así entras en razón, yo no sé que más puedo hacer para ayudarte-
-yo los leo padre- Dijo James.
-¡no! tiene que leerlos Drake. Anda, toma la biblia y lee-
Drake tuvo que leer, pero lo hizo casi tan rápido que no se entendía lo que decía. Sabía que lo que más odiaba Adam era que leyeran rápido, pues sabía que así no lograban comprender lo que estaban leyendo. Y aunque le pidió a Drake leer con más calma, él leía cada vez más rápido, y miraba a su padre en tono retador, hasta que Adam perdió la paciencia, y enojado le dijo.
-¡basta! se nota que no quieres cambiar. Te gusta ser así ¡eres malo Drake, eres malo!-
-si me disculpan, iré al jardín, Valeria no tarda en llegar y la esperaré afuera- Dijo James algo nervioso. Drake y Adam se quedaron solos, y luego de un silencio dijo Drake.
-ya lo sé, soy malo-
-no me hagas caso hijo, lo he dicho sin pensar, estaba molesto-
-pero es la verdad. Todos heredamos cosas de nuestros padres, sin duda James ha heredado la parte buena de ti. Pero yo, yo heredé la maldad de mi madre. No te culpo, es lo que corresponde a los hijos, heredar lo bueno y lo malo ¡es sólo que yo heredé lo malo!-
-No sé a que te refieres con que heredaste la maldad de tu madre-
-De eso. Ella, mi madre no está muerta cómo nos los has hecho creer ¿verdad?-
-¿que es lo que sabes?-
-lo suficiente, sé que ella no murió, y que se fue cuando nacimos-
-¿cómo te enteraste?-
-lo escuché en la calle, unas personas hablaban de eso-
-así es, ella no murió, se fue cuando ustedes nacieron-
-y ¿por qué se fue?-
-no lo sé, creo que no le gustaba este lugar-
-¿era mala?-
-eso no lo sé, ella era diferente. No puedo juzgarla, además eso fue hace mucho tiempo-
-padre ¿y donde está ahora?-
-eso no lo sé, no la he vuelto a ver-
-¿por qué nos mentiste a James y a mi? no entiendo por qué no decir la verdad-
-creí que era lo mejor, sólo trataba de protegerlos, tal vez no debía pero no me arrepiento. ¿Lo sabe tu hermano?-
-no, hay que evitar lastimarlo, él, bueno sería un golpe muy duro-
-así es, lo mejor será que James no lo sepa-
-cuentame. ¿cómo era, bonita?-
-ya no la recuerdo bien, pero recuerdo que cuidaba mucho de sus manos, tenía muy bonitas manos si. Y su madre tenía artritis, su peor temor era que también le atacara a ella, por eso siempre las cuidaba demasiado-
-Esa cicatriz en tu hombro, de que es?-
-no veo por qué lo preguntas ahora, ya te lo he dicho antes, me la hice en una pelea que tuvimos contra los indios en la guerra-
-A sí ¡claro! ¿que más puedes decirme de ella? ¿su forma de ser?-
-es que ya no la recuerdo, te he dicho que era diferente, fría ¡no era cómo los de mas!-
Un silencio se hizo presente de nuevo, Adam no sabía que decir, cómo hacerlo sin lastimar más a su hijo.
-padre, dime algo. Necesito saber de ella, para saber de mi mismo, necesito saber quién soy ¡necesito respuestas para encontrarme!-
Pero Adam no dijo nada más, bajó la mirada y se quedó callado. Un momento después Drake se levantó enfurecido por la falta de respuestas de Adam, por las mentiras que le dijo, y las verdades que le ocultó, salió a toda prisa sin decir nada.
-¿A donde vas? quiero seguir hablando ¡si te vas ahora ten por seguro que nunca más volveremos a hablar de esto!-
Pero Drake ni siquiera miró hacía atrás, salió de la casa a paso veloz. Al salir al jardín se encontró con James y Valeria. Su hermano le preguntó a donde iba.
-oye, ¿a donde vas? ya es muy noche para que vayas a la calle. Drake ¡responde!-
-que importa a donde voy, estás tú que eres el consentido de mi padre, ¡yo no importo!-
Y se fue hacía al camino para esperar a que pasara el tren, esta vez si estaba dispuesto a hablar con su madre, dejaría de lado sus temores y tomaría valor para hablar con Kate de una vez por todas.
East of Eden - Capítulo #8
Drake se sentía bastante preocupado y confundido cómo para volver a casa, sabía que le harían preguntas pues llegaría muy tarde. Para no escuchar los regaños de su padre y no tener que mentirle prefirió no llegar a dormir, se quedó paseando por las calles de Monterey, luego volvió a Salinas y caminó de nuevo, por la plaza, el centro, luego entró a la cantina y se quedó hasta que cerraron, al final se quedó a dormir en el parque, se acostó sobre el pasto cubierto por plantas, y en un rincón se echó a dormir. Casi con el sol se despertó, y antes de que alguien lo viera siguió su camino, pero no volvió a casa todavía, siguió dando vueltas por ahí. Se preguntaba cómo podría fingir que no sabía nada, frente a su padre. Pero tenía que volver, y en la tarde dirigió sus pasos al camino que le llevaba a casa. Ahí estaban caminando James y Valeria tomados de la mano, y muy felices, al verlo caminar del otro lado comenzaron a hablar en voz baja, y después reían a carcajadas viendo cómo se acercaba.
-Pues Drake no llegó a casa en toda la noche ¡ya sabrás lo enojado que está mi padre! y lo que le espera-
-hoy en la escuela he escuchado a unos compañeros hablar de él, y le han puesto un apodo-
-¿a sí, cual es?-
-le llaman el vagabundo-
-jaja ese apodo le viene perfecto, ahora no hace más que andar de vagabundo. Ahí viene ya-
-James hace unos momentos antes de verlo, estabas que te morías de la angustia, y ahora te ves tan tranquilo-
-claro, no sabía donde estaba, o si se encontraba bien, algo dentro de mi me decía que así era, pero hasta no verlo no podía sentirme seguro. Ahora no quiero que piense que estábamos preocupados, será mejor que crea que nos da lo mismo si no está él-
-y ¿para que quieres que piense eso?-
-bueno, para que no tome esa costumbre de perderse por las noches para molestarnos, será mejor que crea que no nos importa-
-no me parece bien que le hagan creer eso, pero si es lo que quieres. Ya imagino que anoche es tu casa nadie durmió-
-y así fue, Lee y mi padre se quedaron en la sala platicando hasta muy tarde, luego en la madrugada salí al baño y había luz en sus habitaciones, ninguno pudimos dormir. Ya nos alcanzó, ¡ahí viene!-
-Hola chicos ¿a donde van?-
-hola Drake, perdón por hablar, espero que no te moleste- dijo Valeria riendo.
¿que dices?-
-nada, no le hagas caso, vamos a la fábrica de hielos-
-Y ¿no me vas a preguntar a donde estuve anoche?-
-¿es que piensas decirmelo?-
-no-
-entonces , no entiendo para que quieres que te pregunte. ¿Vas con nosotros?-
-ahí estará papá ¿no?-
-pues claro, hoy le entregan oficialmente la fábrica-
-¿tan pronto?-
-si, ya sabes que Will Hamiliton lo ayudó, y ese hombre para hacer negocios es un genio, enseguida consiguió que le vendieran la fábrica a mi padre-
-oye ¿y que dijo por qué no llegue a dormir? ¿está enojado?-
-está preocupado Drake, no deberías de hacer cosas así. Se hace tarde y debemos de apurarnos ¿irás o no?-
-no, no quiero ir-
-muy bien, cómo tu quieras. Entonces, nos vemos en la cena-
Valeria y James siguieron caminando sin mirar atrás, dejando a Drake parado detrás de un árbol.
-estoy seguro que ya vendrá detrás de nosotros, es más ya viene atrás ¿cierto?-
-¡si, ya viene! que bien lo conoces-
-claro que quiere estar con nuestro padre en este momento, sabe que es importante para él, no se perdería de esto-
Aunque Drake iba atrás de la pareja, nunca se acercaba lo suficiente, guardaba distancia pero seguía el mismo camino, casi al final apresuró el paso para llegar antes que James y Valeria. Cuando había llegado se encontró con su padre y Will platicando, y aunque quería acercarse no lo hacía pues se sentía apenado, y tan sólo se quedó escuchando lo que hablaban, a unos metros de ellos. Unos minutos después Adam notó que Drake estaba parado escuchando. Lo miró, pero no dijo nada, luego de unos segundos le dijo con tono serio.
-vaya, hasta que apareces-
y siguió hablando con Will. Drake no dijo nada, sólo siguió escuchando.
-Te decía, he leído ya muchos libros ¡y no sabes lo que ha salido en el periódico Will! Resulta que han encontrado un mastodonte enterrado en el hielo, lo han descongelado y ¡su carne seguía fresca!-
-pero ¿que esos no dejaron de existir hace muchos años?-
-si, eso es lo mejor, que aunque lleva mucho tiempo ahí, su carne se conservó gracias a que estaba congelada ¡eso es lo que haré yo con las lechugas, las envolveré el papel encerado, y las meteremos en contenedores llenos de hielo ¡así llegaran frescas a su destino! las enviaremos a lugares donde no sea temporada de lechuga, todo el mundo comprará ¡verás que maravilla será esto!-
-no sé Adam, creo que es bastante arriesgado, y complicado, yo no estaría tan seguro. Podrían pasar muchas cosas en el camino, y, bueno no diré más. Si yo fuera tú, mejor sembraría semillas, cómo habas o frijoles ¡eso si que sería un gran negocio! sobre todo ahora que estamos por entrar en guerra-
-es que no se trata de hacer un gran negocio que me de mucho dinero ¡sino de crear! he llegado a una edad en donde me pregunto ¿que hice de provecho en mi vida? y si dejaré huella cuando haya partido. Y no he hecho nada, si logro hacer esto ¡seré recordado aún después de mi muerte! necesito hacerlo-
-tienes razón, y no diré más, tienes mi apoyo-
-Gracias Will, con tu ayuda y la de mi hijo James, esto tendrá que funcionar-
-¿por qué sólo hablas de James? aquí está tu otro hijo Drake ¡te puede escuchar! se nota que quiere apoyarte-
-pues no lo sé, con él no puedo contar, sé que quiere ayudar, pero no creo que sea capaz ¡aunque en verdad deseo estar equivocado! cómo sea, prefiero no contar con él, no quiero que me falle cómo lo hace siempre-
-no lo creo, se ve que es un buen chico, deja que se acerque y te lo demuestre. Drake, ven aquí ¿que tienes que decir sobre en lo que le conviene invertir a tu padre?-
-si, yo quiero decir algo. He leído en el periódico que estamos por entrar en guerra, y que los precios de el frijol, por ejemplo se triplicará, ¡ese sería un buen negocio! no necesita mucho para conservarse, y es fácil de transportar. ¡si siembras frijoles padre podrías volverte rico!-
-pero no entiendes que a mi no me importa sacar beneficios económicos, sino trascender. Tus comentarios siempre tan fuera de lugar-
Drake se quedó sin palabras ante la respuesta de su padre, bajó la mirada, se apartó al ver que ya llegaban James y Valeria, se recargó sobre una pared mientras los veía platicar muy contentos.
-al fin llegan ¡mira Will, mi hijo James y su bella novia Valeria!-
-hola chicos, hacen una linda pareja-
-gracias. Le agradecemos que haya ayudado a mi padre con la compra de la fábrica ¡no lo veíamos tan feliz desde, ¡vaya, creo que nunca antes lo miramos tan feliz! ¿sabe usted? él ha dejado por error una lechuga en el congelador por casi un mes, y al sacarla estaba fresca ¡y desde entonces la idea esta ha rondado por su cabeza! ahora, con su ayuda lo está logrando ¡gracias!-
-mi hijo si sabe Will ¡él me ayudará en todo lo que sea!-
padre, ¿podemos Valeria y yo subir y echar un vistazo a la fábrica?-
-¡pues claro, si ya es nuestra!-
Todos alegres, y él recargado en una esquina mirando a esas personas que por mementos le parecían desconocidas. Y se preguntaba Drake ¿en donde encajaba en esa familia? si sabía que estaban mejor sin él. Estaba ahí, pero sólo su cuerpo, parecía ser invisible ante los de más, y esto más que lastimarle, le consumía por dentro.
-Pues Drake no llegó a casa en toda la noche ¡ya sabrás lo enojado que está mi padre! y lo que le espera-
-hoy en la escuela he escuchado a unos compañeros hablar de él, y le han puesto un apodo-
-¿a sí, cual es?-
-le llaman el vagabundo-
-jaja ese apodo le viene perfecto, ahora no hace más que andar de vagabundo. Ahí viene ya-
-James hace unos momentos antes de verlo, estabas que te morías de la angustia, y ahora te ves tan tranquilo-
-claro, no sabía donde estaba, o si se encontraba bien, algo dentro de mi me decía que así era, pero hasta no verlo no podía sentirme seguro. Ahora no quiero que piense que estábamos preocupados, será mejor que crea que nos da lo mismo si no está él-
-y ¿para que quieres que piense eso?-
-bueno, para que no tome esa costumbre de perderse por las noches para molestarnos, será mejor que crea que no nos importa-
-no me parece bien que le hagan creer eso, pero si es lo que quieres. Ya imagino que anoche es tu casa nadie durmió-
-y así fue, Lee y mi padre se quedaron en la sala platicando hasta muy tarde, luego en la madrugada salí al baño y había luz en sus habitaciones, ninguno pudimos dormir. Ya nos alcanzó, ¡ahí viene!-
-Hola chicos ¿a donde van?-
-hola Drake, perdón por hablar, espero que no te moleste- dijo Valeria riendo.
¿que dices?-
-nada, no le hagas caso, vamos a la fábrica de hielos-
-Y ¿no me vas a preguntar a donde estuve anoche?-
-¿es que piensas decirmelo?-
-no-
-entonces , no entiendo para que quieres que te pregunte. ¿Vas con nosotros?-
-ahí estará papá ¿no?-
-pues claro, hoy le entregan oficialmente la fábrica-
-¿tan pronto?-
-si, ya sabes que Will Hamiliton lo ayudó, y ese hombre para hacer negocios es un genio, enseguida consiguió que le vendieran la fábrica a mi padre-
-oye ¿y que dijo por qué no llegue a dormir? ¿está enojado?-
-está preocupado Drake, no deberías de hacer cosas así. Se hace tarde y debemos de apurarnos ¿irás o no?-
-no, no quiero ir-
-muy bien, cómo tu quieras. Entonces, nos vemos en la cena-
Valeria y James siguieron caminando sin mirar atrás, dejando a Drake parado detrás de un árbol.
-estoy seguro que ya vendrá detrás de nosotros, es más ya viene atrás ¿cierto?-
-¡si, ya viene! que bien lo conoces-
-claro que quiere estar con nuestro padre en este momento, sabe que es importante para él, no se perdería de esto-
Aunque Drake iba atrás de la pareja, nunca se acercaba lo suficiente, guardaba distancia pero seguía el mismo camino, casi al final apresuró el paso para llegar antes que James y Valeria. Cuando había llegado se encontró con su padre y Will platicando, y aunque quería acercarse no lo hacía pues se sentía apenado, y tan sólo se quedó escuchando lo que hablaban, a unos metros de ellos. Unos minutos después Adam notó que Drake estaba parado escuchando. Lo miró, pero no dijo nada, luego de unos segundos le dijo con tono serio.
-vaya, hasta que apareces-
y siguió hablando con Will. Drake no dijo nada, sólo siguió escuchando.
-Te decía, he leído ya muchos libros ¡y no sabes lo que ha salido en el periódico Will! Resulta que han encontrado un mastodonte enterrado en el hielo, lo han descongelado y ¡su carne seguía fresca!-
-pero ¿que esos no dejaron de existir hace muchos años?-
-si, eso es lo mejor, que aunque lleva mucho tiempo ahí, su carne se conservó gracias a que estaba congelada ¡eso es lo que haré yo con las lechugas, las envolveré el papel encerado, y las meteremos en contenedores llenos de hielo ¡así llegaran frescas a su destino! las enviaremos a lugares donde no sea temporada de lechuga, todo el mundo comprará ¡verás que maravilla será esto!-
-no sé Adam, creo que es bastante arriesgado, y complicado, yo no estaría tan seguro. Podrían pasar muchas cosas en el camino, y, bueno no diré más. Si yo fuera tú, mejor sembraría semillas, cómo habas o frijoles ¡eso si que sería un gran negocio! sobre todo ahora que estamos por entrar en guerra-
-es que no se trata de hacer un gran negocio que me de mucho dinero ¡sino de crear! he llegado a una edad en donde me pregunto ¿que hice de provecho en mi vida? y si dejaré huella cuando haya partido. Y no he hecho nada, si logro hacer esto ¡seré recordado aún después de mi muerte! necesito hacerlo-
-tienes razón, y no diré más, tienes mi apoyo-
-Gracias Will, con tu ayuda y la de mi hijo James, esto tendrá que funcionar-
-¿por qué sólo hablas de James? aquí está tu otro hijo Drake ¡te puede escuchar! se nota que quiere apoyarte-
-pues no lo sé, con él no puedo contar, sé que quiere ayudar, pero no creo que sea capaz ¡aunque en verdad deseo estar equivocado! cómo sea, prefiero no contar con él, no quiero que me falle cómo lo hace siempre-
-no lo creo, se ve que es un buen chico, deja que se acerque y te lo demuestre. Drake, ven aquí ¿que tienes que decir sobre en lo que le conviene invertir a tu padre?-
-si, yo quiero decir algo. He leído en el periódico que estamos por entrar en guerra, y que los precios de el frijol, por ejemplo se triplicará, ¡ese sería un buen negocio! no necesita mucho para conservarse, y es fácil de transportar. ¡si siembras frijoles padre podrías volverte rico!-
-pero no entiendes que a mi no me importa sacar beneficios económicos, sino trascender. Tus comentarios siempre tan fuera de lugar-
Drake se quedó sin palabras ante la respuesta de su padre, bajó la mirada, se apartó al ver que ya llegaban James y Valeria, se recargó sobre una pared mientras los veía platicar muy contentos.
-al fin llegan ¡mira Will, mi hijo James y su bella novia Valeria!-
-hola chicos, hacen una linda pareja-
-gracias. Le agradecemos que haya ayudado a mi padre con la compra de la fábrica ¡no lo veíamos tan feliz desde, ¡vaya, creo que nunca antes lo miramos tan feliz! ¿sabe usted? él ha dejado por error una lechuga en el congelador por casi un mes, y al sacarla estaba fresca ¡y desde entonces la idea esta ha rondado por su cabeza! ahora, con su ayuda lo está logrando ¡gracias!-
-mi hijo si sabe Will ¡él me ayudará en todo lo que sea!-
padre, ¿podemos Valeria y yo subir y echar un vistazo a la fábrica?-
-¡pues claro, si ya es nuestra!-
Todos alegres, y él recargado en una esquina mirando a esas personas que por mementos le parecían desconocidas. Y se preguntaba Drake ¿en donde encajaba en esa familia? si sabía que estaban mejor sin él. Estaba ahí, pero sólo su cuerpo, parecía ser invisible ante los de más, y esto más que lastimarle, le consumía por dentro.
lunes, 17 de junio de 2013
East of Eden - Capítulo #7
James reclamó a su hermano un tanto enojado. -¿pues a donde vas ahora? últimamente te vas a quién sabe donde-
-tengo asuntos que arreglar, volveré pronto-
-pero ¿que le diré a mi padre si pregunta por ti Drake?-
-no te preocupes, volveré antes que él, y si no es así ¡sólo dile que no sabes a donde fui, y ya!-
-¿no estarás haciendo algo malo?-
-claro que no, pero es algo que no puedo decirte. Mira, ya viene tu querida novia. Te dejo para que estén solos-
-hola chicos ¿cómo les va?- Saludó Valeria a los mellizos.
-hola, y adiós. Nos vemos más tarde-
- espera- dijo Valeria. -¿a donde vas? es por mi que quieres irte ¿cierto? te molesta mi presencia-
-claro que no, la verdad es que tu presencia me da lo mismo. Es que tengo algo que hacer, y se me hace tarde, así que me voy-
-si es verdad que te doy igual ¿por qué nunca quieres ir con nosotros a ningún lado? hasta donde yo recuerdo, jamás te he hecho nada, y siempre te portas mal conmigo-
-sabes Valeria, no estoy para tus reproches ahora, me iré por qué se hace tarde. Volveré pronto James, no te preocupes-
-eso espero, por qué yo no le mentiré a mi padre si me pregunta por ti, espero que llegues antes que él-
Y vieron cómo Drake se iba alejando, mientras la pareja tomó su propio camino a casa.
-eso es lo que creo, Drake no me sopota ¿cierto James?-
-no sé por qué lo crees, sabes que él es así con todo el mundo, en todo caso odiaría a todos-
-te parecerá broma, pero creo que eso puede ser, odia a todo el mundo, al menos por momentos odia a todos-
-puede ser que se sienta un poco celoso, antes de conocerte solíamos pasar mcho tiempo juntos, pero ahora no nos miramos casi, tal vez desearía que pasara más tiempo con él, y un poco menos contigo. Espero que no te moleste si le dedico un poco más de tiempo a Drake. Es que algo pasa, ya van varias semanas en las que actua raro, y además se va a quién sabe donde, quiero acercarme a él y saber que es lo que pasa-
-no me molesta, al contrario, eso me alegra. Y si es que puedo ayudar en algo no tienes más que decirlo. Podemos invitarlo con nosotros a pasear, o a platicar. Suena raro, pero siento un poco de pena por él-
-no comprendo Valeria ¿cómo que pena?-
-pues él es tan solitario, y te parecerá extraño lo que te voy a decir pero ¡me parece cómo un animalito asustado!-
-jaja, me parece gracioso. No entiendo a lo que te refieres-
-pues que siempre está observando todo lo que pasa, no dice nada, permanece en silencio, pero observando. Algunas veces me da miedo, otras tristeza, unas más siento lástima. Creo que es muy miedoso, le teme a todos, pero trata de hacerse el valiente, el fuerte, y por eso le gusta estar solo. Pero ¿sabes? yo creo que no puede haber nadie a quién le guste la soledad, tal vez será por qué no quiere a nadie, o no lo sé, su forma de ser me confunde mucho-
-no sé que decir, él siempre ha sido así, yo no pienso que sea malo, pero si tiene una manera extraña de ser, yo le trato de ayudar pero no se deja-
-bueno ya no hablemo más de eso, yo sé que no crees lo que te digo, que él está asustado todo el tiempo, que odia la soledad, y que desea sentirse amado, pero algo dentro de mi me dice que es así ¡puedes llamarle intuición femenina o lo que sea, pero eso es lo que creo!-
-es que es difícil pensar en mi hermano cómo un ser indefenso y falto de amor. Sabes que el débil siempre he sido yo, mientras Drake siempre ha sido el fuerte, ya quisiera tener ese carácter cómo el de mi hermano. Querida, creo que esta vez tu intuición femenina te ha fallado. Lo cierto es que lo he dejado muy abandonado, y quiero arreglarlo, veré la manera de pasar más tiempo con él-
-está bien. Ahora debemos de apurarnos para ayudar a Lee con la comida, o también él se sentirá celoso de ti-
Tal vez Valeria era una de las pocas personas en el mundo que podían darse cuenta en verdad de cómo era Drake, y ni ella misma sabía por qué, tal vez por que era muy noble, y odiaba ver sufrir a los de más. Tal vez era lástima, o tal vez un sentimiento que ella no lograba identificar, lo cierto era que le dolía mirarlo sufrir, cosa que los de más no notaban.
Por su parte, Drake ya estaba esperando a que Kate saliera de casa, después de esperar un rato, ella a las tres de la tarde salió. El chico de pecas siguió a su madre por todo el camino, y esta vez más de cerca pues deseaba hablarle, pero no se atrevió. La siguió hasta su casa, y ahí se quedó parado buscando la manera de hablarle, de poder acercarse. Pero Kate pudo darse cuenta de que alguien la seguía, y al mirar por la ventana vio a un chico parado afuera observando la casa. Llamo a Joe, su mano derecha, y le pidió que saliera a ver quién era esa persona que se encontraba afuera, y que era lo que quería.
Joe salió y aunque llevaba una navaja en el bolsillo, no pensó que necesitara usarla, pues aquel no era más que un chiquillo asustado, se miraba en su expresión. Aún así se acercó con precaución frente a él y le preguntó que era lo que quería.
-hey tú, me ha dicho Kate que la has estado siguiendo ¿que es lo que quieres?-
-¿Kate? a ¡claro ese es su nombre! ¿en verdad se llama así?-
-eso supongo, todos la llamamos así. Ahora dime, ¿por que la estabas siguiendo?-
-sólo quería verla, hablar con ella ¿puedes decirle que quiero verla?-
-no quiere verte, será mejor que te vayas por qué si se enoja me dirá que te eche a golpes-
-no importa, yo sólo quiero hablar con ella, sólo eso-
- y yo te repito que te vayas, no eres más que un niño y no quiero echarte por las malas-
-esa casa, la de atrás ¿es un burdel en la noches, cierto?-
-se supone que es un secreto, pero parece que todo el mundo lo sabe. Si lo es, pero no se te ocurra aparecer por ahí, no tienes edad para entrar a esos lugares, además podría asustarte lo que verías ahí dentro ¿de donde eres? vives aquí ¿o no?-
-no, vivo en Salinas-
-¿estás estudiando? ¿o trabajas?-
-estudio. Y ¿cual es su apellido?-
-no lo sé, aquí nadie tiene apellidos, sólo nombre, ahora vete por que estás acabando con mi paciencia-
-está bien, me iré, sólo te pido un favor. Dile de mi parte ¡que la odio!-
Así Drake se fue sin poder hablar con Kate. Joe no era un buen hombre, y no sabía de sentimientos, pero hasta él sintió pena por ese chico. No sabía qué, pero algo en su interior lo estaba consumiendo, tenía la expresión triste, y se miraba que deseaba ansiosamente hablar con Kate. Incluso sintió algo de pena al escucharle hablar, esas palabras ¡la odio! parecian salirle desde el corazón. Volvió adentro y le dijo a Kate que se quedara tranquila, que el chico no la volvería a molestar. Y Kate se preguntaba quién era ese joven , lo había visto por la ventana, y notó la desesperación es su rostro, se preguntaba por qué ese chico deseaba hablarle, si ni siquiera lo había visto nunca en su vida. Incluso en ese momento deseó que el regresara alguna vez, y así poder saber cual era ese interés tan grande en mirarla. Kate jamás hubiera imaginado que ese chico de mirada triste era su hijo, el que tanto deseaba poder hablarle, y decirle lo mucho que la quería, aunque fuera mala.
-tengo asuntos que arreglar, volveré pronto-
-pero ¿que le diré a mi padre si pregunta por ti Drake?-
-no te preocupes, volveré antes que él, y si no es así ¡sólo dile que no sabes a donde fui, y ya!-
-¿no estarás haciendo algo malo?-
-claro que no, pero es algo que no puedo decirte. Mira, ya viene tu querida novia. Te dejo para que estén solos-
-hola chicos ¿cómo les va?- Saludó Valeria a los mellizos.
-hola, y adiós. Nos vemos más tarde-
- espera- dijo Valeria. -¿a donde vas? es por mi que quieres irte ¿cierto? te molesta mi presencia-
-claro que no, la verdad es que tu presencia me da lo mismo. Es que tengo algo que hacer, y se me hace tarde, así que me voy-
-si es verdad que te doy igual ¿por qué nunca quieres ir con nosotros a ningún lado? hasta donde yo recuerdo, jamás te he hecho nada, y siempre te portas mal conmigo-
-sabes Valeria, no estoy para tus reproches ahora, me iré por qué se hace tarde. Volveré pronto James, no te preocupes-
-eso espero, por qué yo no le mentiré a mi padre si me pregunta por ti, espero que llegues antes que él-
Y vieron cómo Drake se iba alejando, mientras la pareja tomó su propio camino a casa.
-eso es lo que creo, Drake no me sopota ¿cierto James?-
-no sé por qué lo crees, sabes que él es así con todo el mundo, en todo caso odiaría a todos-
-te parecerá broma, pero creo que eso puede ser, odia a todo el mundo, al menos por momentos odia a todos-
-puede ser que se sienta un poco celoso, antes de conocerte solíamos pasar mcho tiempo juntos, pero ahora no nos miramos casi, tal vez desearía que pasara más tiempo con él, y un poco menos contigo. Espero que no te moleste si le dedico un poco más de tiempo a Drake. Es que algo pasa, ya van varias semanas en las que actua raro, y además se va a quién sabe donde, quiero acercarme a él y saber que es lo que pasa-
-no me molesta, al contrario, eso me alegra. Y si es que puedo ayudar en algo no tienes más que decirlo. Podemos invitarlo con nosotros a pasear, o a platicar. Suena raro, pero siento un poco de pena por él-
-no comprendo Valeria ¿cómo que pena?-
-pues él es tan solitario, y te parecerá extraño lo que te voy a decir pero ¡me parece cómo un animalito asustado!-
-jaja, me parece gracioso. No entiendo a lo que te refieres-
-pues que siempre está observando todo lo que pasa, no dice nada, permanece en silencio, pero observando. Algunas veces me da miedo, otras tristeza, unas más siento lástima. Creo que es muy miedoso, le teme a todos, pero trata de hacerse el valiente, el fuerte, y por eso le gusta estar solo. Pero ¿sabes? yo creo que no puede haber nadie a quién le guste la soledad, tal vez será por qué no quiere a nadie, o no lo sé, su forma de ser me confunde mucho-
-no sé que decir, él siempre ha sido así, yo no pienso que sea malo, pero si tiene una manera extraña de ser, yo le trato de ayudar pero no se deja-
-bueno ya no hablemo más de eso, yo sé que no crees lo que te digo, que él está asustado todo el tiempo, que odia la soledad, y que desea sentirse amado, pero algo dentro de mi me dice que es así ¡puedes llamarle intuición femenina o lo que sea, pero eso es lo que creo!-
-es que es difícil pensar en mi hermano cómo un ser indefenso y falto de amor. Sabes que el débil siempre he sido yo, mientras Drake siempre ha sido el fuerte, ya quisiera tener ese carácter cómo el de mi hermano. Querida, creo que esta vez tu intuición femenina te ha fallado. Lo cierto es que lo he dejado muy abandonado, y quiero arreglarlo, veré la manera de pasar más tiempo con él-
-está bien. Ahora debemos de apurarnos para ayudar a Lee con la comida, o también él se sentirá celoso de ti-
Tal vez Valeria era una de las pocas personas en el mundo que podían darse cuenta en verdad de cómo era Drake, y ni ella misma sabía por qué, tal vez por que era muy noble, y odiaba ver sufrir a los de más. Tal vez era lástima, o tal vez un sentimiento que ella no lograba identificar, lo cierto era que le dolía mirarlo sufrir, cosa que los de más no notaban.
Por su parte, Drake ya estaba esperando a que Kate saliera de casa, después de esperar un rato, ella a las tres de la tarde salió. El chico de pecas siguió a su madre por todo el camino, y esta vez más de cerca pues deseaba hablarle, pero no se atrevió. La siguió hasta su casa, y ahí se quedó parado buscando la manera de hablarle, de poder acercarse. Pero Kate pudo darse cuenta de que alguien la seguía, y al mirar por la ventana vio a un chico parado afuera observando la casa. Llamo a Joe, su mano derecha, y le pidió que saliera a ver quién era esa persona que se encontraba afuera, y que era lo que quería.
Joe salió y aunque llevaba una navaja en el bolsillo, no pensó que necesitara usarla, pues aquel no era más que un chiquillo asustado, se miraba en su expresión. Aún así se acercó con precaución frente a él y le preguntó que era lo que quería.
-hey tú, me ha dicho Kate que la has estado siguiendo ¿que es lo que quieres?-
-¿Kate? a ¡claro ese es su nombre! ¿en verdad se llama así?-
-eso supongo, todos la llamamos así. Ahora dime, ¿por que la estabas siguiendo?-
-sólo quería verla, hablar con ella ¿puedes decirle que quiero verla?-
-no quiere verte, será mejor que te vayas por qué si se enoja me dirá que te eche a golpes-
-no importa, yo sólo quiero hablar con ella, sólo eso-
- y yo te repito que te vayas, no eres más que un niño y no quiero echarte por las malas-
-esa casa, la de atrás ¿es un burdel en la noches, cierto?-
-se supone que es un secreto, pero parece que todo el mundo lo sabe. Si lo es, pero no se te ocurra aparecer por ahí, no tienes edad para entrar a esos lugares, además podría asustarte lo que verías ahí dentro ¿de donde eres? vives aquí ¿o no?-
-no, vivo en Salinas-
-¿estás estudiando? ¿o trabajas?-
-estudio. Y ¿cual es su apellido?-
-no lo sé, aquí nadie tiene apellidos, sólo nombre, ahora vete por que estás acabando con mi paciencia-
-está bien, me iré, sólo te pido un favor. Dile de mi parte ¡que la odio!-
Así Drake se fue sin poder hablar con Kate. Joe no era un buen hombre, y no sabía de sentimientos, pero hasta él sintió pena por ese chico. No sabía qué, pero algo en su interior lo estaba consumiendo, tenía la expresión triste, y se miraba que deseaba ansiosamente hablar con Kate. Incluso sintió algo de pena al escucharle hablar, esas palabras ¡la odio! parecian salirle desde el corazón. Volvió adentro y le dijo a Kate que se quedara tranquila, que el chico no la volvería a molestar. Y Kate se preguntaba quién era ese joven , lo había visto por la ventana, y notó la desesperación es su rostro, se preguntaba por qué ese chico deseaba hablarle, si ni siquiera lo había visto nunca en su vida. Incluso en ese momento deseó que el regresara alguna vez, y así poder saber cual era ese interés tan grande en mirarla. Kate jamás hubiera imaginado que ese chico de mirada triste era su hijo, el que tanto deseaba poder hablarle, y decirle lo mucho que la quería, aunque fuera mala.
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James y Valeria |
sábado, 15 de junio de 2013
East of Eden - Capítulo #6
Todo lo que había platicado Drake con Lee, le había ayudado mucho, se sentía más tranquilo, pero no podía dejar de lado la idea de mirar a su madre, él sentía que era necesario mirarla de frente. Lo que más deseaba Drake era poder hablar con ella, saber que estaba viva lo cambiaba todo, y fuera mala o no, él la quería y tenía que hablar con Kate. Por el momento sólo pensaría en la manera para ir a buscarla y mirarla, más adelante cuando ya tuviera bien estudiado el terreno que pisaría podría acercarse a ella.
Esa mañana desayunaban cómo siempre, y platicaban.
-¿recuerdan la lechuga que había metido al congelador hace casi tres semanas?- preguntó Adam bastante emocionado.
-si, la que querías comer en una ensalada, y que guardaste para que estuviera fresca. ¿Que es lo que pasa con ella?- preguntó James.
-pues que olvidé sacarla, estuve metiendo otras cosas encima, y cuando menos me di cuenta ya la había dejado abajo, y ayer mientras limpiaba el refrigerador, Lee la sacó ¡estaba tan fresca cómo si estuviera recién cortada!-
-vaya, eso si es extraño ¿cómo es que permaneció tan fresca?- preguntó Drake bastante interesado.
-pues creo que es debido al hielo, es lo que hace que siga fresca. No sé cómo lo logra, pero me parece bastante interesante. Por eso he decidido investigar sobre la congelación, iré al centro a comprarme unos libros que hablen de eso, quiero saber cómo es que funciona ¡y que es lo que se puede hacer!-
-¡vaya te ves muy emocionado con eso! ¿que tienes en mente padre?- preguntó Drake de nuevo.
-que si hay forma de transportar cosas del valle a otros lugares, cosas que puedan permanecer frescas cómo esa lechuga. Sería un gran descubrimiento, ¡yo sería el primero el exportar lechugas!-
-¿cómo, es que estás pensando en hacer un negocio con esto?- Preguntó James.
-si, verán, han pasado ya muchos años en los que yo no he hecho nada, hemos vivido sólo de la herencia de mi padre ¡y yo me quiero sentir útil! por eso quiero hacer algo, y que mejor que hacer algo que jamás ha hecho nadie-
-pero eso costará mucho dinero, ¿no es así?-
-si hijo, pero lo tengo, quiero arriesgarme a hacer algo nuevo, pero no sin antes investigar más sobre ese tema, así que hoy mismo busco esos libros-
-me alegra escucharte hablar así padre, ¡es muy raro verte tan alegre! yo te apoyaré en todo lo que necesites- Dijo Drake tan alegre o más que el mismo Adam, pues mirarlo feliz lo ponía de la misma manera.
Esa mañana desayunaban cómo siempre, y platicaban.
-¿recuerdan la lechuga que había metido al congelador hace casi tres semanas?- preguntó Adam bastante emocionado.
-si, la que querías comer en una ensalada, y que guardaste para que estuviera fresca. ¿Que es lo que pasa con ella?- preguntó James.
-pues que olvidé sacarla, estuve metiendo otras cosas encima, y cuando menos me di cuenta ya la había dejado abajo, y ayer mientras limpiaba el refrigerador, Lee la sacó ¡estaba tan fresca cómo si estuviera recién cortada!-
-vaya, eso si es extraño ¿cómo es que permaneció tan fresca?- preguntó Drake bastante interesado.
-pues creo que es debido al hielo, es lo que hace que siga fresca. No sé cómo lo logra, pero me parece bastante interesante. Por eso he decidido investigar sobre la congelación, iré al centro a comprarme unos libros que hablen de eso, quiero saber cómo es que funciona ¡y que es lo que se puede hacer!-
-¡vaya te ves muy emocionado con eso! ¿que tienes en mente padre?- preguntó Drake de nuevo.
-que si hay forma de transportar cosas del valle a otros lugares, cosas que puedan permanecer frescas cómo esa lechuga. Sería un gran descubrimiento, ¡yo sería el primero el exportar lechugas!-
-¿cómo, es que estás pensando en hacer un negocio con esto?- Preguntó James.
-si, verán, han pasado ya muchos años en los que yo no he hecho nada, hemos vivido sólo de la herencia de mi padre ¡y yo me quiero sentir útil! por eso quiero hacer algo, y que mejor que hacer algo que jamás ha hecho nadie-
-pero eso costará mucho dinero, ¿no es así?-
-si hijo, pero lo tengo, quiero arriesgarme a hacer algo nuevo, pero no sin antes investigar más sobre ese tema, así que hoy mismo busco esos libros-
-me alegra escucharte hablar así padre, ¡es muy raro verte tan alegre! yo te apoyaré en todo lo que necesites- Dijo Drake tan alegre o más que el mismo Adam, pues mirarlo feliz lo ponía de la misma manera.
jueves, 13 de junio de 2013
East of Eden - Capítulo #5
Lee y Drake entraron a la habitación del chico con cabellos rojizos, y se sentaron a platicar. Ambos permanecieron callados por un momento hasta que Lee rompió el silencio.
-¿qué pasa contigo?-
-nada ¿le dirás a mi padre que he salido de casa a escondidas?-
-si fuera esa mi intención, lo hubiera hecho hace dos años-
-¿cómo, lo has sabido siempre? no entiendo por qué lo has ocultado entonces-
-tal vez será por que trato de comprender los motivos que tienes para salir a escondidas. No te justifico, pero sé que lo haces por qué lo necesitas-
-pues, gracias por guardar silencio. Pero, si jamás has dicho nada ¿por qué esta vez saliste? ¿por qué quieres hablar conmigo hasta ahora?-
-verás, no me gusta meterme en asuntos que no me pertenecen, y no es mi intención hacerlo pero, te he visto llegar cómo lo he hecho cada noche en la que sales, y esta vez he notado en tu mirada algo diferente, sé que algo malo debió pasarte para llegar tan abrumado. Por eso he salido, quiero saber que es lo que te pasa, y si en algo te puedo ayudar-
-¿todas las noches esperas hasta que yo llegue?-
-si, y no es agradable, porqué sabes que tengo que levantarme casi al amanecer para hacer el desayuno, y tú llegas un poco antes, casi no duermo, pero no puedo irme a dormir si es que estás fuera-
-¿por qué no puedes?-
-eso es fácil de responder, porque me preocupo por ti, no puedo pegar un ojo sabiendo que estás fuera. Sabes que te conozco de toda la vida, y que te quiero al igual que cómo a tu padre y a James. Son cosas de viejos-
-pues te lo agradezco, y me disculpo por hacerte desvelar tantas veces-
-eso no importa. Te hice una pregunta la que aún no me respondes ¿que es lo que te ha pasado esta noche?-
-supongo Lee, que a ti no te puedo mentir, me conoces mejor que mi propio padre, mejor de lo que yo mismo me conozco. Te lo contaré porque se que puedo confiar en ti. Bien, hoy estando en la cantina me entere de algo ¿si sabes que voy a la cantina?-
-pues claro que lo sé, y le he dicho al encargado que no se atreva a darte ni siquiera una cerveza, también le he dicho a los vigilantes de las calles que cuiden de ti, que no dejen que te metas en problemas. Aunque estés fuera, sé que estás bien cuidado, al menos lo más que se puede-
-Bien, te lo agradezco, aunque jamás ha sido mi intención enborracharme, mi intención de ir ahí era otra, la que hoy por fin dio resultados. Hoy escuche a una par de borrachos hablar sobre... Supongo que no me dirás mentiras, no te creo capaz de hacerlo si te lo pregunto directamente-
-no lo haré, pero dime ya que fue lo que esos hombres dijeron-
-Lee ¿mi madre esta viva, cierto? ¡Quiero la verdad!-
-y te diré la verdad. Si, ella está viva-
-¿por qué mi padre nos ha mentido toda la vida? ¿¡por qué nos ha dicho que está muerta cuando no es así?!-
-sus motivos tuvo, pero esos son sólo de él, no puedo responderte eso-
-¿por qué se fue?- preguntó el chico con tono desolador.
-ella deseaba hacerlo, su intención jamás fue permanecer a lado de su esposo y sus hijos, lo que más deseaba era irse-
-¿nos odiaba?-
-no, pero sé que tampoco les quería-
-también supe que para evitar que mi padre no la dejara irse, ella le disparó en el hombro ¡¿también es verdad?!-
-si, ella se fue y lo dejó en el piso con una herida de bala. De no ser porque volví pronto, él no hubiera resistido, habría muerto-
-ella es malo ¡lo sabía! por eso yo...
-¡alto ahí! en primer lugar, yo no puedo decirte que si es mala, sólo sé que en su corazón no hay tal vez la suficiente bondad, o su forma de ver la vida es diferente a cómo la vemos los de más. Y en segundo lugar ¡no te atrevas a mencionarlo! En el caso de que ella fuera mala cómo dices, bien podría ser cierto que llevas su misma sangre, y que pudiste heredar su forma de pensar o sentir, así cómo pudiste heredar el noble corazón de tu padre. Ser su hijo no te convierte en ella. Tienes su sangre ¡si, pero tú tienes tu propia alma! sólo tú decides que camino quieres tomar. Y te aseguro que es mas fácil el camino en el que estás pensando, pero no es el correcto-
-pero es que he heredado la mayor parte del lado de mi madre, yo lo siento dentro de mi ¡no quiero ser así pero no puedo ser de otra manera!- Decía Drake tan angustiado, tan temeroso de que se pudiera convertir en un ser tan perverso o más que su misma madre.
-sabes que no me gusta eso de sentimentalismos, pero quiero decirte que si he permanecido en esta casa por tantos años, ha sido porque para mi ustedes son mi única familia, yo tenía planes de vida, y no quería trabajar mucho cómo sirviente. Pero, después de que tu madre se fue, supe que ustedes me necesitarían, al menos hasta que su padre entrara en razón, pero tardó mucho en hacerlo. Cuando quise irme supe que no podía dejarlos ya, y menos a ti. Adam ya no me necesitaba, y sé que James tiene el amor y apoyo de su padre, y también a Valeria, pero tú ¡tú no tienes nada, nada más que odio y dolor en tu corazón! no podía irme y dejarte tan solo, sabía que me necesitabas-
-¿en verdad me quieres tanto?-
-¿lo dudas? Sólo yo me he dado cuenta de la soledad en la que vives, en el tormento que se ha vuelto tu vida, y sobre todo me he dado cuenta de que si te lo permito ¡te convertirás en un ser más perverso que tu propia madre!-
-yo no quiero ser cómo ella, yo no quiero ser malo Lee ¡no quiero! Creí que nadie en este mundo podría entenderme, pero veo que tú si lo haces-
-claro, he tenido que verlo durante muchos años. También he visto que la maldad está dentro de ti, pero si no supiera que tienes la fortaleza para vencerla, no me hubiera quedado, sería perder el tiempo con algo que ya no tiene remedio ¡pero para ti aún hay un camino para elegir! sólo tienes que decidirte a hacerlo-
-pero mi padre no me cree capaz. Ahora sé que si el no me quiere, es porque sabe que soy cómo ella, y no lo culpo-
-Adam te quiere, y tanto cómo a James, es sólo que él ya ha sufrido tanto a causa de esa mujer, que teme que tú lo hagas también. No lo justifico, pero trato de entenderlo, el temor lo hace alejarse de ti, lo que más desea es poder ayudarte y al no saber cómo hacerlo es que se aleja. No lo juzgues, sólo piensa lo que esto es para él-
-¿crees que alguna vez lograre que el me quiera?-
-ya te dije que te quiere. Si te refieres a que pueda acercarse a ti, y demostrarte su amor cómo lo hace con James, sólo tienes que ser bueno, y demostrarle que puedes ser un hombre de bien ¡para él esa será la mejor prueba de que vencerás a la sombra del mal que te rodea, ¡y que podrá sentirse tan orgulloso de ti cómo lo está de tu hermano!- Lo único que necesitas hacer para lograrlo ¡es creerlo tú mismo, que eres bueno Drake!-
-Gracias por todo lo que me has dicho Lee ¡haré todo lo que sea para demostrarle a mi padre que puede sentirse tan orgulloso de mi también y no sólo de James!-
lo sé, y lo harás, yo confío en ti. Recuerda que estoy para escucharte siempre que necesites hablar. Ahora ya deja dormir a este chino, porque tiene que levantarse ¡vaya creo que sólo podre parpadear antes de tener que levantarme! Así que buenos días-
Buenos días Lee, y de nuevo gracias por preocuparte por mi, ¡saber que a alguien le importo me llena de alegría el corazón!.
-¿qué pasa contigo?-
-nada ¿le dirás a mi padre que he salido de casa a escondidas?-
-si fuera esa mi intención, lo hubiera hecho hace dos años-
-¿cómo, lo has sabido siempre? no entiendo por qué lo has ocultado entonces-
-tal vez será por que trato de comprender los motivos que tienes para salir a escondidas. No te justifico, pero sé que lo haces por qué lo necesitas-
-pues, gracias por guardar silencio. Pero, si jamás has dicho nada ¿por qué esta vez saliste? ¿por qué quieres hablar conmigo hasta ahora?-
-verás, no me gusta meterme en asuntos que no me pertenecen, y no es mi intención hacerlo pero, te he visto llegar cómo lo he hecho cada noche en la que sales, y esta vez he notado en tu mirada algo diferente, sé que algo malo debió pasarte para llegar tan abrumado. Por eso he salido, quiero saber que es lo que te pasa, y si en algo te puedo ayudar-
-¿todas las noches esperas hasta que yo llegue?-
-si, y no es agradable, porqué sabes que tengo que levantarme casi al amanecer para hacer el desayuno, y tú llegas un poco antes, casi no duermo, pero no puedo irme a dormir si es que estás fuera-
-¿por qué no puedes?-
-eso es fácil de responder, porque me preocupo por ti, no puedo pegar un ojo sabiendo que estás fuera. Sabes que te conozco de toda la vida, y que te quiero al igual que cómo a tu padre y a James. Son cosas de viejos-
-pues te lo agradezco, y me disculpo por hacerte desvelar tantas veces-
-eso no importa. Te hice una pregunta la que aún no me respondes ¿que es lo que te ha pasado esta noche?-
-supongo Lee, que a ti no te puedo mentir, me conoces mejor que mi propio padre, mejor de lo que yo mismo me conozco. Te lo contaré porque se que puedo confiar en ti. Bien, hoy estando en la cantina me entere de algo ¿si sabes que voy a la cantina?-
-pues claro que lo sé, y le he dicho al encargado que no se atreva a darte ni siquiera una cerveza, también le he dicho a los vigilantes de las calles que cuiden de ti, que no dejen que te metas en problemas. Aunque estés fuera, sé que estás bien cuidado, al menos lo más que se puede-
-Bien, te lo agradezco, aunque jamás ha sido mi intención enborracharme, mi intención de ir ahí era otra, la que hoy por fin dio resultados. Hoy escuche a una par de borrachos hablar sobre... Supongo que no me dirás mentiras, no te creo capaz de hacerlo si te lo pregunto directamente-
-no lo haré, pero dime ya que fue lo que esos hombres dijeron-
-Lee ¿mi madre esta viva, cierto? ¡Quiero la verdad!-
-y te diré la verdad. Si, ella está viva-
-¿por qué mi padre nos ha mentido toda la vida? ¿¡por qué nos ha dicho que está muerta cuando no es así?!-
-sus motivos tuvo, pero esos son sólo de él, no puedo responderte eso-
-¿por qué se fue?- preguntó el chico con tono desolador.
-ella deseaba hacerlo, su intención jamás fue permanecer a lado de su esposo y sus hijos, lo que más deseaba era irse-
-¿nos odiaba?-
-no, pero sé que tampoco les quería-
-también supe que para evitar que mi padre no la dejara irse, ella le disparó en el hombro ¡¿también es verdad?!-
-si, ella se fue y lo dejó en el piso con una herida de bala. De no ser porque volví pronto, él no hubiera resistido, habría muerto-
-ella es malo ¡lo sabía! por eso yo...
-¡alto ahí! en primer lugar, yo no puedo decirte que si es mala, sólo sé que en su corazón no hay tal vez la suficiente bondad, o su forma de ver la vida es diferente a cómo la vemos los de más. Y en segundo lugar ¡no te atrevas a mencionarlo! En el caso de que ella fuera mala cómo dices, bien podría ser cierto que llevas su misma sangre, y que pudiste heredar su forma de pensar o sentir, así cómo pudiste heredar el noble corazón de tu padre. Ser su hijo no te convierte en ella. Tienes su sangre ¡si, pero tú tienes tu propia alma! sólo tú decides que camino quieres tomar. Y te aseguro que es mas fácil el camino en el que estás pensando, pero no es el correcto-
-pero es que he heredado la mayor parte del lado de mi madre, yo lo siento dentro de mi ¡no quiero ser así pero no puedo ser de otra manera!- Decía Drake tan angustiado, tan temeroso de que se pudiera convertir en un ser tan perverso o más que su misma madre.
-sabes que no me gusta eso de sentimentalismos, pero quiero decirte que si he permanecido en esta casa por tantos años, ha sido porque para mi ustedes son mi única familia, yo tenía planes de vida, y no quería trabajar mucho cómo sirviente. Pero, después de que tu madre se fue, supe que ustedes me necesitarían, al menos hasta que su padre entrara en razón, pero tardó mucho en hacerlo. Cuando quise irme supe que no podía dejarlos ya, y menos a ti. Adam ya no me necesitaba, y sé que James tiene el amor y apoyo de su padre, y también a Valeria, pero tú ¡tú no tienes nada, nada más que odio y dolor en tu corazón! no podía irme y dejarte tan solo, sabía que me necesitabas-
-¿en verdad me quieres tanto?-
-¿lo dudas? Sólo yo me he dado cuenta de la soledad en la que vives, en el tormento que se ha vuelto tu vida, y sobre todo me he dado cuenta de que si te lo permito ¡te convertirás en un ser más perverso que tu propia madre!-
-yo no quiero ser cómo ella, yo no quiero ser malo Lee ¡no quiero! Creí que nadie en este mundo podría entenderme, pero veo que tú si lo haces-
-claro, he tenido que verlo durante muchos años. También he visto que la maldad está dentro de ti, pero si no supiera que tienes la fortaleza para vencerla, no me hubiera quedado, sería perder el tiempo con algo que ya no tiene remedio ¡pero para ti aún hay un camino para elegir! sólo tienes que decidirte a hacerlo-
-pero mi padre no me cree capaz. Ahora sé que si el no me quiere, es porque sabe que soy cómo ella, y no lo culpo-
-Adam te quiere, y tanto cómo a James, es sólo que él ya ha sufrido tanto a causa de esa mujer, que teme que tú lo hagas también. No lo justifico, pero trato de entenderlo, el temor lo hace alejarse de ti, lo que más desea es poder ayudarte y al no saber cómo hacerlo es que se aleja. No lo juzgues, sólo piensa lo que esto es para él-
-¿crees que alguna vez lograre que el me quiera?-
-ya te dije que te quiere. Si te refieres a que pueda acercarse a ti, y demostrarte su amor cómo lo hace con James, sólo tienes que ser bueno, y demostrarle que puedes ser un hombre de bien ¡para él esa será la mejor prueba de que vencerás a la sombra del mal que te rodea, ¡y que podrá sentirse tan orgulloso de ti cómo lo está de tu hermano!- Lo único que necesitas hacer para lograrlo ¡es creerlo tú mismo, que eres bueno Drake!-
-Gracias por todo lo que me has dicho Lee ¡haré todo lo que sea para demostrarle a mi padre que puede sentirse tan orgulloso de mi también y no sólo de James!-
lo sé, y lo harás, yo confío en ti. Recuerda que estoy para escucharte siempre que necesites hablar. Ahora ya deja dormir a este chino, porque tiene que levantarse ¡vaya creo que sólo podre parpadear antes de tener que levantarme! Así que buenos días-
Buenos días Lee, y de nuevo gracias por preocuparte por mi, ¡saber que a alguien le importo me llena de alegría el corazón!.
martes, 11 de junio de 2013
East of Eden - Capítulo #4
Apenas tuvo tiempo de escuchar a los hombres decir que uno de ellos quería ir a la casa de Kate esta noche, y el otro preguntó. -Kate, ¿la esposa de Adam Bell?- A lo que el otro respondió -si, esa misma, nunca he ido, pero es un lugar al que todo hombre alguna vez desea ir.- Se despidió del amigo, y salió. Drake se preguntaba que era lo que querían decir con eso del lugar al que todo hombre alguna vez deseaba ir, y su madre que tendría que ver en todo eso. Después de pensarlo un momento, y al ver que el hombre se había quedado solo, y ya estaba bastante tomado, pensó que debía de aprovechar y sentarse en su mesa e intentar sacarle algo de información. Sin más, se paró frente a la mesa, y le preguntó.
-¿puedo sentarme con usted?-
-no te conozco ¿por qué quieres sentarte conmigo?-
-es que veo que los dos estamos solos, tal vez podríamos hacernos compañía-
-¿invitarás unos tragos?-
¡claro! los que quiera-
pero ¿no eres muy joven para tomar?-
-si. No tomo, sólo me gusta venir a pasar el tiempo, pero yo le invito sus cerveza-
-bien, siéntate-
-gracias. Lo escuche hablar con su amigo antes de irse, le habló de que iría a casa de Kate, ¿me puede decir donde queda?-
-oye, eres casi un niño, no puedes entrar a ese lugar-
no veo por qué, he podido entrar aquí, supongo que ahí también- dijo Drake sin saber en realidad de que lugar hablaba.
-ho no, pero no es lo mismo una cantina que un burdel, ahí no te dejarán entrar si eres menor de edad, y mucho menos en el de Kate-
-¡un burdel! ¿eso era de lo que hablaban?-
-que ¿no lo sabías? no sé para que preguntas-
-no, si lo sabía, olvide lo que dije. Entonces, ¿me dirá cómo llegar?-
-te repito que Kate no deja entrar a nadie menor de edad, de nada servirá que vayas hasta Monterrey-
-pero sólo es curiosidad, quiero ver el lugar, pero no entrar. ¿Me puede hablar de Kate? ¿la conoce?-
-si, he ido al burdel algunas veces, la conozco. Vaya que es una mala mujer, y al mirarla se le nota ¡no se cómo Adam Bell ha podido enamorarse de ella!-
-Adam Bell ¿dicen que es su esposa?-
-si, porque jamás se divorciaron, debes de conocer su historia, en todo Salinas la conocen. Claro está que los mellizos de Bell no la saben, nos tienen prohibido mencionar algo al respecto, tratan de proteger a esos chicos. ¿Tú los conoces? yo nunca los he visto, no salen mucho.-
-no los conozco, pero si he escuchado hablar de ellos. ¿me puede contar esa historia?-
-si, pero no digas que yo te la he contado, me metería en problemas con el alguacil, él es muy amigo de Adam desde hace muchos años, y lo quiere a él y a sus hijos-
-no le diré a nadie, sólo es curiosidad-
-Bien. Ella es el mismo demonio, todos se podían dar cuenta con solo mirarla a los ojos, menos el esposo enamorado. Cuando sus hijos nacieron ella quiso abandonarlos, y al darse cuenta, Adam trató de impedirlo, y cómo resultado de esto ella le disparó al hombro, todo para quitarlo de su camino y huir. La mujer se fue y lo dejó tirado en el piso y muy malherido. El sirviente fue quien le salvó la vida,no sé su nombre, pero es un chino. Él fue por el doctor, y lo curaron, pero si hubieran tardado un poco más en atenderlo, hubiera muerto. Adam no soportó el abandono de su mujer, dicen que parecía un muerto andante, que no se preocupaba ni por sus hijos, el sirviente era quién los cuidaba. Hasta que el difunto Samuel Hamilton le dijo donde encontrar a Kate, pues el pobre todavía creía que su mujer era buena y que una fuerte razón tuvo para dejarlos, y sólo al verlo con sus ojos se dio cuenta de la verdad. Su esposa era ahora la dueña de un burdel de mala reputación, en ese lugar pasan cosas que ni te puedes imaginar. Así fue cómo Adam pudo darse cuenta de que clase de persona era la madre de sus hijos, el la miró una vez, y quién sabe de lo que hablaron, pero jamás se vieron de nuevo. Ahí está, eso es todo. El hombre no quiere que sus hijos sepan la clase de madre que tienen, y por eso les inventó que había muerto-
-Gracias. Entonces ¿me dirá cómo llegar?-
-bien, lo haré, pero no podrás entrar y es lo mejor, ese lugar no es apropiado para un muchacho cómo tú. Toma el tren a Monterrey, al llegar a la estación camina a la izquierda, y unas seis cuadras después está la plaza, ahí bajas otras dos cuadras, y doblas a la derecha, sigues al fondo, y encontrarás esa casa, es la más escondida, es cómo cualquiera casa, pero sabrás que es esa por qué siempre están todas las luces encendidas y se escuchan voces, es de dos pisos y de color café claro-
-muy bien, le agradezco-
-pero ¿ya te vas?-
-si, es tarde y debo volver a casa, buenas noches-
-¿puedo sentarme con usted?-
-no te conozco ¿por qué quieres sentarte conmigo?-
-es que veo que los dos estamos solos, tal vez podríamos hacernos compañía-
-¿invitarás unos tragos?-
¡claro! los que quiera-
pero ¿no eres muy joven para tomar?-
-si. No tomo, sólo me gusta venir a pasar el tiempo, pero yo le invito sus cerveza-
-bien, siéntate-
-gracias. Lo escuche hablar con su amigo antes de irse, le habló de que iría a casa de Kate, ¿me puede decir donde queda?-
-oye, eres casi un niño, no puedes entrar a ese lugar-
no veo por qué, he podido entrar aquí, supongo que ahí también- dijo Drake sin saber en realidad de que lugar hablaba.
-ho no, pero no es lo mismo una cantina que un burdel, ahí no te dejarán entrar si eres menor de edad, y mucho menos en el de Kate-
-¡un burdel! ¿eso era de lo que hablaban?-
-que ¿no lo sabías? no sé para que preguntas-
-no, si lo sabía, olvide lo que dije. Entonces, ¿me dirá cómo llegar?-
-te repito que Kate no deja entrar a nadie menor de edad, de nada servirá que vayas hasta Monterrey-
-pero sólo es curiosidad, quiero ver el lugar, pero no entrar. ¿Me puede hablar de Kate? ¿la conoce?-
-si, he ido al burdel algunas veces, la conozco. Vaya que es una mala mujer, y al mirarla se le nota ¡no se cómo Adam Bell ha podido enamorarse de ella!-
-Adam Bell ¿dicen que es su esposa?-
-si, porque jamás se divorciaron, debes de conocer su historia, en todo Salinas la conocen. Claro está que los mellizos de Bell no la saben, nos tienen prohibido mencionar algo al respecto, tratan de proteger a esos chicos. ¿Tú los conoces? yo nunca los he visto, no salen mucho.-
-no los conozco, pero si he escuchado hablar de ellos. ¿me puede contar esa historia?-
-si, pero no digas que yo te la he contado, me metería en problemas con el alguacil, él es muy amigo de Adam desde hace muchos años, y lo quiere a él y a sus hijos-
-no le diré a nadie, sólo es curiosidad-
-Bien. Ella es el mismo demonio, todos se podían dar cuenta con solo mirarla a los ojos, menos el esposo enamorado. Cuando sus hijos nacieron ella quiso abandonarlos, y al darse cuenta, Adam trató de impedirlo, y cómo resultado de esto ella le disparó al hombro, todo para quitarlo de su camino y huir. La mujer se fue y lo dejó tirado en el piso y muy malherido. El sirviente fue quien le salvó la vida,no sé su nombre, pero es un chino. Él fue por el doctor, y lo curaron, pero si hubieran tardado un poco más en atenderlo, hubiera muerto. Adam no soportó el abandono de su mujer, dicen que parecía un muerto andante, que no se preocupaba ni por sus hijos, el sirviente era quién los cuidaba. Hasta que el difunto Samuel Hamilton le dijo donde encontrar a Kate, pues el pobre todavía creía que su mujer era buena y que una fuerte razón tuvo para dejarlos, y sólo al verlo con sus ojos se dio cuenta de la verdad. Su esposa era ahora la dueña de un burdel de mala reputación, en ese lugar pasan cosas que ni te puedes imaginar. Así fue cómo Adam pudo darse cuenta de que clase de persona era la madre de sus hijos, el la miró una vez, y quién sabe de lo que hablaron, pero jamás se vieron de nuevo. Ahí está, eso es todo. El hombre no quiere que sus hijos sepan la clase de madre que tienen, y por eso les inventó que había muerto-
-Gracias. Entonces ¿me dirá cómo llegar?-
-bien, lo haré, pero no podrás entrar y es lo mejor, ese lugar no es apropiado para un muchacho cómo tú. Toma el tren a Monterrey, al llegar a la estación camina a la izquierda, y unas seis cuadras después está la plaza, ahí bajas otras dos cuadras, y doblas a la derecha, sigues al fondo, y encontrarás esa casa, es la más escondida, es cómo cualquiera casa, pero sabrás que es esa por qué siempre están todas las luces encendidas y se escuchan voces, es de dos pisos y de color café claro-
-muy bien, le agradezco-
-pero ¿ya te vas?-
-si, es tarde y debo volver a casa, buenas noches-
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